Hablamos con Gilberto Salcedo, Vicepresidente de Turismo en ProColombia sobre la oferta MICE de Colombia. El destino está viviendo un momento dulce, con un gran aumento de las llegadas internacionales, un nuevo eslogan de promoción y una estrategia para dar juego a otras regiones del país menos conocidas.
Colombia tuvo un incremento del 43% en eventos durante 2023, una cifra verdaderamente llamativa. ¿A qué se debe este éxito?
A varios motivos. El buen comportamiento viene de la rápida reacción que tuvimos durante la pandemia. Se detuvieron los eventos pero no la labor comercial. Logramos una retención del 75% de los eventos que estaban planeados para el primer año. En paralelo, renovamos toda la oferta, así como la estructura institucional, empezando por ProColombia y siguiendo por los convention bureau de los distintos destinos. Un trabajo coordinado y alineado con los objetivos de la oferta renovada. Estamos reforzando la oferta con tecnología, con modernidad, con venues singulares y con precios muy competitivos.
¿A qué nivel están los precios en el país?
Hicimos una comparativa y vimos que en Estados Unidos un congreso de tipo medio cuesta 115.000 dólares, en México 75.000 y en Colombia 30.000. Es algo importante, debido al alza de tarifas del aéreo. Hay una acumulación de demanda enorme y eso está haciendo subir mucho los precios. El mercado demanda destinos MICE únicos, auténticos y competitivos. Colombia cumple con creces estos requisitos. Estamos atrayendo muchos congresos de tecnología, educativos y médicos. Todos ellos están dejando un gran legado en el país.
¿Qué importancia tienen los criterios de sostenibilidad a la hora de elegir un destino como Colombia?
Es un tema relevante. Estamos liderando esta exigencia, más que tendencia, porque llevamos trabajando mucho tiempo en ello. Los modelos de negocio de nuestros empresarios ya están incorporando la sostenibilidad en su ADN. No solo para el vacacional, sino para el segmento MICE.
¿Qué perspectivas existen para el año que viene?
La demanda sigue siendo muy alta. Por eso busca precios competitivos, destinos con experiencias únicas, sostenibles y variadas, con capacidad para todo tipo necesidades. Somos muy optimistas, también por el buen momento que está atravesando el país, tanto de estabilidad como de desarrollo. Entre enero y septiembre de 2023 hemos tenido 4,2 millones de viajeros, con una tasa de crecimiento del 29%, según Forward Keys. Colombia figura en su último informe como el segundo país del mundo con mayor tasa de crecimiento en llegadas internacionales. Esto nos hace pensar que viene un año muy bueno.
Además, han subido un puesto en el ranking mundial de ICCA.
Así es, del 29 al 28. Pocos países en nuestro hemisferio tienen cuatro destinos colocados en el ranking: Bogotá, Cartagena, Medellín y Barranquilla. Cartagena es lidera la clasificación de eventos híbridos en América Latina y estamos en el top 3 de la región, junto con México y Brasil.
¿Cuáles son los criterios que han seguido para reorganizar las regiones del país a nivel promocional y dar visibilidad a otros destinos?
Colombia es un país de ciudades grandes, varias con más de un millón de habitantes, con buenas infraestructuras urbanas. Eso significa que once de ellas tienen capacidad para acoger eventos internacionales. Hemos diseñado una estrategia de promoción con seis regiones turísticas en las que se encuadran estas ciudades y que ofrecen nuevas opciones aparte de los receptores tradicionales de turistas.
¿Cómo valora la conectividad aérea actual con España?
Es muy buena. Hay cuatro vuelos directos diarios Madrid-Bogotá con Avianca, más tres de Iberia y uno de Air Europa. En total, ocho vuelos a la capital, más los de Cali y Medellín, junto a los vuelos en conexión de compañías europeas como Air France o Lufthansa. Aún así, todavía cabe aumentar esa capacidad, por ejemplo en Barcelona. A nivel global, el país atiende 1.200 frecuencias al día en todo el mundo, con un crecimiento del 6%-8% con respecto al año anterior. En 2023 ha habido 23 nuevas rutas internacionales. El crecimiento es muy relevante. Colombia tiene una posición estratégica privilegiada, en la bisagra entre los dos subcontinentes americanos.
El destino ha puesto en marcha un nuevo lema “Colombia, el país de la belleza”. ¿Cuáles son las estampas que acompañan esta afirmación?
No estamos hablando de la belleza clásica o tradicional, sino la que se encuentra a través de los ojos de la sostenibilidad, de la gente y de la biodiversidad. De hecho, somos el primer país del mundo en biodiversidad en términos de metros cuadrados. Somos los primeros en aves, en mariposas o en orquídeas, entre otras maravillas. Queremos transmitir los valores de una Colombia única y genuina, llena de color, de contrastes y variedad.
En paralelo, la estrategia de promoción ha supuesto la reorganización de las regiones.
Así es. Hablamos de seis países en uno solo. Por ejemplo, el Gran Caribe es mucho más que Caribe en el sentido clásico de resorts con todo incluido, sino con joyas coloniales como Cartagena. Muy cerca está Barranquilla, una ciudad cosmopolita, el principal puerto comercial del país y donde desemboca el río más importante, el Magdalena, con grandes posibilidades para el turismo MICE, con malecón maravilloso, buena gastronomía y venues de primer nivel. Cruzando el río te encuentras un parque nacional con manglares espectaculares.
¿Qué otras regiones componen ese mapa turístico?
A tan solo hora y media de Barranquilla llegas a Santa Marta, al parque nacional de Tairona. Desde la playa se ven las nieves perpetuas de una sierra que además está viva, con cuatro comunidades indígenas que la pueblan. Son protectores de la naturaleza y de un patrimonio arqueológico importantísimo, como es el caso de Ciudad Perdida, que según los expertos puede ser incluso más atractiva que el mismo Machu Picchu.
Siguiendo hacia el norte, está el sur del departamento de la Guajira. Allí se encuentra Palomino, con muchos hoteles boutique, muy verde, con varias cuencas fluviales que desembocan en el Atlántico. Apenas a dos horas te encuentras en las dunas, en la parte norte, un desierto con muchas posibilidades turísticas. Desde el Atlántico hasta el extremo norte de la Guajira hay turismo de sol y playa y muchos deportes náuticos, un paraíso del kite surf.
El Pacífico colombiano tiene sabor a selva y mar, sabor a salsa, a gastronomía, con playas únicas, nada masificadas y una gran biodiversidad. El 50% de la avifauna del país está en esta zona. También hay que destacar los Andes Occidentales, donde confluye el paisaje cultural cafetero con el departamento de Antioquía, cuya capital es Medellín, con experiencias gastronómicas asociadas al café, con avistamientos de aves, con pueblos patrimonio. Y Medellín, con su gran proceso de trasformación urbana, con sus valles productores de flores…
Siguiendo el recorrido, los Andes Orientales es donde está Bogotá y el departamento de Boyacá, lleno de historia, con pueblos coloniales. Siguiendo hacia el noreste te encuentras con Santander, con una orografía que da lugar a montañas y cañones, hasta la frontera de Venezuela, a la altura de Cúcuta. Cambiando de área, hacia el sur, está el macizo colombiano, donde nace el río Magdalena y donde están los orígenes ancestrales de Colombia, con más cien comunidades indígenas vivas y 65 dialectos. Allí está el Parque de San Agustín, uno de los espacios funerarios a cielo abierto más impresionantes de Latinoamérica, donde se encuentra Tierradentro, conocida como la capilla Sixtina prehispánica.
Por no hablar del gran corazón verde, donde se junta la Orinoquía y la Amazonía colombianas, que forman el 40% del territorio, lleno de vida, oxígeno y experiencias turísticas, con delfines rosados con los que te puedes bañar, pictografías con 40.000 años de antigüedad, el Escudo Guayanés, una de las formaciones geológicas más antiguas del mundo, donde hacer hiking, trekking… Allí se puede visitar Caño Cristales, el río de los siete colores, un sitio muy singular. Todo esto no es más que el aperitivo de las vivencias únicas que se pueden tener en Colombia.
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GILBERTO SALCEDO
VICEPRESIDENTE DE TURISMO EN PROCOLOMBIA
