
La industria de los eventos podría ser clave para reactivar la actividad turística debido al impacto que supone para las zonas en las que se desarrolla y promoviendo la desestacionalización, según AEVEA (Agencias de Eventos Españolas Asociadas).
El sector turístico ha sido uno de los más tocados por la pandemia de la covid-19, agravado por el problema endémico de la estacionalización, que este año viene marcada por la incertidumbre de la llegada de turistas internacionales en verano.
En estos momentos se están buscando todas las fórmulas posibles para salvar la temporada de verano, clave para el sector, incluyendo la adopción de medidas y estándares para garantizar la seguridad, minimizar riesgos y, sobre todo, recuperar la confianza.
En este contexto, la industria MICE podría ser clave para reactivar el turismo en España tras el confinamiento, para ello este sector está preparando una serie de protocolos con medidas de seguridad con el objetivo de reanudar su actividad cuento antes y ayudar a reactivar la economía -el Turismo supone un 12% del total- según las Agencias de Eventos Españolas Asociadas (AEVEA).
Teniendo en cuenta la cantidad de propuestas que engloba el sector -conferencias, convenciones, seminarios, reuniones corporativas, ferias, viajes de incentivos, entre otros- el impacto económico de la actividad del sector podría ser clave para la reactivación del turismo nacional.
El estudio de análisis a nivel mundial, elaborado por Events Industry Council en colaboración con Oxford Economics, cifra en 10.889 millones de euros el impacto del sector en el PIB español, lo que sitúa a nuestro país en la decimosegunda posición de la lista de 50 países con mayor impacto en la organización de eventos.
Además, en España también existe una importante carga lúdica y experiencial, lo que incentiva la tendencia del ‘Bleisure’, que combina el viaje de trabajo con el disfrute del ocio, lo que incrementa de manera importante el impacto económico en los destinos turísticos y reduce la estacionalidad.
TURISMO DE CALIDAD Y DESESTACIONALIZACIÓN
Asimismo, el turista de negocios genera el doble de impacto económico que un turista de ocio. Mientras que el turista de sol y playa gasta en torno a 146 euros diarios, el turista de eventos alcanza los 208 euros. Entre otras razones, porque el nivel adquisitivo suele ser más alto y en paralelo a la asistencia del evento se desarrollan otro tipo de actividades: compras, ocio, cultura…
Además de gastar más, el turista de negocios es un gran prescriptor en su lugar de origen, ya que habla bien de los países a los que va, lo que proporciona una red de contactos que seguramente desee visitar el país en un futuro, además de generar de nuevo confianza al turista de ocio que ya lo conoce para que vuelva a visitarlo tras esta crisis lo que incentivará la reactivación del turismo en general.
La industria de eventos también podría ayudar a reactivar el turismo a través de la desestacionalización. La mayoría de los turistas que visitan nuestro país lo hacen durante los meses de verano y este año la movilidad estará muy restringida por lo que los viajes de negocio podrían ayudar salvar la temporada turística.
AEVEA considera que una vez se vaya recuperando la normalidad, España deberá “recuperar su imagen internacional como destino seguro y de gran riqueza cultural para visitar”.
La limitación actual de movilidad entre países o la limitación en el número máximo de asistentes, harán que el sector se concentre en espacios más reducidos y el formato de los eventos combine experiencias híbridas entre lo físico y lo digital. Esto generará una demanda añadida a los hoteles que cuenten en sus instalaciones con salas de reuniones y conferencias.
[useful_banner_manager banners=1 count=1]









