
La compañía británica va a probar un nuevo servicio que ofrece a sus clientes un sistema de check-in automático por el que se les asigna un asiento y se les envía directamente su tarjeta de embarque electrónica.
British Airways está probando un nuevo servicio para ofrecer a sus clientes la opción de utilizar un sistema de check-in automático. Este servicio está llamado a cambiar el futuro del proceso de facturación de las compañías aéreas, tal y como lo conocemos hoy en día.
Este mes, la aerolínea iniciará un ensayo con una serie de viajeros seleccionados previamente, que vayan a volar al extranjero desde aeropuertos franceses. Se invitará a estos clientes a que prueben la opción de facturar de forma automática.
Veinticuatro horas antes de su vuelo, el sistema realizará el check-in a los clientes, asignándoles automáticamente un asiento y enviándoles su tarjeta de embarque electrónica, para ahorrarles el tiempo y el esfuerzo que requiere el sistema actual de facturación online.
Está previsto que durante la próxima primavera este sistema de check-in automático se extienda a un grupo de viajeros más numeroso, y si dichas pruebas resultan exitosas, el objetivo es hacer que el servicio esté disponible para todos los clientes a través de la red de British Airways a finales de 2013.
Durante este otoño se llevarán a cabo otros ensayos para mejorar la experiencia del cliente, incluso en la sede de la compañía en Heathrow, la Terminal 5, donde se pondrá a prueba un servicio gratuito de British Airways de recogida de maletas para aquellos clientes que viajen en First y socios del Gold Executive Club.
Estos clientes Premium serán recibidos en su vehículo nada más llegar al aeropuerto, en salidas de la Terminal 5, por una persona que se encargará de transportar su equipaje y acompañarlos hasta la zona de facturación de First.
En los aeropuertos de Nueva York JFK y Hong Kong se han llevado a cabo pruebas para ayudar a los clientes a moverse rápidamente a través de los diferentes edificios, gracias al personal de servicio al cliente de British Airways que ha sido ubicado en las salas de llegadas y recogida de equipaje de JFK y, en el caso de Hong Kong, incluso en la estación de tren.