Ricardo Figueiredo era propietario de un hostal en Portugal y la gente siempre le preguntaba lo mismo. Cuando llegaban temprano por la mañana, la preocupación era qué podían hacer con su equipaje hasta la hora del check-in. Lo mismo ocurría con el check-out. Fue entonces cuando se le ocurrió una solución rápida, económica y sencilla. Buscó socios para la tecnología, el posicionamiento y la logística, y el resultado de ello es Luggit.
Los hoteles ya ofrecen servicios gratuitos de custodia de equipaje. ¿Cuál es el valor añadido de Luggit?
Nosotros realizamos dos tipos de colaboración: los apartamentos u hostales sin recepción y los hoteles. En los primeros, la ventaja es clara, porque no cuentan con esa posibilidad. En el caso de los hoteles, Luggit es un servicio añadido que pueden ofrecer o no a los clientes, pero que puede ser muy útil para no tener que volver al establecimiento a recuperar el equipaje. Nuestro servicio lo entrega allá donde esté el usuario. Muchas veces ocurre que estás en una reunión o en un evento más cercano a la estación o al aeropuerto. Desplazarse al hotel para coger la maleta implica retroceder para luego hacer el trayecto de nuevo. Es muy interesante para los viajeros de negocios que van con el tiempo justo.
¿Cuál es el perfil medio de los usuarios de la aplicación?
Nuestro cliente hasta ahora es mayoritariamente vacacional, pero estamos iniciando el servicio B2B más enfocado al Business Travel el MICE. Hemos firmado ya acuerdos en Lisboa con algunos partners del sector y vamos a seguir ampliando.
¿Por qué es tan importante la figura del keeper?
En el equipaje van nuestros objetos más personales y para el usuario es esencial conocer a la persona que se encarga de cuidarlo. Con la aplicación de Luggit se identifica al keeper con su nombre, acompañado de una calificación. También se puede establecer comunicación con él en cualquier momento. Todo esto genera una gran confianza y seguridad en el cliente. Hay que tener en cuenta que cualquier persona individual no puede trabajar con nosotros. Luggit solo colabora con empresas legalmente constituidas con una serie de requisitos para sus conductores, como la educación, la presencia o los idiomas, además de un almacén donde dejar las maletas.
¿Cómo se custodia el equipaje y cómo funciona la logística?
Utilizamos un algoritmo para optimizar las recogidas y entregas para no repetir trayectos. Todas las maletas recogidas son etiquetadas con un código QR. El cliente sabe siempre en tiempo real dónde se encuentra el equipaje. Incluso, el servicio lanza alertas acerca de la proximidad del vuelo y avisa de que el conductor se está dirigiendo al aeropuerto con el equipaje, por si el cliente se despista.
¿Cuál es el coste del servicio?
Depende de tres factores: del número y tipo de equipaje, de la distancia entre la recogida y la entrega y del número de horas de almacenamiento por día. Para hacerse una idea, el precio medio de nuestros clientes, por ejemplo en Barcelona, anda en torno a 28 euros.
¿Qué ocurre en caso de que se produzca cualquier incidente: pérdida, robo, retraso en la entrega, etc.?
Todas las maletas, independientemente del tamaño, tienen un seguro de 500 euros incluido en el servicio. Por 3 euros más puede asegurar el equipaje por valor de 1.200 euros.
Luggit nació en Lisboa y progresivamente ha ido implantándose en Oporto, Viena y Praga. La siguiente ciudad, y primera en España, ha sido Barcelona. ¿Cuál es motivo de esta elección?
Fuimos a Viena porque las condiciones de movilidad, el tamaño de la ciudad y la distancia al aeropuerto son parecidos a Lisboa. Replicar el modelo fue relativamente sencillo. Tampoco había competencia directa y la estacionalidad va al revés que en la capital portuguesa. Sin embargo, la mentalidad allí es muy diferente. Era importante para nosotros aprender en este mercado. De ahí pegamos el salto a Praga por proximidad. Teníamos a España en el punto de mira desde el principio. Barcelona es un referente en el sector del Travel Tech. Es una ciudad innovadora y con servicios de calidad.
¿Cuál es el plan de expansión?
Estaremos en Madrid seguramente a principios de 2023. Después queremos abrir en Italia. De aquí a 2024, la idea es alcanzar unas 20 ciudades, entre ellas Sevilla y Valencia.
¿Qué papel juega la sostenibilidad en la estrategia de Luggit?
En Barcelona hemos empezado a operar solo con vehículos eléctricos. Es una tendencia que se irá implantando. La gestión eficiente de los equipajes y de los desplazamientos es cada vez más crucial para la sostenibilidad en las grandes ciudades. Incluso, indirectamente contribuimos a que la gente utilice más el transporte público, porque al dejarnos su equipaje e ir ligeros se plantean utilizar el metro o el autobús, en lugar del taxi.
RICARDO FIGUEIREDO
COFUNDADOR Y CEO DE LUGGIT