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GRANADA. Reuniones de cuento

TEXTO Y FOTOS FERNANDO SAGASETA

Casa Museo Federico Garcia Lorca

Granada emociona hasta deshacer y fundir todos los sentidos. Así evocaba el pintor Henri Matisse una ciudad en la que Clinton descubrió la puesta de sol “más maravillosa del mundo”. Con referencias tan insignes y con el aval de una historia marcada por un jugosísimo cruce de civilizaciones que culmina en el éxtasis nazarí de la Alhambra, la más mora de las capitales españolas es también un imán para la actividad MICE por sus inimitables venues, por una vida cultural y social vibrante en la que nunca falta una buena tapa y por los enormes atractivos naturales que ofrece la provincia.

Con permiso de Boabdil, Mariana Pineda, Eugenia de Montijo, Francisco Ayala, Enrique Morente, Joe Strummer o Jota, de Los Planetas, si hay una figura universal ligada a Granada es Federico García Lorca. Aunque Fuente Vaqueros calza la fama, la casa que arropó su infancia y parte de la adolescencia está en el pueblo de al lado, Valderrubio, donde el padre del poeta, un potentado del negocio de la caña de azúcar, compró unos terrenos y construyó la hacienda familiar. Hoy en día es una casa museo que tiene habilitada las antiguas caballerizas como salón para reuniones de unas 100 personas. También cuenta con un amplio patio, estupendo para almuerzos o cenas en grupo.

Un buen complemento es visitar el caserón donde Lorca vio brotar su vocación literaria, gracias a las lecturas de su madre al calor de la chimenea. El dormitorio está tal cual pidió por carta a su padre, escrita desde la Residencia de Estudiantes en 1923, con sus paredes blancas y su techo azul cielo. Cuando el autor de Yerma vivía aquí, el pueblo se llamaba Asquerosa. ¡Menudo contraste con su mundo interior! En 1943, el gobierno franquista le cambió el nombre por el actual, en honor al color del tabaco que se cultivaba en la zona. Por entonces, Lorca llevaba varios años yaciendo en alguna de las fosas de la infamia.

Para completar el periplo lorquiano, solo hay que andar unos pasos, hasta la Casa de la Familia Alba, sí, la misma que inspiró la celebérrima pieza teatral. Bernarda en realidad se llamaba Francisca, o Frasquita, y además de cinco hijas también tuvo algún que otro varón. Dicen que su carácter era mucho menos seco, pero tan dominadora como el personaje de ficción. Su vecina Matilde, con la que compartía el pozo medianero del patio, era tía de Lorca, por lo visto muy aficionado a apuntar la oreja hacia a las conversaciones de las mujeres.

Después de muchas disputas con los herederos, el Ayuntamiento se hizo con la propiedad en 2018 y, además de montar una pequeña exposición permanente, proyectar escenas de la obra en sus estancias con la técnica del video mapping y programar visitas teatralizadas, ofrece un espacio en el patio de vecinos para organizar eventos culturales o de otro tipo.

Valderrubio está muy cerca del aeropuerto que lleva el mismo nombre del poeta, pequeñito, pero útil para algunos destinos —pocos— nacionales e internacionales. Hace un par de años entró en servicio el AVE desde Madrid después de años y años de obras. Después de una larga espera, los granadinos no están muy contentos con el resultado. Tarda algo más de tres horas, debido al rodeo por Antequera, Córdoba y Ciudad Real, cuando en coche se puede cubrir el trayecto en unas cuatro. La conexión ferroviaria con Barcelona sube hasta las 6,5 horas, aproximadamente.

ESPLENDOR EN LOS CÁRMENES

Hablar de reuniones y eventos en sitios singulares de Granada pasa necesariamente por los cármenes, esas típicas casas andalusíes que se apropiaron los cristianos tras la conquista y que son un prodigio de sencillez y exquisitez, unas viviendas con patio —en muchos casos con jardín y huerto—, que estaban abiertas a la luz, a la brisa y a los perfumes, pero que también creaban un ambiente de recogimiento e intimidad.

Por ejemplo, el Carmen de los Chapiteles, que data de 1567, cuyo primer dueño fue un médico de origen árabe y que posteriormente pasó a manos de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, un regalo de los Reyes Católicos al general que mandaba sus ejércitos. Es cierto que en Granada hay muchos puntos con vistas privilegiadas, porque la ciudad tiene para dar y tomar, pero en este caso se trata de una ubicación en las mismas faldas de la Alhambra, con todo el Albaicín y el Sacromonte enfrente.

El venue se puede disfrutar todo el año. Si los interiores son admirables, con esos chapiteles que dan nombre al lugar, los exteriores son aún mejores, gracias a su vegetación distribuida en diversos espacios que permiten dos eventos al tiempo sin que se incordien. Dentro caben unos 300 invitados para cenas o almuerzos en un bonito salón acristalado, que pueden llegar hasta los 500 contando con la parte de fuera. También dispone con 5 habitaciones, zona de estar y un salón de dirección en la parte superior, por si fuera necesario.

Bajando un poco desde el carmen hacia la cuesta del Rey Chico y cruzando el río Darro, en la cuesta del Chapiz, bajo la mirada de la torre de Comares, se alza otro emplazamiento muy utilizado para eventos. Se trata del Palacio de los Córdova, un monumento del s.XVI que perteneció al alférez mayor de Granada, tío del Gran Capitán. El lugar se luce mucho, sobre todo en cócteles, bienvenidas o presentaciones. La parte de arriba está ocupada por el Archivo Municipal de la ciudad.

Frente a la fachada, con su portada renacentista y su emblemática columna mozárabe, se pueden reunir unas 200 personas de pie, aunque los jardines dan para bastante más. Por ejemplo, para ofrecer una comida para unos 300 comensales en un ambiente de lo más fresquito, junto al río. En realidad, el palacio es bastante austero y con pocos espacios interiores.

En plan visita, no hay que perderse los enormes mapas originales colgados en el salón donde tuvo lugar la cena de gala en honor de Bill Clinton, cuando visitó Granada durante cinco horas en 1997. Aquello fue todo un hito para la proyección turística internacional de la ciudad, sobre todo cuando dijo que había asistido a la “puesta de sol más maravillosa del mundo”.

CAMINO DEL SACROMONTE

La Abadía del Sacromonte es otro de los referentes en Granada para culminar un congreso con una estupenda cena de gala. Como dicen algunos, el secreto mejor guardado de la ciudad. Lo suyo es llegar a pie, siguiendo el estrecho y serpenteante Camino del Sacromonte, cuajado de cuevas y de tablaos flamencos, muy castigados por la crisis del coronavirus por su dependencia del turismo internacional. En vehículo, si no es en  minibús, hay que dar una vuelta considerable, de más de media hora.

La que fuera primera universidad privada de España es para conocerla. Atesora 20.000 volúmenes, entre ellos incunables como un original de Generalidades sobre la Medicina, de Averroes o un mapamundi de Ptolomeo, y el único Goya de toda la provincia. De cara a los eventos, cuenta con un claustro de naranjos que en temporada se muestra colorido y exuberante. También ofrece espacios tan singulares como el coro, en la intimidad de la abadía, para grupos de 50 personas, así como los pasillos superiores con vistas al patio o el viejo comedor de estudiantes.

El complejo, que ha proyectado cierta imagen de deterioro en los últimos tiempos, está inmerso en un ambicioso programa de restauración que culminará en 2023 y que va a ofrecer una cara mucho más abierta a las visitas y a los eventos, con otras posibilidades y espacios, algunos de nueva construcción. El propósito es convertirse en un foco de atracción cultural y educativa de primer orden, lo que algunos califican como «la abadía del siglo XXI».

Volviendo a las viviendas típicas de la Granada musulmana, no hay que perderse el fantástico Carmen de los Mártires, en la misma colina de la Alhambra, con 7 hectáreas de jardines abiertos al público de diferentes estilos, declarados Bien de Interés Cultural (BIC). En este terreno es donde se supone que los musulmanes albergaron mazmorras subterráneas para torturar a los cristianos. En su memoria, la misma Isabel la Católica fundó una ermita de la que no existe rastro hoy en día.

El punto de encuentro para reuniones y eventos es el palacete que, después de muchas vicisitudes, llegó a ser incluso un convento donde San Juan de la Cruz pasó 6 años como prior. Tras ser desamortizado en el s.XIX, pasó por distintos propietarios. Alguno de ellos llegó a introducir elementos modernistas. Menuda evolución. La hija del Duque del Infantado, última dueña, se lo vendió al Ayuntamiento, que alquila el lugar con el catering por cuenta del cliente.

En cuanto a espacios, hay dos salas en la planta baja para 50 invitados cada una. En la superior caben en torno a 180 en un salón en forma de “L”, mientras que en la explanada de fuera, donde suelen programarse actos culturales, pueden encajar otros 250. El edificio tiene su encanto, con esas columnas salomónicas y los curiosos artesonados de azulejo. También cuenta con espacios exteriores muy distinguidos, con jardín inglés para cócteles y unos soberbios magnolios en el jardín francés.

Siguiendo con sedes de carácter histórico, destaca también el Cuarto Real de Santo Domingo, en pleno corazón del barrio de El Realejo, un palacio nazarí del s. XIII dentro de la Almunia Real de la Almaxarra. Los Reyes Católicos cedieron el complejo a la orden dominica y actualmente ofrece tres salas para unos cien invitados cada una, además de los jardines. Lo mejor es el torreón, o qubba, que recuerda al Salón de Emperadores de la Alhambra.

Algo más alejado del centro, otro lugar muy apropiado para eventos es el Palacio de Quinta Alegre, un palacete de principios del s. XIX que fue adquirido por el Ayuntamiento en los años 80. Su aire señorial, entre pinturas del granadino Gabriel Morcillo, y sus jardines exteriores le dan un toque muy sugestivo. En formato cóctel, puede acoger hasta 600 invitados en la explanada de entrada y 500 en la superior. En formato banquete caben 150 en la planta baja y 130 en la superior.

MIRANDO AL FUTURO

Pero no todo es historia en Granada. La ciudad tiene un pie bien firme puesto en el futuro, representado sobre todo por los estudiantes. Su universidad es una de las más importantes de España, y eso, aparte de conocimiento, le aporta un carácter joven, dinámico y cosmopolita. También está muy orgullosa del Parque de las Ciencias, uno de los museos más visitados de Andalucía.

Por supuesto, entre las sedes específicas para el MICE, el referente es el Palacio de Congresos de Granada, junto al río Genil, otro de esos edificios icónicos de la ciudad, que se yergue como un voluminoso buque forrado de mármol verde y amplias cristaleras para meter luz natural a raudales en las convocatorias. El grueso de su oferta se concentra en la parte central, ocupada por los dos auditorios: el García Lorca, de 2.000 butacas, y el Manuel de Falla, de 547.

Entre otras salas y espacios, destacan también las enormes posibilidades de su azotea, que da muchísimo juego para los eventos nocturnos en exterior, una atalaya privilegiada sobre la ciudad —con fuente y todo— cuya decoración a base de antorchas le aporta un hechizo especial. La dirección sigue adelante con el proyecto de abrir el pequeño anfiteatro, paralizado por los vecinos, pero que puede tener una segunda vida si se coloca una cúpula aislante.

Entre los venues modernos se abre hueco asimismo el Centro Federico García Lorca, en la plaza de la Romanilla, a escasos metros de la inmensa catedral renacentista. Su diseño arquitectónico es quizá el más vanguardista de los que se pueden encontrar en la ciudad. En su interior alberga un teatro con concha acústica para 424 espectadores, una sala de exposiciones de 500 m2 y diversos espacios más para talleres.

También con una visión muy avanzada y a pocos kilómetros al sur de la capital se alza una opción muy orientada al MICE: el hotel-bodega Señorío de Nevada. Con un estupendo emplazamiento al pie de la sierra, está rodeado de viñedos donde, además de hacer un recorrido por el proceso de fabricación y catar sus premiados vinos, también se pueden organizar reuniones y eventos en sus tres salones o realizar actividades de team building.

RUMBO AL TRÓPICO

Si Granada hechiza a los visitantes, la provincia entera no se queda atrás en atractivos culturales y naturales. El Parque Nacional de Sierra Nevada, con el pico más alto de la península ibérica —el Mulhacén— y con la estación de esquí más meridional de Europa, es también una buena oportunidad para el senderismo. En su cara sur se extiende la Alpujarra, un territorio mítico, trufado de leyendas, donde asombra cada monte, cada barranco y cada valle. Y, cómo no, sus singulares pueblos blancos de empinadas calles.

En contraste con los imponentes picos y el paisaje de alta montaña, la llamada Costa Tropical asoma a solo 50 km. Aquí la temperatura sube con rapidez para arropar cultivos que parecen trasplantados de otras tierras, como los mangos, las papayas, los aguacates, los nísperos o las chirimoyas. Un buen lugar para conocer los efectos de este peculiar microclima es la finca ecológica Matagallanes, cerca de Salobreña, una de las localidades más pintorescas y turísticas de Andalucía. Su dueño, Juan Carlos Vinuesa, no es ningún recién llegado a la ‘moda bio’. De hecho, lleva 25 años utilizando nada más que insecticidas caseros. Además de enseñar las bondades de su técnica y de su amor por los productos verdaderamente naturales, propone catas de fruta para grupos e, incluso, la posibilidad de celebrar pequeños eventos de hasta 30 personas.

Otro cultivo tropical que ya no se trabaja actualmente, debido a la dureza de su recolección, pero que ha dado a la zona una bien merecida fama como productora de ron, es la caña de azúcar. Cerca de Motril se encuentra la bodega Ron Montero, la única de sus características que es visitable en toda Europa continental. El proyecto levantado por el famoso Tío Paco en 1963 y que hoy gestionan sus sobrinos con el mismo proceso tradicional, sigue embotellando espirituosos muy populares, como el Plata, el Pálido, el Ron Café y el Reserva. Desde luego, el itinerario es muy didáctico, y la recompensa, agradecida por el paladar. La familia tiene planes para ampliar la visita con demostraciones del corte de la caña, así como habilitar una sala de proyecciones y abrir un restaurante.

Además del gran juego que ofrecen playas como las de Cantarriján, La Herradura, La Joya, la Rijana, las Azucenas o Calahonda, entre otras muchas, los grupos no pueden abandonar la Costa Tropical sin visitar un emplazamiento realmente único muy cerca de Motril: la Casa de los Bates. Este complejo rural de 20.000 m2, en torno a un palacete de estilo italiano al que se accede por una escalinata de mármol travertino y con un jardín botánico que atrae a numerosos expertos y aficionados de todo el mundo, es un sitio fantástico para organizar almuerzos o cenas en un entorno cuanto menos peculiar, donde aún quedan los restos de una atalaya árabe del s. XV.

De regreso a la capital, bien merece una parada Vélez de Benaudalla, un enclave estratégico entre la Costa Tropical, el Valle de Lecrín y la Alpujarra, parte de la Ruta Al-Idrisi. La localidad alberga el Jardín Nazarí, de gran valor histórico, al que se puede considerar ‘hermano pequeño’ del Generalife. Está abierto a la celebración de pequeños eventos en diferentes espacios entre plantas medicinales, alimenticias y ornamentales. Además, es fresco en verano, gracias a la acequia que lo recorre, y está escondido de miradas ajenas mediante muros y setos, porque en él se encierra la representación del ‘paraíso prometido’, una armoniosa confluencia entre lo material o lo espiritual.

RECOMENDADOS

SARAY ****
Todo un clásico del MICE por su proximidad al Palacio de Congresos, junto con el que nació en 1991, y por ese aire andalusí tan característico y tan granaíno. Regentado por Hoteles Santos, cuenta con 217 habitaciones. Estando en pleno centro de la ciudad, es muy tranquilo. De hecho, parece más bien un resort, gracias a sus amplios jardines y a la piscina, un elemento poco habitual en el segmento urbano. Ofrece muchos salones, versátiles y panelables, para todo tipo de reuniones y eventos, algunos con salida al exterior. La reforma de 2019 ha incorporado el Qubba, un nuevo gastrobar, abierto a la calle.
Paseo Profesor Tierno Galván, 4
Tel. 958 130 009
www.hotelgranadasaray.com


TANDAL URBAN RESORT
Asombroso complejo en Monachil, a escasos kilómetros de la capital, compuesto por el hotel Granada Palace y una serie de edificios que suman 12 salones para todo tipo de eventos, además de dos restaurantes, una mini plaza de toros, un campo de fútbol, parking para autocares y el mayor spa de la provincia. Todo un imperio MICE que arrancó hace 50 años con el restaurante Ítalo, el antiguo y legendario Capricho donde actuaban habitualmente Isabel Pantoja, Rocío Jurado o Paloma San Basilio. Para grandes eventos no tiene rival. En el Salón Almunia, por ejemplo, se pueden dar cenas para 2.600 personas en medio de un sistema de iluminación muy espectacular. En el hotel, cuyo atrio parece el de un crucero, con piano y todo, no han escatimado en espacio. Las habitaciones son enormes y las zonas comunes, también.
Granada, 65. Monachil
Tel. 958 303 090
tandalurbanresort.com

NH COLLECTION GRANADA VICTORIA ****
Un hermoso edificio de principios del s. XX a pocos minutos a pie de la catedral y de la Capilla Real. Cuenta con 70 habitaciones decoradas en cálidos tonos tierra, casi todas con terraza privada, algunas de ellas con vistas a Sierra Nevada o al Sacromonte. También ofrece cuatro salas de reuniones con capacidad máxima para 90 personas.
Puerta Real, 3
Tel. 958 536 216
www.nh-collection.com

WASHINGTON IRVING *****
Literatura, romanticismo y confort. Un establecimiento familiar hasta que lo cogió la cadena Eurostars para darle un giro de modernidad a su estilo clásico, bajo las tendencias actuales de los hoteles boutique. Con mucho encanto y alejado del mundanal ruido, en las inmediaciones del recinto de la Alhambra, ofrece 63 habitaciones, piscina, terraza exterior y una biblioteca en la que están expuestas primeras ediciones del célebre escritor estadounidense.
Paseo del Generalife, 10
Tel.  958 217 110

www.eurostarshotels.com

CASA JUAN MAYA
Uno de los pocos que se ha mantenido abierto en el Sacromonte durante la pandemia. El dueño, Juan Maya, antiguo bailaor y aficionado a la pintura, es todo un personaje que literalmente ha hecho de su casa (él vive en el piso de arriba) un sitio de encuentro muy especial para grupos de hasta 70 personas. Y con una propuesta de incentivo irresistible: el Maridaje de las 3 Artes, un menú degustación de 8 o 9 platos, cada uno con su vino y con su cante en directo. Por si fuera poco, con una panorámica espléndida de la Alhambra.
Camino del Sacromonte, 101
Tel. 658 83 74 23

OLEUM
Cocina tradicional renovada en la zona de la Acera del Darro para un local de toque fresco, moderno y luminoso, muy de puertas para afuera, aunque también cuenta con espacios privados. Su gran especialidad es el ‘cordero a la lata’, un plato típico de Huéscar, el pueblo de origen de Gregorio García, el propietario. También es famoso por ofrecer buen pulpo, por sus sardinas con aguacate y por organizar cada año el Encuentro Gastronómico Astur-Granadino, para hartarse de fabes lejos del orbayu.
C. San Antón, 81
Tel. 958 295 357
restauranteoleum.com

CHIKITO
El antiguo e histórico café Alameda, donde intelectuales de principios del siglo XX mantenían la tertulia ‘El Rinconcillo’, fue adquirido el 1976 por el futbolista argentino del Granada Luis Oruezábal. Desde entonces se convirtió en parada obligatoria de compatriotas como Di Stéfano o Maradona, pero también de figuras de otros deportes (Ángel Nieto, Martín Bahamontes…), los genios del humor Les Luthiers o rockeros locales: Miguel Ríos es asiduo. Los hijos de Luis llevan hoy el local con buen pulso. Entre las especialidades, el rabo de toro estofado y el bacalao con bresa de pimiento. Su terraza es muy popular.
Plaza del Campillo, 9
Tel. 958 223 364

restaurantechikito.com