
Ramón Freixa abre los restauantes Tradición y Atelier en la calle Velázquez de Madrid. Dos propuestas diferenciadas y dos cocinas independientes, en un mismo local y bajo una misma esencia: la visión gastronómica del chef que se desdobla en cocina tradicional en “Tradición” y alta gastronomía de vanguardia en “Atelier”. Ambos restaurantes se enmarcan en un único espacio de 600 m² y doble altura, diseñado Alejandra Pombo, en el corazón del barrio de Salamanca, en Velázquez, 24.
El chef Ramón Freixa inaugura en Madrid su nuevo proyecto gastronómico: “Ramón Freixa Tradición” y “Ramón Freixa Atelier”, dos restaurantes que confluyen en un mismo espacio, situado en el cruce de Velázquez con Jorge Juan, en pleno corazón del barrio de Salamanca. El primero, abrió sus puertas el día 7 de julio, mientras que el segundo lo hizo el día 10.

El espacio, de 600 metros cuadrados y doble altura, ha sido concebido por la interiorista Alejandra Pombo como una escenografía de experiencias, para unir gastronomía y diseño en su máxima expresión.
Se trata del proyecto propio y más personal de Ramón Freixa: un restaurante en el que el chef está al frente en todos los sentidos, con gran presencia, cocinando e implicado en el día a día. “Este proyecto nace desde la certeza de quién soy, qué quiero contar y cómo quiero hacerlo. Para mí, más que un reto, es una necesidad vital, una evolución natural de mi forma de entender la gastronomía.” – afirma el chef.
El enfoque del proyecto va más allá de las tendencias, con el objetivo claro de consolidarse como un referente gastronómico en Madrid: «Con la nueva apertura, no busco ser un sitio de moda en Madrid: las modas al fin y al cabo, son pasajeras. Me gustaría ser un referente en tradición, en producto y en alta gastronomía», indica Ramón.
Ramón Freixa Tradición
En “Ramón Freixa Tradición”, el chef regresa a sus raíces y su herencia culinaria con una propuesta gastronómica centrada en el buen producto y en una cocina cercana, de origen español, que nace de su historia personal, de los recuerdos de infancia y de los sabores de siempre. “El origen es el olor del pan en la panadería de mis abuelos. Es el mar, la huerta, la montaña. Es una albóndiga, una gilda, una salsa bien ligada. Es la memoria convertida en plato”- explica.
El restaurante se despliega principalmente en la planta superior del local, en una amplia sala con capacidad para 120 comensales. Revestida completamente en madera de raíz, conforma un espacio donde la gastronomía se funde con un diseño que ensalza la tradición.
La sala se articula en varios salones contiguos, cada uno con su propia decoración e iluminación, pensadas para resaltar los productos y cuidar cada detalle. También cuenta con una zona reservada que ofrece mayor privacidad. Además, una elegante barra de coctelería, rodeada de espejos envejecidos y papel pintado a mano, complementa el ambiente sin distraer la atención del verdadero protagonista: la cocina.
Una carta extensa dividida en siete apartados, además de las guarniciones y los postres, con la que el comensal encontrará desde bocados unitarios, como la gilda, la croqueta, el cóctel de gambas o la ensaladilla, hasta piezas de carnes y pescados frescos a la brasa, además de diversos arroces, guisos y cazuelas.
Además, en la sección “Los Favoritos de Ramón”, el chef presenta una cuidada selección de platos que reflejan su gusto personal y su dominio técnico. Entre los productos del mar destacan el bogavante del Cantábrico en salpicón, la gamba roja, el carabinero con sobrasada y las espardeñas con beurre blanc y caviar.
Un servicio impecable con un equipo de 65 profesionales, con amplia trayectoria en el sector y, muchos de ellos, con años trabajando de la mano de Ramón. La atención eleva la experiencia en sala al mismo nivel que la cocina, donde todo fluye con armonía: los tiempos, el lenguaje y la puesta en escena.
Ramón Freixa Atelier
“Ramón Freixa Atelier”, es el nuevo restaurante gastronómico del chef. La apuesta por la alta gastronomía y la cocina de vanguardia, que definen su esencia, ofreciendo al cliente una experiencia mas íntima, cercana y personal.
La sala, para solo 10 comensales, se articula frente a una cocina vista, con una mesa en forma de “U” que permite seguir cada gesto, cada explicación, cada emplatado. Un espacio envolvente, sin artificios, donde el foco está en la cocina y en la conexión directa entre chef, equipo y comensal. «Este concepto de sala era imprescindible para mí. Lo tenía muy claro desde el principio. Quiero que el comensal lo vea todo, que podamos interactuar con él, que sienta la cocina de cerca.” — explica el chef.
La propuesta gastronómica se materializa a través de dos menús degustación, “Origen” y “Origen Vegetalia” -íntegramente vegano/vegetariano- que estarán disponibles de miércoles a sábado, únicamente en servicio de cena. Dos menús que evolucionan con las estaciones y con la inspiración del chef y que estarán formados por 17 pases.










