El año 2019 ha arrancado muy fuerte para Costa Rica. Las aerolíneas europeas están aumentando sus frecuencias al país y añadiendo nuevas rutas. El destino tiene por delante importantes oportunidades de crecimiento. “Eso nos obliga a crear más productos y a desarrollar nuevos destinos y regiones”, comenta la ministra de Turismo, María Amalia Revelo.
Costa Rica es un país muy atractivo para el turismo de ocio, pero también, y cada vez más, para el de negocios…
Así es. Por un lado estamos muy bien posicionados entre los destinos de incentivos y, por otra, nuestra oferta para el MICE es cada vez mayor. La apertura el año pasado del Centro de Convenciones de Costa Rica (CCCR), en San José, ha dado un nuevo impulso a este segmento. Lo ideal es combinar el ocio y el negocio. Costa Rica es única y especial. Es capaz de ofrecer experiencias memorables aunque se venga a trabajar.
¿Qué valoración puede realizar del nuevo centro de convenciones tras los primeros meses de actividad?
Estamos muy satisfechos con la puesta en marcha de esta infraestructura. Antes no teníamos un lugar adecuado para eventos de gran tamaño y ahora estamos preparados para cualquier necesidad. El centro es una maravilla. Está dotado con la última tecnología, su ubicación es excelente, entre el aeropuerto y el centro de la capital, San José, y ofrece un servicio de gran calidad. Las valoraciones de los asistentes están siendo muy positivas. Es cierto que una inversión de estas características no se rentabiliza hasta pasados unos años, pero vamos por el buen camino.
¿Qué repercusión está teniendo en la industria MICE costarricense?
La verdad es que todos estamos muy volcados en dar un impulso al sector. La alianza estratégica entre el Gobierno y el Convention Bureau, donde están representados los proveedores privados, se ha fortalecido mucho desde que se inauguró el Centro de Convenciones. Por otra parte, ser miembros de una organización como ICCA nos aporta más visibilidad y conocimiento del mercado.
Hablando de mercados, ¿cómo se está comportando el español?
Se encuentra un poco estabilizado, después de un crecimiento constante durante los diez últimos años, algunos de ellos a doble dígito. En 2018 tuvimos 61.000 visitas de españoles, 68.000 si contabilizamos las que no entraron en el país por vía aérea. Se trata de un turista que suele realizar estancias largas, superiores a los 15 días. Lo que más valoran es nuestra equilibrada combinación de naturaleza, playa y aventura.
Siendo Costa Rica un país tan seguro para el turista, ¿cuál es el objetivo de la campaña “Cuidando Juntos” que han lanzado recientemente?
Queríamos dar un paso más y tratar la seguridad desde un punto de vista integral. Básicamente, es una campaña de formación dirigida a los empresarios turísticos, a la población local y al propio turista. No se trata solo de prevenir robos o situaciones de violencia, sino de difundir recomendaciones. Por ejemplo, cómo cambiar una rueda del coche si se te pincha por el camino o reconocer cuándo hay resaca en el mar y puede ser peligroso bañarse. Estamos poniendo vídeos en los aeropuertos, pegatinas en los vehículos, hojas informativas en los hoteles…
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la industria turística de Costa Rica a corto y medio plazo?
Tenemos una buena oferta hotelera por todo el país, pero muchas de sus localizaciones son de paso. Lo que pretendemos es que los turistas pernocten en ellas. Vamos a seguir trabajando para diversificar y evitar grandes concentraciones, para demostrar nuestro firme compromiso con la sostenibilidad, que es lo que nos caracteriza como destino.
