Gracias a la utilización de una mezcla de queroseno clásico y de bioqueroseno obtenido mediante hidrotratamiento a partir de aceites usados en su vuelo AF6129, Air France ha puesto en acción el principal medio de reducción de CO2.
Air France ha realizado por primera vez en el mundo el trayecto más económico en CO2. Se trata del vuelo AF6129, que enlazó Toulouse-Blagnac y París-Orly en 1 h 20 min el jueves 13 de octubre. Para lograrlo, Air France puso en acción todos los medios de reducción de las emisiones acústicas y gaseosas.
Las emisiones de este vuelo fueron de 54 g de CO2 por pasajero por km, es decir, la mitad de un vuelo tradicional, gracias a la utilización de un 50% de biocombustible sostenible, la optimización de los procedimientos de vuelo y la reducción del peso embarcado.
Este vuelo comercial, que reúne por primera vez todos los componentes de ahorro de energía, forma parte de un programa ambicioso de la compañía para apoyar la lucha contra el cambio climático.
Utilización de un 50% de biocombustible sostenible
Gracias a la utilización de una mezcla de queroseno clásico y de bioqueroseno obtenido mediante hidrotratamiento a partir de aceites usados en su vuelo AF6129, Air France ha puesto en acción el principal medio de reducción de CO2. Las emisiones de este vuelo son de 54 g de CO2 por pasajero por km, es decir, la mitad de un vuelo tradicional.
La utilización de biocombustibles sostenibles es reconocida y certificada por la ASTM (American Society for Testing Material, organismo de normalización que redacta y elabora normas técnicas) desde el verano de 2011.
Eco-pilotaje y optimización de los procedimientos de vuelo
• Para la alimentación del avión y la climatización, se da preferencia a la utilización de los grupos eléctricos respecto a una alimentación térmica a base de queroseno.
• La fase de rodadura después del aterrizaje se efectúa con uno de los dos reactores del avión apagado. De hecho, la totalidad de los aviones en fase de rodadura en el aeropuerto de París-Charles de Gaulle y París-Orly aplican todos los días este procedimiento de rodadura con un motor para ahorrar combustible.
• Las fases de ascenso y descenso se realizaron en continuo, es decir, suprimiendo los tramos intermedios, generadores de emisiones gaseosas y acústicas. Air France colaboró considerablemente en el pasado en la evaluación e implementación de estos procedimientos con la DGAC y los pone en práctica cada vez que el control aéreo lo permite, en función de la ocupación del espacio aéreo.
• La trayectoria del avión también se optimizó con el fin de elegir la ruta aérea más corta posible y la altitud de crucero más económica. La búsqueda permanente del nivel de vuelo y de la velocidad óptima son fuentes de ahorro de combustible que, en este vuelo, representan un 10% respecto a un vuelo tradicional.
Desde el primer vuelo atlántico optimizado de principio a fin para reducir las emisiones gaseosas y acústicas el 6 de abril de 2010, Air France organiza diariamente vuelos trasatlánticos optimizados, como por ejemplo entre Nueva York-JFK y París-Charles de Gaulle en Airbus A380. En cada uno de estos vuelos, Air France reduce entre 3 y 5 toneladas sus emisiones de CO2.
Reducción del peso embarcado
La reducción del peso del avión es una prioridad en todos los campos: cada kilo ganado representa una disminución de los vertidos de 80 toneladas de CO2 al año.
El vuelo Toulouse-París está equipado con un nuevo asiento, más delgado y más cómodo, como la totalidad de los aviones de la flota de corta distancia. Más ligero que un asiento clásico en un 40%, permite ahorrar 1.700 toneladas de combustible al año.
La reducción del peso no sólo atañe a los asientos, sino a todo el equipamiento de la cabina, incluyendo el material de servicio (armarios, carros de bebidas y comidas, compartimientos) cuyo peso se ha reducido un 15% de media entre 2006 y 2012.
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