LUXOTOUR. Receptivo de referencia en Marruecos

Con cerca de 40 años en el mercado, Luxotour se ha labrado una buena y merecida reputación como receptivo en Marruecos y Oriente Medio. La división de Grandes Viajes, lanzada hace cuatro años, ha completado una oferta cada vez más amplia, que ofrece muchas alternativas a los programadores de viajes de incentivo. Roberto García, su director de Estrategia (CSO) es un recién llegado al turoperador, pero no al sector, donde acredita una larga trayectoria.¿Cómo ha sido la evolución del turoperador en los últimos años? El origen de la empresa fue el receptivo propio en Marruecos, sobre todo para el mercado andaluz, y ahora seguimos siendo un referente, pero en todo el mercado español. En otros países, como Túnez, también tenemos receptivo. La gran apuesta fue la apertura de la división de Grandes Viajes, hace unos cuatro años, con la que cubrimos cinco continentes, especialmente con viajes a medida individuales, aunque también cotizamos muchos grupos.¿Cuáles son las tendencias que están detectando últimamente en cuanto a viajes de incentivo? La tendencia es que cada vez hay menos tendencias, en el sentido de que hay menos ideas preestablecidas. Las empresas buscan experiencias personalizadas, cosas nuevas y singulares, viajes auténticamente a medida… Hay cosas que no se pueden hacer por capacidad del propio destino o por otras razones, pero no será porque no lo intentemos.¿Qué ofrece Luxotour que otros turoperadores no puedan? Nuestro receptivo en Marruecos es español, aunque con trabajadores locales. Conocemos muy bien al cliente y conocemos muy bien el destino. Además, la proximidad a Andalucía nos permite un soporte operativo importante.¿Cómo están funcionando los destinos de Oriente Medio, algunos de ellos muy tocados por atentados terroristas o la Primavera Árabe? Países como Egipto o Túnez están subiendo mucho, aunque es cierto que parten de cifras muy bajas. Egipto ha mantenido el vuelo chárter todo el invierno, algo que no se veía desde hace años. Están recuperando cuota. Jordania va más lenta, pero también crece y Estambul ha vuelto a la velocidad de crucero desde hace un par de años.