Zaragoza Congresos ha elaborado un manual práctico para que las personas que asistan a un evento en la ciudad no solo puedan acceder físicamente, sino disfrutarlo en igualdad de condiciones. Se trata de un nuevo servicio que pone a disposición de los organizadores para que elijan el destino como sede.
Para presentarlo, Zaragoza Congresos organizado ayer una jornada en el hotel Ilunion Romareda. El ‘Manual de buenas prácticas para la accesibilidad nniversal en eventos’ ha sido elaborado por Marta García y David Cámara, de Zumo Cítrico. Además, cuenta con el aval del Cermi Aragón, ONCE e Ilunion Hotels.
El evento contó con la participación de Sara Fernández, vicealcaldesa de Zaragoza; y con Marta García, como moderadora de una mesa redonda en la que intervinieron Raquel Pérez, delegada de la ONCE en Aragón; José Luis Catalán, presidente del Consejo Territorial de la ONCE y secretario general del Cermi Aragón; y Carlos Domínguez, del Área de Desarrollo de Negocio de Ilunion Accesibilidad.
Con esta guía se pretende que cualquier organizador de un evento en Zaragoza tenga en cuenta diversos aspectos, que son tratados en el documento de referencia, para la perfecta integración de distintas discapacidades y que esos asistentes puedan disfrutar igual que el resto.
El objetivo es concienciar a los organizadores de eventos de que no solo es importante la accesibilidad física, sino que existen otras mejoras realizables que bien implementadas ni siquiera tienen que destacar y permiten eventos inclusivos.
Según los autores del manual, “la accesibilidad universal debería ser un estándar y no un contratiempo que muchas veces se soluciona sobre la marcha según se presenta la necesidad. Pensada con antelación, cualquier solución no tiene por qué destacar y, sin embargo, las personas que hagan uso de ella pueden valerse por sí mismas mejorando, su autonomía y normalizando cualquier evento”.
El texto pone el énfasis en cuestiones que comienzan antes del evento, como es tener en cuenta a las personas con movilidad limitada, con discapacidad visual o intelectual, con dificultad para oír o hablar, sin olvidar que no todas las discapacidades son obvias.