Cómo reducir el estrés en un viaje de negocio

Cómo reducir el estrés en un viaje de negocio

Compartir
estrés viaje de negocios

Teniendo en cuenta que el estrés es la nueva ‘enfermedad del siglo XXI’ y que los viajes corporativos generan muchas situaciones -cambios de horario y de hábitos, prisas y carreras- Aervio da unas pautas sencillas para aminorar los efectos del estrés en los desplazamientos de trabajo.

La actividad que se genera en un viaje corporativo en ocasiones, duplica la de un día normal de oficina. Si además se añaden cambios de hábitos, de ciclos de sueño, espera en los aeropuertos y falta de actividad deportiva, el estrés se convierte en un compañero indeseable en los viajes de negocio.

Con el objetivo de que este estrés añadido no altere la vida cotidiano ni influya negativamente en la actividad a desarrollar en un viaje de negocios, Aervio ofrece unas prácticas pautas:

  • Caminar entre reuniones. En Aervio recomiendan llegar a los 10.000 pasos por día para lograr bajar 500 calorías extra. ¿Cómo? Utilizando el tiempo libre entre reuniones para caminar, fijando una meta de pasos y cumplirla. Es, además, una forma distinta de conocer la ciudad y ahorrar en taxi.
  • Utilizar APP’s de actividad física. Para los que no son muy de ir al gimnasio del hotel, Aervio propone invertir el poco ejercicios de meditación, respiración, yoga u otras actividades.
  • Practicar Mindfulness: se trata de una técnica sencilla y con resultados sorprendentes para calmar la mente humana, relajar el cuerpo y aumentar la concentración. Un ejercicio de mindfulness puede tardar solamente 1 minuto en completar, buscando en internet encontrarás muchísimos recursos totalmente gratuitos.
  • Sesión de masajes en el spa. Muchos alojamientos disponen de este tipo de instalaciones, ideales para relajarse después de un día de trabajo. Y si no, en las inmediaciones, buscar algún salón de masaje para reducir los niveles de estrés y relajar músculos del cuello y hombros.
  • Escribir. Es la pauta de Aervio para descargar todas las ideas. Puede ser un cuento, una poesía o las tareas que queden pendientes para el día siguiente. No importa tanto el contenido sino el momento de desconectar con un papel y un bolígrafo.