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SOFÍA. Eterna juventud

TEXTO Y FOTOS CARLA ROYO-VILLANOVA

Catedral Alexander Nevski

La antigüedad de Sofía y la perseverancia de sus habitantes han forjado en la capital de Bulgaria un epicentro cultural y artístico muy singular, asentado en el cruce de caminos entre oriente y occidente que ha marcado su historia. Cristianos, musulmanes y judíos han convivido en el mismo espacio durante los últimos siglos, y con ellos un legado arquitectónico que resulta un aliciente fundamental para acoger reuniones y eventos. Una ciudad siempre fiel a sí misma que aprovecha sin complejos cada oportunidad para poner en valor todas cualidades y abrazar también la modernidad.

 

Sofía es una de las ciudades más antiguas de Europa, dato avalado por el asentamiento neolítico de Slátima, hace más de siete mil años. Su historia desde entonces siempre estuvo ligada a Europa y a las riquezas que venían del otro lado: Oriente. Los tracios la llamaron Sérdópolis y los romanos Sérdica. Llegaron después las tribus eslavas y sus kanes paganos, que fueron los primeros reyes de Bulgaria.

La capital del país balcánico supo también padecer los 500 años de dominación otomana. Tras la independencia, a finales del XIX, resurgió ya como capital de la Bulgaria libre, espléndida y decorada por el art nouveau. De nuevo fue anhelada en las guerras mundiales, duramente bombardeada por los aliados y otra vez repartida en la etapa comunista que dividió Europa. Sofía vuelve a demostrar que, tal y como reza su escudo, es la ciudad que crece pero no envejece.

A mediados del siglo XX, y en plena dictadura comunista, Sofía era ciudad para presumir. Sus monumentos la hacían especial en un régimen que dominaba toda la Europa oriental y, al igual que pasara con los romanos, volvió a convertirse en ojito derecho de la nueva autoridad, la URSS. En 1981 se levantó el primer gran centro de convenciones del país, el Palacio Nacional de Cultura, más conocido como el NDK, en su momento el centro más grande y moderno de toda la Europa del Este, con 123.000 m2 de superficie repartidos en 8 plantas y 4 terrazas panorámicas.

Pronto se convirtió en santuario cultural y artistas de todo el mundo lo escogían para celebrar allí sus espectáculos. Sus extraordinarias instalaciones lo hicieron referente para convenciones, exposiciones, seminarios y encuentros de toda índole. El fantástico sistema acústico ha sido comprobado por artistas como José Carreras, Montserrat Caballé, el Teatro Bolshoi, la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo, la Filarmónica de Viena, Bob Dylan, Mark Knopfler o Paco de Lucía.

Entre sus once salones, se encuentra el emblemático Teatro Azaryan, con 504 butacas fijas. Cuenta con un moderno sistema de traducción simultánea de hasta para 8 idiomas, equipos de televisión y radio y un escenario con dos partes móviles. La sala 1 es la más grande, con una superficie de 11.000 m2 y butacas fijas para 3.380 visitantes, con la posibilidad de reducirlas hasta 2.000 asientos.

Su sistema de traducción simultánea está capacitado hasta para 14 idiomas y sus sistemas de televisión, video, proyección digital y radio utilizan la más alta tecnología. El sistema de sonido fue un regalo del gobierno japonés. A todo ello hay que añadir uno de sus principales atractivos: 8.000 m2 de área para exhibición alrededor de la sala.

Más pequeña, pero con la misma tecnología avanzada, es la sala Cine Lumiere, de 400 m2 y con 370 butacas fijas dispuestas en anfiteatro. Así hasta once salones, para que el usuario pueda encontrar la sala que más se adecúe a sus necesidades. El NDK fue desde su creación ejemplo de la nueva Bulgaria, moderna, hospitalaria y creativa. Acoge más de 300 eventos al año y es sede de numerosos encuentros culturales.

HOTELES MICE

A escasos 500 metros del mítico National Palace of Culture se encuentra el último gran hotel en inaugurarse en Sofía. El Millennium Spa & Wellness Center, que satisface las últimas necesidades que la capital necesitaba para completar su oferta para la actividad MICE. Está ubicado en el bulevar Vistosha, en cuya zona peatonal se han instalado divertidas y coloridas terrazas para disfrutar sin cansarse de un buen rato.

Además de una ubicación fantástica, el Millenium tiene sin duda las mejores vistas de la ciudad. Un espectáculo que puede disfrutarse desde el Ozone SkyBar & Lounge, en la planta 29, que además ofrece un menú tan amplio como sus vistas. Perfecto para reuniones, tanto diurnas como nocturnas, cuando Sofía se ilumina. Para eventos privados o más pequeños también cuenta con The Sphere Lounge, en la planta 30, con un ambiente sofisticado, licores extravagantes, una amplia selección de puros y refinada repostería. Todo ello con una panorámica vista de 360º.

La guinda a la excelencia de este genuino y lujoso hotel es su centro de convenciones Triumph Millennium Milestone, con 5.000 m2 repartidos en prácticos espacios adaptables a todas las necesidades. Amplios comedores, la gran sala Ballroom, de 765 m2, y hasta 14 salas multifuncionales y capaces de acoger hasta 2.000 asistentes. Los avances tecnológicos tienen su máximo exponente en un innovador software 3D. Esta plataforma ofrece la posibilidad de reestructurar salas y mobiliario, diseñar espacios e, incluso, hacer recorridos virtuales para que tener una idea muy ajustada del futuro evento.

La otra gran torre hotelera de Sofía no se encuentra muy lejos. Fue levantada en 1979 por el Estado para ofrecer alojamiento, servicios MICE y un apoyo al NDK. En los años 90 lo adquirió un millonario y pasó a ser Kempinski, liderando la oferta del lujo en Sofía.  En el año 2014 lo compró el Grupo Victoria, que tiene establecimientos por todo el país. Recientemente ha redecorado la gigantesca entrada y zonas comunes en un moderno estilo de influencia japonesa en recuerdo al arquitecto que lo concibió, Kisho Kurokawa. De hecho, el hotel era conocido como ‘el japonés’, también por su muy original  jardín oriental, donde seguramente algún pavo real salga a saludar.

Ofrece hasta seis restaurantes, entre los que se encuentra el famoso Panorama, o el Umami, de cocina nipona al más alto nivel. Repartidos entre sus plantas y zonas comunes hay varios café-bar y una amplia zona vip. En el gran lobby se encuentra el Cigar Bar exclusivo para fumadores de puros, con estilo británico y aroma claramente masculino. Un lugar donde las mujeres no son bienvenidas sino más bien, bienechadas.

Otra buena opción es la del hotel Marinela, con gran capacidad de alojamiento gracias a sus 442 habitaciones y varias suites, entre ellas la presidencial, con 270 m2, la más grande de las que se ofrecen en Sofía. El complejo para eventos ofrece 2.696 m2 en interior, repartidos en 13 salas de diferentes tamaños, más el gran salón de 1.100 m2, con capacidad para 700 invitados. Todas ellas equipadas con alta tecnología y modernos sistemas de iluminación y sonido. Completan su oferta para el turismo de reuniones los 1.800 m2 de espacios al aire libre, así como una gran piscina cubierta, el gimnasio y el spa.

CENTROS DE CONVENCIONES

Dos grandes centros de convenciones se suman en la capital a la oferta para el MICE. El Inter Expo and Congress Center, un centro construido en 1958 como agencia de publicidad dentro de la estructura de la Cámara de Comercio e Industria de Bulgaria. Años después se privatizaría y comenzaría su ampliación con nuevos pabellones, hasta convertirse en un referente de la organización ferias, congresos y eventos, que tras la caída del muro encontraron en Sofía un magnífico lugar de encuentro.

Inter Expo Center posee seis salas de exhibición con un espacio total de 13.600 m2 y capacidad para 5.000 participantes, a las que hay que sumar sus ocho salas para reuniones y congresos que ofrecen otros mil metros cuadrados más. Es el lugar ideal para la celebración de ferias comerciales, congresos y grandes seminarios. Uno de sus grandes atractivos es su servicio de asesoría integral, planificación, publicidad, logística y montaje.

El otro gran espacio es Sofia Event Center (SEC), una sala multifuncional única y sin equivalente en Bulgaria. Fue concebido por expertos con todas las características técnicas para celebrar desde programas de televisión, hasta desfiles de moda o conciertos de cámara, sin olvidar lanzamientos de producto o reuniones políticas. Tiene capacidad para 2.000 personas en total, 1.400 de ellas sentadas, con posibilidad de dividir el espacio en salas más pequeñas.

BELLA Y CULTA

Es Sofía la bella, la culta, la que esconde tesoros y cuenta historias de tiempos lejanos. Pocos saben que los curiosos adoquines que cubren las calles del centro histórico y que parecen lingotes de oro, a juego con las cúpulas doradas de las iglesias rusas, fueron un regalo del zar Nicolás de Rusia al zar Ferdinand para celebrar el nacimiento de su hijo Boris.

Uno de las visitas irrenunciables es la catedral Alexander Nevski, una de las más grandes del mundo, con capacidad para 5.000 personas. El templo comenzó a construirse a finales del siglo XIX en homenaje a los rusos caídos en la guerra de Independencia contra el imperio otomano, que ocupó Bulgaria durante cinco siglos. Gracias al ejército del zar Alejandro II, el país pudo expulsar a los turcos y levantar iglesias rusas por todo el país. Alexander Nevski representa el arte y la cultura ortodoxa y aloja el Museo iconográfico más completo del país.

En la plaza de la Catedral se instala cada día un pintoresco mercadillo donde encontrar todo tipo de reliquias del pasado búlgaro y alguna que otra imitación, además de medallas, joyas, antigüedades y souvenirs. También hay puestos de reproducciones de iconos de los monasterios más importantes del culto ortodoxo. El puesto de Raya es el que ofrece la mejor calidad y variedad de las reproducciones.

Muy cerca, y en la misma explanada, se encuentra la basílica de Santa Sofía, construida en tiempos del emperador Justiniano, en el siglo VI, por lo que es una de las más antiguas. Con el tiempo se convertiría en símbolo de la ciudad, hasta el punto de cederle el nombre de Sofía a la capital. En tiempos de los musulmanes fue convertida en mezquita y sus mosaicos romanos, arrasados. Un terremoto destruyó sus minaretes, y tras la independencia volvió a ser la más emblemática de la capital. Junto a ella se encuentra el Monumento al Soldado Desconocido, con su llama siempre encendida que recuerda a todos los que perdieron la vida por Bulgaria.

El bulevar de Tzar Osvobodite (Zar Libertador) lo preside una estatua ecuestre de Alejandro frente a la Asamblea Nacional. Unos metros más adelante y en dirección a Santa Nedelya, el antiguo Palacio Real es ahora la Galería Nacional de Bellas Artes, con exposiciones de arte contemporáneo. La tienda de recuerdos que aloja es muy interesante y completa.

A continuación del Palacio Real, la pequeña iglesia rusa de San Nicolás, que data de 191, destaca por los frescos oscurecidos por el fuego de las velas que acompañan las oraciones ortodoxas, el espíritu cristiano de un pueblo que nunca renegó de su Dios. Una curiosidad en Bulgaria es que el gesto afirmativo con la cabeza es de negación y viceversa. Algo que resulta desconcertante. Los novatos piensan que les están negando, por ejemplo, una cerveza en el bar. Cuenta la leyenda que esta peculiaridad tiene su origen cuando los turcos invadieron el país y obligaron a los búlgaros a renegar de su Dios.

Avanzando por el bulevar se llega al gran parque que aloja el Teatro Nacional Iván Vazov, de estilo neoclásico, inaugurado en 1906, que lleva el nombre del dramaturgo y padre de la literatura búlgara. Es sin duda uno de los edificios más hermosos de la capital. En su fachada aparece Apolo rodeado de musas. El Banco Nacional de Bulgaria y el Museo Arqueológico también merecen una visita, quizá incluso con parada en la terraza del de este último para disfrutar de una cerveza local.

Si algo ha caracterizado y engrandecido Bulgaria a lo largo de su extensa historia es la facilidad con la que han convivido cristianos, judíos y musulmanes. El epicentro religioso de Sofía, igual que el de cada pueblo del país, reúne en escasos metros los lugares de culto de las tres religiones. La mezquita de Banya Basi fue construida en plena dominación turca, en 1575. Junto a ella, la gran Sinagoga Central, consagrada en 1909, una de las más grandes de Europa, que alberga el Museo de la Historia Judía, con más de 3.000 piezas que muestran las influencias de las tres culturas. La iglesia de Santa Nedelya completa el triángulo religioso. Fue arrasada en un atentado en 1925 y y levantada sobre las ruinas en 1927, manteniendo el nombre, pero agrandando sus dimensiones. Se encuentra en la plaza más antigua de Sofía.

DE COMPRAS POR EL CENTRO

Sofía es una buena ciudad para ir de compras por la cantidad de tiendas que alberga y la fascinación que existe por los bolsos y los zapatos. Hay dos zonas fundamentales para el shopping. Por un lado, el bulevar Vitosha en su zona peatonal y sus calles adyacentes, es perfecto para una jornada de tiendas. La mayoría son espacios multimarca de grandes firmas europeas y americanas, pero también hay comercios locales con ropa y accesorios algo más económicos. Además, está lleno de cuidadas terrazas, repletas de flores y jardineras, que invitan al descanso y la contemplación.

La calle Graf Ignatiev es otra de las zonas comerciales por excelencia. Allí se puede apreciar también el horror de la guerra. Junto a magníficas casas del XIX y principios del XX se encuentran los edificios que durante el régimen comunista se construyeron para reparar las bombas inglesas que destrozaron la ciudad. Es una vía vibrante, con muchas tiendas, patios y soportales donde se agrupan pequeños comercios con objetos y libros de segunda mano.

Al llegar a la bellísima plaza de la iglesia de los Siente Santos Letrados, otra joya religiosa de la ciudad, arranca la calle Shishman de regreso hacia la estatua del Zar Libertador. Una calle bohemia que aglutina las tiendas más chic, vanguardistas y modernas de la ciudad que crece, pero no envejece.

RECOMENDADOS

PALACIO DE VRANA

Para sorprender a invitados o profesionales, el Palacio de Vrana es único en Bulgaria. Gracias al Fondo para la Preservación del Patrimonio Histórico Zar Boris y Reina Juana, reúne gran parte de la colección de la familia real. El parque donde se ubica, a 9 kilómetros de Sofía, fue adquirido en 1888 por el zar Ferdinand con su patrimonio familiar. El palacio fue erigido entre 1904 y 1912 y destrozado durante la etapa comunista. Volvió a la familia y, tras más de diez años de meticulosa restauración, alberga el único museo histórico real del país. Los visitantes pueden ver archivos, documentos, fotografías, mobiliario, cartas, vajillas, porcelanas, pinturas, uniformes, medallas y otros objetos pertenecientes a la dinastía Sajonia-Coburo-Gotha-Kohary, que reinó en Bulgaria desde 1887 hasta 1946. El excepcional parque que lo rodea fue diseñado por los mejores paisajistas de la época. Desde hace escasas semanas puede alquilarse para ocasiones especiales y disfrutar de su jardín afrancesado o de las estancias palaciegas. info@dvoretz-vrana.bg
dvoretz-vrana.bg/

IGLESIA DE BOYANA

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentra a los pies del monte Vitosha, a las afueras de Sofia. Por fuera es sencilla, pero el interior de este templo construido en 1279 es extraordinario, sobre todo por sus frescos, un verdadero tesoro del arte medieval. Representan a más de 250 figuras, y lo curioso es que no todas son religiosas, sino que aparece el zar Constantín-Asen y su esposa Irina, pero también los benefactores de la iglesia Kaloyan y Desislava. Hay una imagen de Cristo cuya expresión es también única en la historia del arte iconoclástico. En su pequeño jardín se encuentra la tumba (no los restos, que fueron robados durante el comunismo) de la reina Leonor, que defendió este lugar y luchó por su conservación. El interior solo puede visitarse acompañado de un guia.

MONASTERIO DE RILA

Otro sitio Patrimonio de la Humanidad. Su origen se remonta al siglo X, cuando el ermitaño Iván descendió de la cueva en la que vivía y comenzó a construir un monasterio para acoger a otros ermitaños. Sus milagros le hicieron santo y poco a poco el se fue ampliando. Pasó por varias reconstrucciones, y a excepción de la torre y la iglesia, que son del siglo XIII, lo que ahora muestra pertenece al Renacimiento búlgaro de la primera mitad del siglo XIX. Es todo un símbolo para los ortoxos. Aquí se encuentra la tumba de Ivan de Rila, así como el corazón del zar Boris, única parte de su cuerpo que se conserva. Enclavado en una olla, en el centro en el Parque Natural de Rila, hace que todo su entorno natural sea un espectáculo en cualquier época del año.

PLOVDIV

La ciudad de Plovdiv es la segunda más habitada e importante de Bulgaria. A casi dos horas de Sofía, su visita es imprescindible, porque también es la más antigua del país. Se conservan partes de la antigua urbe romana, además de un estadio y un teatro de la época en lo más alto. El casco medieval y renancentista es una joya arquitectónica. Tras la ampliación de principios del siglo XX, cuenta con la calle peatonal más larga de Europa, poblada por multitud de tiendas. Es un museo arquitectónico con la representación de todas las culturas que han habitado la capital de las siente colinas.

SENSE *****
Hotel de diseño ubicado en el centro histórico de Sofia, junto a la catedral Alexander Nevski, que puede admirarse desde su gastro bar en el rooftop. Es miembro de Design Hotels y ofrece a sus huéspedes una piscina cubierta y spa.
16, Tsar Osvoboditel Blvd.
T: +359 (02) 446 2500
www.sensehotel.com

SOFIA HOTEL BALKAN *****
Uno de los más míticos de la capital, construido en 1956 como parte del complejo presidencial para dar hospedaje a altos cargos, empresarios y políticos que visitaban Sofía. Durante años fue el punto de encuentro de los personajes más influyentes de la Europa comunista. Fue repormado y pertenece a la Luxury Collection de Marriott International. Bajo sus cimientos se encuentra una histórica fortaleza romana, cuyos restos se pueden ver por varias zonas del hotel.
Plaza Sveta Nedelya, 5
Tel. +359 (2) 981 65 41
www.sofiabalkan.com

ANEL *****
Situado cerca del centro comercial de Sofía, de la mezquita Banya Basi y de la sinagoga. Dispone de muchas habitaciones con camas king size y otras adaptadas para personas con movilidad reducida. Tiene solárium, zona de fitness y piscina climatizada. Sin duda, lo que hace peculiar a este hotel es la fabulosa conlección de arte moderno búlgaro, repartido por las principales zonas comunes.14, Todor Alexandrov Blvd.
Tel. +359 2 911 9900
hotelanel.com

RIU PRAVETS GOLF & SPA RESORT ****
Perfecta ubicación, junto al lago Pravets y a las verdes colinas de Stara Planina, para disfrutar de la exhuberante naturaleza que tiene Bulgaria. A tan solo 50 km de Sofía, reúne todo lo necesario para el MICE, gracias a su centro de conferencias para 400 personas. Pero también es idílico para descansar, desconectar, practicar golf, disfrutar de su spa y de una gran variedad de instalaciones deportivas. Dispone de apartamentos de lujo y un piso completo VIP.
8, Ezeroto Qrt. Pravets
Тel. +359 2 902 41 03
riupravets.bg/en/

MOMA RESTAURANT
La cara más moderna de la gastronomía búlgara. Moma significa niña. Ha recuperado antiguas recetas, como el pato cocinado en hojaldre, una especialidad del Palacio Real del año 1941. Decorado con elementos de la cultura y las tradiciones del país, pero con una visión actual y muy atractiva. Address: 28 Solunska Street, Sofia, Bulgaria
28, Solunska Street
Tel. +359 885 62 20 20
moma-restaurant.com

CHECKPOINT CHARLY
Fantástica cocina búlgara y magnifica repostería en este punto de encuentro de gente joven, con jazz en director cada viernes. Lo más original de este restaurante del centro histórico de Sofía es el simbolismo que transmite. Checkpoint Charly fue el puesto de control más famoso entre los dos Berlines, un lugar donde tanta gente perdió la vida buscando la libertad. El recuerdo de la infamia, con viejos periódicos soviéticos o fotografías que marcaron una de las etapas más duras de Europa, no está reñido con su estupenda gastronomía. Ofrece dos ambientes, de tal forma que se puede escoger mesa en la parte Oriental o en la Occidental.
12, Ivan Vazov Street
Tel. + 359 02 988 03 70
www.checkpointcharlybg.com

PRI ORLITE
Cocina de temporada, música en vivo y una de las cartas de vinos búlgaros más amplias de Sofía, con más de 100 referencias de bodegas de país. Situado en la planta más alta del Ministerio de Transporte, ofrece increíbles vistas desde el mismo corazón de la ciudad con panorámica de 360º.
11, Dyakon Ygnatiy str. Sofia 1000
Tel.: +359 2 981 50 00
www.priorlite.com/en

VICTORIA
Fantástico para hacer una pausa en el centro de la capital, ya que se encuentra en el Club Militar, junto al Palacio Real. Destaca por la variedad de su carta especializada en ensaladas, pastas y pizzas, por la amabilidad del servicio y por su agradable terraza. En el amplio jardín hay capacidad para 80 personas.
Club Militar
7, Tzar Osvoboditel Blvd.
Tel. +359 882 10 80 70
www.victoria.bg

ACCESO
Iberia opera con Bulgaria Air (www.air.bg) Suele tener vuelos directos durante todo el año desde Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Tenerife. Wizzair (wizzair.com) ofrece conexiones desde Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga y Valencia. Por su parte, Ryanair (www.ryanair.com) programa frecuencias desde Madrid, Barcelona y Málaga. Iberia y Bulgaria Air aterrizan en la terminal nueva, las compañías low cost llegan a la terminal antigua. Con la pandemia pueden variar los días y las frecuencias de todas las compañías. El aeropuerto de Sofía se encuentra a 12 km la capital. La entrada suele tener tráfico en horas punta. Hay buen servicio de taxis y autobuses cada diez minutos hasta el centro de la ciudad.


DOCUMENTACIÓN
DNI o pasaporte en vigor. Circunstancialmente, Bulgaria exige certificado de vacunación completa para la covid-19, PCR negativa de 72 horas o test de antígenos de 48 horas. Las normativas pueden variar y conviene comprobar los requisitos de entrada antes del viaje. www.visados.es/Paises/Bulgaria-120/Vacunas


SANIDAD
La tarjeta sanitaria europea garantiza atención médica en los hospitales públicos.


CLIMA
Continental extremo, con cuatro estaciones muy bien diferenciadas.


GASTRONOMÍA
De influencia turca y mediterránea, es una cocina muy rica y variada en la que el yogur originario de Bulgaria tiene mucha importancia. Las frutas y verduras de temporada son de cultivo local, tienen mucho sabor y buen precio. El pescado no es su fuerte, a excepción de la trucha, cuya pesca es muy alabada. Domina el cordero y el pollo. Las ensaladas son fundamentales. La más famosa se llama shopska y está elaborada con pepino, tomate, pimiento y queso búlgaro. También es muy conocido el tarator, con yogur, pepino, ajo y eneldo. La repostería es también copiosa, con influencia centroeuropea. Otros platos típicos y muy sabrosos son el sarmí, la banitza y la musaká.


MONEDA
La moneda de Bulgaria es la leva, que equivale a 0,51 euros, por lo que la conversión resulta sencilla. En casi todos los comercios aceptan tarjetas de crédito, a excepción de los puestos y mercadillos callejeros. En algunos lugares se puede pagar con euros. Para el cambio, lo más práctico es acudir a los cajeros automáticos.


COSTUMBRES
Antes de viajar a Bulgaria hay que saber que cuando dicen “sí” o “no” con la cabeza quieren decir lo contrario que en el resto del mundo.