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DAKAR. Aquí hay ‘teranga’

TEXTO Y FOTOS FERNANDO SAGASETA

Dakar_Monumento al Renacimiento Africano

Moderna y cosmopolita, Dakar abre las puertas del África negra al visitante europeo con un dinamismo inusual y una constante expansión hacia nuevos polos de desarrollo, acompañada de nuevas infraestructuras que la hacen cada vez más atractiva para la actividad MICE. La capital senegalesa exhibe además de una cultura muy arraigada, con gran diversidad étnica en armoniosa convivencia, y una estabilidad política envidiable para la región. La teranga, la tradicional hospitalidad nacional, hace todo lo demás.

 

Más ordenada y limpia que la mayor parte de las grandes metrópolis africanas, Dakar ejerce un magnetismo especial por su carácter festivo, jovial y amable, su vibrante vida en la calle, donde reina una relativa seguridad, y unos cielos luminosos que se reflejan en las aguas del Atlántico, el océano que arropa buena parte de una capital enclavada en la punta de la península de Cabo Verde, la más occidental de todo el continente.

La densidad urbana convive con rasgos auténticos: avenidas amplias que comparten espacio con vendedores ambulantes, halcones sobrevolando los mercados, barrios que se extienden sin medida en torno a ejes de desarrollo y la promesa de un tren ligero al Aeropuerto Internacional Blaise Diagne, cuya inauguración, aunque retrasada, se prevé hacia 2026. Por lo pronto, la conexión de la infraestructura con el centro, a unos 47 km, se realiza a través de una autovía rápida para un trayecto de una hora más o menos, en función del tráfico.

Aunque bastante más alejado de la ciudad que el antiguo aeropuerto Léopold Sédar Senghor, la ciudad presume desde finales de 2017, cuando fue inaugurado, de unas instalaciones mucho más acordes con el signo de los tiempos. Es el hub de las compañías locales Air Senegal y Transair, además de acoger unos 30 vuelos diarios a Europa, Oriente Medio, Estados Unidos y otros destinos africanos. En total, cerca de 3 millones de pasajeros al año, que podrían subir hasta los 10 millones con el proyecto de la segunda terminal.

INFRAESTRUCTURA MICE

Lo que distingue a Dakar de otros destinos competidores es su estrategia integral para el turismo MICE. El gobierno, a través de la Agencia Senegalesa de Promoción Turística (ASPT), ha impulsado una hoja de ruta hasta 2030 que incluye la creación de un convention bureau y la modernización de recintos para posicionar al país como referente en el sector. En el horizonte más inmediato se encuentra la celebración de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Verano en 2026, que se organizarán por primera vez en África. La elección del Comité Olímpico Internacional (COI) demuestra la competitividad y la capacidad logística del país.

Otros sectores que están dinamizando la celebración de reuniones y congresos son el agrícola, sobre todo en innovación y prácticas sostenibles; el aérea digital, una de las grandes apuestas de la administración pública; y la energía, gracias a la nueva posición de Senegal como productor de petróleo y gas; sin olvidar la cultura, con eventos de raigambre, como la Bienal de Dakar; o la medicina, con el Instituto Pasteur, uno de los grandes centros de producción de vacunas del continente, que concita numerosas reuniones profesionales. Según cifras oficiales, el 23 % de las llegadas internacionales a Senegal son de negocios. Conocido como la ‘Puerta de África’, la proximidad del país a Europa facilita el acceso de delegados internacionales.

Instalaciones como el Centro Internacional de Conferencias Abdou Diouf (CICAD), que abrió sus puertas en 2014, con un auditorio de 1.500 plazas y numerosas salas de reuniones; Dakar Expo Centre, inaugurado cuatro años después, el más grande de África Occidental, con una espectacular sala de 4.800 m2 sin columnas; Dakar Arena, en Diamniadio, con un aforo de 15.000 personas; el nuevo estadio Abdoulaye Wade, construido en 2022, con capacidad para 50.000 espectadores, o el Gran Teatro Nacional, entre otras, ofrecen oportunidades de primer nivel para albergar eventos empresariales a gran escala.

Además, destacan recintos como el Centro Internacional de Comercio Exterior de Senegal (CICES), un complejo ferial con 6 pabellones principales y 7 regionales en un espacio cubierto de 27.000 m2 más otros tantos exteriores; o el flamante Museo de las Civilizaciones Negras, junto al puerto, con su peculiar arquitectura circular inspirada en las chozas impluvium de la región de la Casamance, al sur del país, que alberga un auditorio de 150 plazas y otros espacios polivalentes. Otra buena opción para los organizadores, y bien céntrica, en el barrio de Plateau, es el Instituto Francés, con un patio muy agradable lleno de vegetación, que alberga un teatro al aire libre de 450 asientos.

Los hoteles no se quedan atrás. El emblemático King Fahd Palace lleva más de 30 años acogiendo eventos con enorme éxito. Dispone de un centro de conferencias de 6.000 m2, con dos auditorios, de 700 y 120 butacas, diversos salones, el mayor de ellos con capacidad para 2.000 invitados, y una infraestructura para banquetes verdaderamente asombrosa, tanto en interior como en sus magníficos jardines junto al mar. El Novotel contribuye a la infraestructura MICE de la ciudad con 15 salas, y el Noom Sea Plaza, antiguo Radisson Blu, otras 12 en un centro de convenciones asomado al mar y con entrada separada, donde se pueden congregar hasta 600 delegados.

Entre las novedades hay que contar con un complejo, actualmente en construcción, en la zona de Les Almadies, en las antiguas instalaciones del Club Med. Estará gestionado por el gigante Marriott e incluye un Sheraton de 5 estrellas y 250 habitaciones junto con un Aloft de 4 estrellas y 150 habitaciones. La idea es que esté en marcha antes de los Juegos Olímpicos de la Juventud, el año que viene.

DESCUBRIENDO DAKAR

Aunque la capital senegalesa no atesore grandísimos atractivos turísticos, lo cierto es que mantiene un poderoso encanto. Entre los puntos fuertes están sus gentes tan abigarradas, sobre todo las mujeres, con esas fantasiosas telas de atrevidísimos colores cubriendo el cuerpo y la cabeza con largas túnicas y enrevesados tocados; una actividad frenética en las calles, con multitud de mercadillos; grandes contrastes entre barrios; y una costa que ofrece muchas posibilidades, con acantilados y playas donde los chiquillos juegan al fútbol, y dos largos paseos marítimos por donde pasear, ver y dejarse ver frente a exóticas islas, como Goreé, Ngor o Yoff, que los lébou utilizan para rituales y ceremonias religiosas.

Frente a otras capitales africanas, Dakar parece más desarrollada, sobre todo al atravesar las zonas residenciales, pero los contrastes no dejan de ser profundos entre los todoterrenos de cristales tintados pasando a toda velocidad junto a autobuses destartalados, sin ventanas y atestados de pasajeros. Entre medias, los bana-bana, esos incombustibles vendedores ambulantes, o niños mendigos. En cualquier caso, los occidentales pasan bastante desapercibidos y no suelen ser objeto de miradas codiciosas.

Muchas dependencias ministeriales y las oficinas de grandes empresas se están estableciendo en la nueva ciudad de Diamniadio, planificada a 30 km de la ciudad, el emergente hub económico y administrativo muy cerca del aeropuerto. Sin embargo, los mejores museos, bares y restaurantes se encuentran en Le Plateau, el corazón de la ciudad, en el extremo sur de la península.

En el colindante barrio de Medina se alza el minarete de la Mezquita Mayor, con sus 67 metros de altura. No en vano, Senegal es un país de aplastante mayoría musulmana. Aunque los cristianos apenas representan el 3%, también tienen su templo, la catedral del Recuerdo de África, una construcción completamente blanca con diversas influencias arquitectónicas que data de los años 30 de siglo pasado.

Para bien o para mal, lo que más impresiona de la capital es el desproporcionado Monumento al Renacimiento Africano, alzado sobre una colina con ese aire grandilocuente de realismo socialista y simboliza a un continente que mira al futuro a través de las figuras de un hombre, una mujer y un niño. Por supuesto, la construcción fue controvertida por su elevado coste y por su estilo, tan alejado de la cultura local, pero recibe numerosas visitas a pesar de los 200 escalones que hay que subir hasta llegar al ascensor. Al menos, las vistas merecen la pena. Muy cerca se alza el Faro de Mamelles, el más antiguo de Dakar, que data de 1864. Desde aquí se divisa la punta de Almadies, Ngor, las islas de la Magdalena y Ouakam.

Mucho más interesante para conocer la cultura africana es el Museo de las Civilizaciones Negras, junto al Gran Teatro Nacional. Abierto en 2018, concentra una documentada reivindicación de las aportaciones africanas al progreso de la Humanidad en disciplinas como la farmacia, las matemáticas, la cirugía o la arquitectura. Buena parte de estos avances proceden de la cultura egipcia, africana, sí, pero no negra. En torno al enorme baobab de hierro que se alza en medio del atrio y en el resto de las plantas hay expuestas llamativas máscaras tribales y muestras de arte contemporáneo local. Por cierto, en Plateau está poblado por unas cuantas galerías de arte que merecen la pena, como Le Cube, que comparte espacio con una peluquería, Cecile Fakhoury o Antenna.

Relativamente reciente es también uno de los mayores atractivos actuales de la ciudad, la casa museo de Ousmane Sow, uno de los artistas senegaleses más universales, junto al litoral del barrio de Yoff, al norte de Dakar. Para dar idea de su proyección, basta decir que la exposición que realizó en el Pont des Arts de París en 1999 la contemplaron 3 millones de visitantes. Gracias a sus hijos, que han logrado reunir una obra dispersa, es posible disfrutar del rotundo estilo del creador, con esas figuras gigantes de poderosas anatomías que son casi un estudio etnográfico de las tribus del país —como los peúl o los fulani—, y otras foráneas, entre ellas los nuba sudaneses o los zulúes sudafricanos.

RECOMENDADOS

ISLA DE GOREÉ

Con una historia verdaderamente conmovedora, la visita a la isla de Goreé es una de las excursiones imprescindibles desde la capital senegalesa. Los ferris salen del puerto cada media hora para una navegación que apenas dura 20 minutos. En 1978 fue declarada Patrimonio de la Humanidad como lugar de memoria del sufrimiento humano. Desde Nelson Mandela, hasta Juan Pablo II o Barack Obama pasaron por aquí para honrar a las víctimas. Entre estrechas callejuelas, bonitas casas de colores pastel y la sombra de palmeras y buganvillas, se alza un verdadero monumento a la monstruosidad humana, la Casa de los Esclavos, el último lugar de paso de la trata de negros entre África Occidental y Estados Unidos hasta su abolición en 1848. Además de la sala de pesaje, sobrecoge la «puerta sin retorno», al borde del mar, el último paso antes de partir a las Américas.  Portugueses, holandeses y franceses se aprovecharon de este infame tráfico. En la isla se puede echar el día para darse un baño, comer en alguna terraza, recorrer los puestos de artesanía o subir a los acantilados del Castel. También cuenta con un interesante Museo Histórico.

LAGO ROSA

A unos 40 km al norte de Dakar se encuentra el Lago Rosa, o Lago Retba, una atracción turística con mucho tirón, a pesar de que en algunas épocas del año no presenta el color que evoca su nombre y que se genera por la presencia de camarones microscópicos y unas algas que segregan pigmento. El efecto se aprecia mejor durante la estación seca, de noviembre a junio. Con una salinidad del 40%, incluso superior a la del Mar Muerto, lo difícil aquí es hundirse en el agua. La oferta de servicios es extensa, con excursiones en 4×4 para recorrer el perímetro o paseos en piragua, así como numerosos puestos donde comer. La parte oeste del lago está cubierta de dunas, el primer contacto con el desierto para los que llegan de la capital. El pueblo de los salineros también merece una visita.

NOOM SEA PLAZA *****

El antiguo Radisson Blu, ahora miembro de Radisson Individuals, ofrece una ubicación privilegiada frente al océano, en la Corniche Ouest, conectado al centro comercial Sea Plaza y cerca de embajadas y zonas residenciales. Con 234 habitaciones, alberga un centro de negocios compuesto por 15 salas modulares para recibir hasta 600 personas. Llama la atención su magnífica piscina infinity y destaca también por el Buddhattitude Spa, así como una rica oferta gastronómica.

Carretera de la Corniche Ouest
Tel. +221 33 869 33 33
https://www.radissonhotels.com/

PULLMAN TERANGA *****

Icono de la ciudad desde los años 70, combina elegancia y servicio personalizado. Con 247 habitaciones, muchas de ellas con vistas al Atlántico, y espacios como el club nocturno Mandingo, ideal para eventos con ambiente. Dispone de una piscina exterior climatizada zona de tumbonas frente al mar y playa privada artificial, un spa con baño turco, un centro de negocios y varias salas para eventos.

10, Rue Colbert
+221 33 889 22 00
https://all.accor.com

FLEUR DE LYS PLATEAU ****

Un oasis de lujo tras una fachada discreta. Sus 80 habitaciones, decoradas con diseño contemporáneo, ofrecen todas las comodidades occidentales, desde wifi hasta minibar. Las camas son especialmente cómodas, un detalle apreciado por los viajeros de negocios. Cuenta también con piscina, tres restaurantes, gimnasio y tres salas de reuniones.

64, rue Félix Faure
Tel. +221 33 849 46 00
www.hotelfleurdelysdakar.com

KING FAHD PALACE *****

Un complejo imponente y emblemático que ocupa 35 hectáreas en la exclusiva zona de Les Almadies, al norte de Dakar, con campo de golf de 9 hoyos, canchas de tenis, piscina infinita frente al mar y playa privada. Un sinónimo de lujo, tranquilidad y servicios de alto nivel. Ofrece 374 habitaciones y suites, dos restaurantes, dos bares, centro de bienestar y gimnasio. Está reconocido como uno de los principales centros de conferencias de África Occidental, con 6.000 m2 de espacios.

Carretera Des Almadies
Tel. +221 33 869 69 69
www.kingfahdpalacehotels.com

LE BIDEEW

Instalado en los jardines del Instituto Francés, es todo un oasis en pleno barrio de Plateau, con su inmenso baobab presidiendo la estancia. Destaca por su cocina franco-senegalesa, con platos creativos, como la ensalada de camarones con salsa de maracuyá. No solo es un lugar para comer, sino un punto de encuentro cultural en Dakar. Regularmente organiza como bufés temáticos, brunches dominicales y aperitivos musicales.

89, rue Joseph Gomis
Tel. +221 33 823 19 09

CHEZ LOUTCHA

Un local auténtico, popular, concurrido y barato, donde degustar un de los mejores pollos yassa de Dakar, aunque también es famoso por otras especialidades senegalesas, como el mafé o el thiebou yapp, el plato nacional. Su carta ecléctica y su ambiente, animado con música de jazz, lo hacen muy especial. Las raciones son bien generosas. Cuidado a la hora de pedir.

101, rue Moussé Diop
Tel. +221 33 821 03 02
https://chezloutchadakar

LE BAYÉKOU

El nombre significa «déjate llevar» en wolof, el idioma mayoritario de Senegal, lo que se refleja en su propuesta: un lugar para disfrutar de buena comida, cócteles y música en una acogedora azotea con vistas a la isla de Ngor. Los viernes por la noche se celebran veladas italianas con aperitivos y tapas gratuitas, acompañadas de música en vivo. Los jueves por la noche se organizan conciertos de jazz en vivo.

Muelle de la playa de Ngor
Tel. +221 77 681 38 88
[email protected]