
Bulliciosa, literaria, hospitalaria, divertida y llena de energía… Dublín es hoy una de las ciudades más cosmopolitas del viejo continente sin haber perdido su esencia. El último bastión anglófono en Europa y con un aire que recuerda a Silicon Valley por la cantidad de empresas tecnológicas que alberga, ofrece también una excelente infraestructura para la actividad MICE. Espacios modernos, experiencia contrastada y un ambiente único han colocado a la capital irlandesa en lo más alto del turismo de reuniones.
Más de mil años contemplan a este Dublín de pasado vikingo, repleto de monumentos literarios, como su famoso Trinity College, museos y galerías de arte gratuitos, sin olvidar esos cafés y pubs marcados con el alma de un puñado de grandes escritores y poetas irlandeses. Siendo primero una ciudad medieval alabada y después un destino de pura cepa georgiana, ahora se ha convertido en un lugar cosmopolita y moderno, en parte por las más de con más de 1.200 multinacionales se han instalado aquí, incluidas las que cortan el bacalao: Google, Meta, Amazon, Apple, Microsoft, Twitter, LinkedIn, Intel, Netflix…
Una ventaja añadida de Irlanda es que tras el Brexit se ha convertido en el único país anglófono de la eurozona. Gracias a ello, su potencial como destino MICE ha crecido mucho en los últimos años. La capital muestra además un vigor intelectual muy importante, empezando por sus siete universidades y siguiendo por sus 45 centros de excelencia o los 16 hospitales universitarios. Otra ventaja de Dublín es su conectividad, a menos de una hora de avión de Londres, dos de París, Bruselas, Madrid o Barcelona y a solo seis de la costa este de los Estados Unidos. Su aeropuerto, el más activo de Irlanda, a 12 kilómetros del centro de la ciudad, es utilizado por 80 aerolíneas que vuelan a 179 destinos.
Todos estos factores influyen decisivamente para que su oferta MICE resulte de lo más atractiva para cualquier organizador de eventos, tanto por la variedad de espacios, como por sus dotaciones tecnológicas. Entre los lugares históricos hay criptas medievales, teatros del siglo XVII, castillos, casas georgianas, bibliotecas o antiguos hospitales militares. Tan diversos como venues más modernos, desde cervecerías, hasta museos, un campo de fútbol gaélico o el llamativo centro convenciones.
The Convention Centre Dublin (The CCD) se inauguró en septiembre de 2010 para ofrecer espacios de primer nivel en el centro de la capital, con unas fantásticas vistas del río Liffey, la ciudad, las montañas circundantes y la bahía. Está situado a solo 15 minutos del aeropuerto, en los llamados Docklands, el pujante hub financiero y tecnológico. Desde su apertura, ha acogido más de 2.200 eventos profesionales y recibido más de 60 premios, entre ellos el de los World Travel Awards de 2022, como “Centro de Reuniones y Conferencias Líder del Mundo”, nada menos.
El centro está considerado uno de los recintos más sofisticados que se pueden encontrar desde el punto de vista tecnológico por sus equipos de última generación. Además, fue la segunda sede MICE en Europa en recibir la credencial de Recinto Saludable. En total ofrece 22 salas multifuncionales y flexibles que pueden recibir hasta 8.000 invitados. La estancia más espectacular es el auditorio de 1.995 asientos. Cuenta también con 4.500 m2 de espacio para exposiciones, zonas para banquetes de 3.000 comensales y seis espacios más en el vestíbulo, bañado en luz natural.
Dublín Convention Bureau es la principal entidad de promoción del turismo de negocios en la capital irlandesa y mantiene un perfil muy activo en la asistencia a los organizadores profesionales. Entre las sedes que recomienda llama la atención la Christ Church Cathedral, el venue más antiguo que se puede encontrar en la ciudad, con una cripta del siglo XII que se puede privatizar para recepciones y cenas sentadas, con capacidad para unos 120 invitados. Su magnífica nave gótica es otra estancia sorprendente que puede albergar hasta 400 personas de pie o 250 sentadas. En el templo hay una tercera posibilidad: la Sala de Música, con unas cien plazas. La gracia es que se puede contratar al coro de la catedral, formado por 22 cantantes profesionales.
Otra sede histórica para eventos es el principal icono de Dublín, el Trinity College, que propone teatros escalonados con gradas de 50 a 500 asientos en su impresionante arquitectura que abarca cuatro siglos, sin contar con las numerosas salas de reuniones y espacios para todo tipo de propósitos, desde exposiciones, hasta recepciones, presentaciones o cenas de galas, incluidos sus patios adoquinados alrededor del animado campus. En su oferta destacan The Long Room, en la Antigua Biblioteca, de 65 metros de longitud, para 200 participantes; el Centro de Conferencias (400), la Sala de Exámenes (400) y la Escuela de Negocios Trinity (500). La ventaja añadida es la cercanía a la calle Grafton, la más comercial y popular, y del famoso Temple Bar Pub.
MÁS SEDES
En el área más antigua de Dublín se agrupan otras tres sedes MICE muy utilizadas. La primera es el Castillo, que puede recibir a 4.000 delegados en nueve espacios exclusivos. El más pequeño es el Bedforf Hall, ubicado en la torre del mismo nombre, ideal para conferencias, reuniones de juntas o ruedas de prensa para no más de 80 asistentes. El mayor y más reciente, de 726 m2, se encuentra en el patio interior. Se trata del Printworks, donde se organizan ferias comerciales, convenciones, lanzamientos de productos y conciertos.
Solo hay que caminar unos pasos para llegar hasta el Ayuntamiento, un excelente ejemplo de la arquitectura georgiana, que ofrece su prestigiosa Rotonda, de gran éxito como espacio para recepciones hasta 400 personas. Cruzando la calle en dirección a Parlament Street y el río Liffey la oferta se completa con el teatro Smock Alley, del siglo XVII, con tres espacios: su salón principal (177 personas), el salón de banquetes (150) y la escuela para niños (75).
Siguiendo el curso del Liffey, otro original edificio se ofrece al sector MICE en el corazón de los Docklands, donde tantos emigrantes irlandeses emprendían su viaje hacia una nueva vida. Este antiguo almacén protegido es hoy el EPIC The Irish Emigration Museum. En su interior se celebran muchos eventos corporativos y fiestas de lanzamientos para unos 800 invitados. Un aforo similar propone The Mansion House, en Dawson Street, residencia oficial del alcalde dublinés durante 300 años y lugar histórico en el que se formó el nuevo Estado de Irlanda en 1919. El sitio dispone de seis espacios versátiles para acoger hasta 700 invitados. Los más famosos son el salón Circular, testigo de algunos de los eventos políticos más relevantes del país desde 1821, y las Suites Glass Room, que dan acceso al jardín exterior.
No se puede hablar de la actividad MICE en Dublín, sin su atracción turística más visitada de todo el país, el Guinness Storehouse. Además de recorrer la exposición, con un primoroso montaje sobre la historia de la universal cerveza negra irlandesa, también se pueden organizar eventos en distintas dependencias a lo ancho y alto de sus siete pisos, con una capacidad que alcanza los 2.000 invitados. Quizá la más espectacular es el Gravity Bar, una cúpula acristalada desde la que disfrutar de unas extraordinarias vistas.
PASEO POR LA LITERATURA
En insoslayable. La visita a Dublín tiene que empezar en el Trinity College, la universidad que decidió fundar Isabel I en 1591 para controlar a los irlandeses, de ahí que las grandes familias protestantes inscribieran a sus hijos en este centro para no enviarles a Inglaterra, ya que los católicos tenían prohibido el acceso a estas aulas. Casi todos los grandes escritores nacionales pasaron por aquí. Bram Stoker, Oscar Wilde o Samuel Becket fueron algunos de esos estudiantes becados. Actualmente, el relevo lo representan unos 20.000 estudiantes que cuando aprueban sus exámenes reciben beca, comida y un vaso de cerveza negra, como manda la tradición. La mayoría, sin embargo, come en The Buttery con sus bandejas de autoservicio mientras que los profesores lo hacen en otro salón privado conocido como el Restaurante 1592.
La principal atracción turística del Trinity es su biblioteca antigua, construida en 1732, con su Long Room, una larga sala de 65 metros con altas bóvedas de cañón que alberga una parte de los siete millones de libros custodiados en este edificio. En la actualidad la biblioteca está en un proceso de reforma del edificio y restauración de sus piezas que se alargará cinco años, pero ahora el visitante sí se puede asombrar con Gaia, una espectacular escultura iluminada de la Tierra creada por Luke Jerram, visible y espectacular ante las estanterías vacías sin libros en lo más alto de la Long Room. Sí está abierto, en cambio, «El libro de Kells – The Experience», con una asombrosa inmersión digital que da vida a las páginas de este famoso manuscrito datado alrededor del año 800 d.C. y repleto de criaturas míticas, animales salvajes y domésticos, iconografía cristiana y símbolos celtas.
En toda la ciudad sólo hay una biblioteca más antigua que la del Trinity College. Se trata de la Marsh Library, una institución pública desde 1705 que aún conserva las tres jaulas donde se encerraban los lectores de libros raros. Este viejo y misterioso edificio del Dublín más medieval conserva también algunas primeras ediciones de clásicos de Oscar Wilde como El Retrato de Dorian Gray, El Príncipe Feliz o la primera colección de su poesía. Este año se desarrollará la tercera edición del festival Oscariana, un evento que se llevará a cabo en octubre con representaciones teatrales, ciclos de cine, charlas, exposiciones y otras actividades en homenaje al escritor fallecido en 1900 en París.
Al lado de la Marsh Library queda en pie la catedral de San Patricio (1254), de estilo gótico inglés. Está considerada como la iglesia más larga de la Irlanda medieval gracias a sus cien metros de longitud y es muy venerada porque en su interior se halla la tumba de Jonathan Swift, el autor de Los viajes de Gulliver. A solo 500 metros de este templo se levanta la catedral de la Santísima Trinidad (Christ Church), cuyo origen se sitúa en 1038. Tiene fama por su cripta de los siglos XII y XII, que ocupa casi el ancho total de la catedral. Allí se pueden ver objetos religiosos elaborados en plata, pero lo más curioso de este lugar es que se encuentran momificados un gato y un ratón mencionados en un libro de James Joyce que los dublineses conocen popularmente como Tom y Jerry.
Desde Christ Church es recomendable dar un paseo el río Liffey y sus puentes. El más famoso es el de Ha’Penny, una estructura peatonal de 1816 que tiene 43 metros de largo por 3,7 de ancho. Los locales lo utilizan para cruzar de Bachelors Walk al barrio de Temple Bar. A través de Merchants Arch se accede a los pubs más populares y a las tabernas históricas de la ciudad entre calles adoquinadas muy animadas sobre todo por la noche.
Un agradable paseo de diez minutos conduce a otro de los clásicos: Grafton Street, ideal para caminar y comprar algún souvenir escuchando a artistas callejeros. Muy cerca se encuentra también Suffolk Street, donde se encuentra la estatua de bronce de Molly Malone, la más famosa de Dublín, que hace referencia a una de las canciones más populares de Irlanda: Cockles and Mussels. El tema trata de una vendedora ambulante de pescado y marisco por el día y prostituta de noche. Los visitantes tocan ahora su pecho, ya que según la tradición se aseguran el regreso a la ciudad en el futuro. Debido a ello, el desgaste de la figura es cada vez mayor y las autoridades municipales están estudiando la posibilidad de elevar la estatua para protegerla de los turistas.
La guinda del recorrido puede ser, si el tiempo acompaña, alguno de los populares parques de Dublín, que incluyen el oasis escondido de los Jardines Iveagh, muy próximos al Museo de la Literatura, donde los locales disfrutan de sus pícnics, o el más famoso de todos: St Stephen’s Green. Este espacio público abierto en 1880, de estilo victoriano, cuenta con un precioso lago lleno de cisnes, aunque en él se realizaron ejecuciones públicas hasta finales del siglo XVIII. Hoy el parque alberga un gran número de monumentos escultóricos importantes de la historia irlandesa a lo largo de sus 3,5 kilómetros de senderos accesibles y sus avenidas sombreadas. Un escenario idílico para culminar el viaje junto a la acogedora población de Dublín.
MAS INFO
www.visitdublin.com
www.ireland.com
RECOMENDADOS
GUINNESS STOREHOUSE
Experiencia inmersiva en la historia de la cerveza más emblemática de Irlanda en un edificio de siete plantas que lleva más de 250 años elaborando cerveza negra. Fue Arthur Guinness, de Celbridge, en el condado de Kildare, quien decidió crear una fábrica de cerveza y en 1759 firmó un contrato de arrendamiento en un solar de St James’s Gate, en el centro de Dublín para construir poco a poco su sueño dorado. Hoy se puede disfrutar de una visita que incluye una consumición en el Gravity Bar, pero si se opta por la propuesta “Stoutie” se incluye una segunda pinta con un selfie del visitante en la espuma o una incursión en la Guinness Academy para aprender a tirar la pinta perfecta.
RECORDANDO A OSCAR WILDE
En el año en que se celebra el 125 aniversario de la muerte de Oscar Wilde, se puede contratar un tour a pie por Dublín para descubrir algunos episodios de su vida, visitando lugares clave que dieron forma a su carrera literaria, como el Trinity College, donde estudió, o Merrion Square, la casa de su infancia. Justo enfrente de este edificio se levanta una colorida estatua de Wilde en su pose más característica en una roca de cuarzo de 35 toneladas en la que sorprende su chaqueta verde de fumador tallada en jade y sus pantalones de color granito azul perla que explican de alguna manera el sarcasmo y el ingenio de este periodista y poeta, ferviente seguidor de los griegos clásicos. Durante la experiencia se conocen sus complejas relaciones con otras figuras literarias, como Bram Stoker, o el que fuera líder de los unionistas, Edward Carson, además de la relación con su esposa Constance Lloyd, madre sus dos hijos, a pesar de que Wilde fue condenado a trabajos forzados por homosexualidad.
RUTA COSTERA
Ruta Costera de Dublín por Skerries, al norte de la ciudad, para seguir en dirección sur hasta Killiney, visitando lugares como la pintoresca Malahide o el barrio costero de Dun Laoghaire. En Skerries se recorren sus dos hermosas playas, donde se practica surf, kitesurf, kayak y windsurf. La visita continúa por sus dos históricos molinos de viento que aún siguen en funcionamiento, o el castillo y los jardines de Ardgillan que regalan una hermosa panorámica de las montañas de Mourne.
THE SHELBOURNE DUBLIN *****
Construido en 1824, es uno de los hoteles más lujosos de Dublín. Ofrece 265 habitaciones que incluyen 19 suites. Para la actividad MICE dispone de 10 salas de reuniones de carácter históricos, ideales para todo tipo de eventos, desde cenas privadas hasta conferencias o presentaciones, con tecnología de vanguardia en un entorno opulento frente al St. Stephen’s Green. Destaca también su spa, distribuido en tres plantas, todo un santuario de lujo con siete salas de tratamiento, una zona de relajación y un moderno gimnasio.
27, St Stephen’s Green
Tel: +353 1 663 4500
https://theshelbourne.com
THE TRINITY CITY HOTEL ****
Hotel de 262 habitaciones a muy poca distancia de Grafton Street, Temple Bar, Merrion Square y el río Liffey. El establecimiento atesora una rica historia en un edificio original de la época georgiana en el que hay una antigua estación de bomberos y un hermoso patio. Su propuesta gastronómica es muy original, tanto en el restaurante Courtyard, como en el salón, el bar, el jardín al aire libre y la terraza Brunswick.
Pearse St D02
Tel. +353 1 648 1000
www.trinitycityhotel.com
COLLEGE GREEN *****
Ubicado en pleno corazón de Dublín, el College Green es el hotel de cinco estrellas más céntrico de la capital irlandesa, con vistas al Trinity College y muy cerca del Centro de Convenciones, una opción de lo más exclusiva y bien situada. Entre sus salones para eventos destaca el Banking Hall, que puede recibir a grupos entre 180 y 300 invitados. El establecimiento cuenta además con espacios como The Atrium Lounge, The Mint Bar o Morelands Grill, para deleitarse con otras experiencias gastronómicas.
College Green, Westmoreland Street
Tel. +353 1 645 1000
www.thecollegegreenhotel.com
THE CHURCH
Se trata de una antigua iglesia del siglo XVII, convertida en un moderno bar y restaurante junto a la bulliciosa Mary Street, con espacios versátiles para albergar grupos de hasta 1.200 personas, entre ellos varias salas privadas. El templo, que fue el escenario de la boda del creador de la cerveza Guinness, Arthur Guinness, y Olivia Whitmore en 1761. Mantuvo sus oficios hasta 1964 y en 2005 empezó a ofrecer sus servicios de restauración. Todas las tardes hay bailes y música irlandesa en vivo.
Jervis St, North City
Tel: +353 1 828 0102
www.thechurch.ie
THE MILLSTONE
Asador histórico situado desde hace más de dos décadas en la concurrida y vibrante Dame Street, en el corazón de Dublín. Su plato más demandado es la carne que proviene de animales alimentados con pasto irlandés y los mariscos frescos, además de otras especialidades tradicionales irlandesas, todo muy bien cocinado y servido en un encantador edificio de estilo victoriano.
39, Dame Street
Tel. +353 1 679 9931
www.millstonerestaurant.ie
THE DUKE PUB
Es desde 1822 uno de los pubs más populares de la capital y ofrece en su carta carnes irlandesas y asados muy recomendables que se acompañan con una pinta de Guinness o una de sus deliciosas cervezas artesanales. En The Duke se celebran comidas de negocios y desde sus históricas paredes parten los recorridos callejeros del prestigioso Pub Crawl Literario de Dublín, con actores que cuentan historias divertidas de los escritores irlandeses más célebres.
9, Duke Street
Tel. +353 1 6799553
www.thedukeDublin.com
ACCESOS
Hay vuelos directos a Dublín desde varias ciudades españolas con Iberia (www.iberia.es) y otras compañías de bajo coste, como Ryanair (www.ryanair.com/es) o Aer Lingus (www.aerlingus.com). El aeropuerto está emplazado a 10 kilómetros al norte de la ciudad. Se comunica con el centro a través de la autopista M1, enlazando con la M50. Cuenta con dos aparcamientos: uno para estancias cortas, que está bastante cerca de la terminal y otro de larga estancia, justo a la salida del recinto. Existen varias líneas de autobuses urbanos e interurbanos que conectan el aeropuerto con la ciudad. La línea 700 es la más recomendable, con frecuencias cada 15-30 minutos. Tarda media hora en llegar al centro de la capital.
CLIMA
El clima de Dublín es oceánico templado, caracterizado por sus temperaturas suaves y las abundantes precipitaciones. Los meses más calurosos del año son junio, julio, agosto y septiembre, cuando la temperatura media alcanza los 19 °C. En los meses más fríos y lluviosos (enero, febrero y marzo) el termómetro desciende hasta los 3 °C.
GASTRONOMÍA
La gastronomía irlandesa está repleta de excelentes productos, entre los que destacan el salmón, las ostras, el rodaballo, la langosta y los estofados. Para desayunar no tienen dudas: café o té, zumos, pan con mantequilla, pastel de patata, pudin, huevos fritos, salchichas y tomate cocido. En general, el plato estrella de Dublín es el estofado irlandés y también son muy populares el pastel de carne Shepperd’s Pie, las salchichas con puré, las sopas cremosas de marisco, las gambas y los mejillones. En los restaurantes, cuando el servicio no está incluido, es aconsejable dejar una propina de un 10-15% del importe de la factura.
MERCADOS
La cultura irlandesa se expresa muy bien en sus mercados y mercadillos, donde abundan las frutas, las verduras y las flores. Siempre sorprenden. Uno de los más populares el de Moore Street, de lunes a sábados entre las 11 y las 17h. Aquí se puede encontrar de todo, hasta gorros de punto. También tiene fama el de Temple Bar (lunes a sábados, de 9,30 a 15,30h, especializado en alimentación, con una gran oferta, desde pasteles, aceitunas o pan recién horneado, hasta quesos artesanales y miel irlandesa. El del Parque de Santa Ana funciona solo los sábados de 10 a 16h, con mucha variedad de productores y artesanos locales.
PUBS
La capital irlandesa está llena de bares y pubs antiguos y modernos, donde disfrutar de una pinta de Guinness, un cóctel o un buen whisky. La música del país se escucha en todo tipo de lugares, desde la trastienda de un pub hasta el escenario principal de un local especializado. El sonido de la gaita es omnipresente, desde las calles adoquinadas de Temple Bar hasta lo alto de las montañas de Dublín. Algunos de los más famosos son: O’Donoghues, The Quays, The Temple Bar, The Palace Bar, The Brazen Head, Oliver St. John Gogarty’s o Mulligans’s.
COMPRAS
Electrónica, moda, regalos, arte, joyerías… Dublín ofrece una amplia gama de posibilidades a la hora del shopping. En la zona sur de la ciudad, el más famoso centro comercial es St. Stephen’s Green, reconocible por su techo de cristal y sus tres plantas luminosas. A su lado, Grafton Street está repleta de tiendas hasta el Powerscourt Townhouse Centre. Alrededor del patio acristalado de una casa georgiana reformada se congregan boutiques de moda, tiendas de decoración, galerías de arte, joyerías y salones de belleza. En Henry Street se encuentra los centros comerciales Illac y Jervis. En las afueras destaca Dundrum, con una gran selección de restaurantes, además de un cine, un teatro independiente y un gimnasio.
FIESTAS
La más famosa de las fiestas irlandesas es el Día de San Patricio, el 17 de marzo, en la que todo se viste de verde. Durante la jornada no faltan desfiles de carrozas, teatro callejero, bailarines y bandas de música. Menos conocidas son la Fiesta de Mayo, con bailes y grandes decoraciones de flores; las Ferias de Verano, con bailes y cantos; y el Samhain, el año nuevo celta, en el que los niños se disfrazan y llevan linternas encendidas de casa en casa para recibir golosinas.










