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Dortmund / JORGE GARRIDO

«En Alemania se espera del trabajador iniciativa e independencia»

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Jorge y su esposa Valentina, ante un gran árbol de Navidad en Dortmund.

La industria de la automoción es una de las más potentes de Alemania. Jorge, de origen madrileño pero de corazón valenciano, lleva 25 años en ese país. Ahora vive en Witten y trabaja en Dortmund, en Renania del Norte-Westfalia, para una compañía del sector. Este informático llama la atención sobre la profesionalidad y a veces rigidez del trabajador alemán, pero que se va relajando con la incorporación de las nuevas generaciones, que dan más valor a otras cuestiones. Por supuesto, la falta de sol y de mar pasan factura…

 

TEXTO ÁLVARO MARTÍN

Jorge Garrido, nacido en Madrid pero que vivió toda su infancia y adolescencia en la capital del Turia, es licenciado en Informática de Sistemas por la Universidad Politécnica Valencia y actualmente trabaja en Kostal Automobil Elektrik, una compañía del potente sector de la automoción. Por cuestiones laborales, llegó a Alemania en 1999. Ha residido en Wetter y ahora lo hace junto a su esposa, Valentina, en Witten. Trabaja en Dortmund, una importante ciudad, famosa por su equipo de fútbol, pero también por su industria.

Analizar con Jorge la situación laboral alemana es muy interesante, porque en los últimos 25 años, desde que él llegó al país, el mercado se ha transformado. «Alemania se caracteriza por una industria mediana muy desarrollada. A través de soluciones innovadoras y una muy buena calidad se ha posicionado de forma importante en los mercados internacionales hasta convertirse en uno de los principales mercados exportadores», explica. A su juicio, «esta tendencia está variando ahora a raíz del cambio en la mentalidad de consumo general. Países como China o India son capaces de ofrecer productos a muy bajo precio, que supone una competencia a la que la empresa alemana no puede hacer frente», reflexiona.

EXPECTATIVA Y REALIDAD

«De Alemania tenía la idea de un país muy rígido, muy internacional, donde todos tendrían un alto nivel cultural y un buen dominio del inglés», explica. Esto es cierto, pero matiza que en los últimos tiempos están cambiando las cosas: «En general, el concepto de rigidez que tenemos de todos los alemanes no está tan presente en las nuevas generaciones, que tienen más intereses además del trabajo». Aunque esto no afecta a la profesionalidad: «El alemán es muy eficiente y se espera del trabajador iniciativa e independencia a la hora de desarrollar sus tareas». Jorge, en concreto, ha estado ligado al área de desarrollo desde que llegó.

Otra cosa es el equilibrio entre empleo y vida personal. «La mentalidad alemana sigue siendo bastante conservadora y, aunque en esta época el trabajo en remoto está a la orden del día, se sigue dando mucho valor al presencial. De todos modos, la legislación aporta muchas facilidades a las familias para poder conciliar la vida laboral con la familiar. En este sentido, las empresas son muy correctas y no intentan imponer sus condiciones», asegura.

Además, Jorge incide en el buen ambiente laboral, muy distendido y con un trato personal muy cordial. De hecho, una de las cosas que le ayudaron cuando llegó es la buena acogida que le proporcionaron sus compañeros de trabajo, así como sus caseros. Hay que tener en cuenta que muchos alemanes ya conocen España por haber estado de vacaciones, y eso ayuda a que la relaciones fluyan. No obstante, hay una diferencia importante con respecto a nuestro país: «Es muy difícil acercarse al entorno personal. En Alemania se diferencia mucho entre la vida personal y la laboral». De hecho, una de las cosas que añora de su país natal es la cultura de salir con los amigos o compañeros de trabajo a tomar algo en cualquier momento.

EL DÍA A DÍA

Para alguien llegado desde Valencia a una ciudad alemana está claro lo que falta: «Sol y luz en invierno, así como el mar. No estoy aquí porque crea que Dortmund sea la mejor ciudad para vivir. He tenido suerte de encontrar muy buena gente y eso es lo que más valoro», confiesa. Y eso que, como el mismo reconoce, en esa región, sin saber hablar alemán, los principios no fueron fáciles.

Desde el punto de vista práctico, para venir de visita a España utiliza mucho Eurowings y Ryanair, dependiendo del precio. Cuando vuela a ver a su familia política, de origen ruso, opta por S7 o Aeroflot. En cuanto a reservas, frecuentemente lo hace a través de Check24 o Booking.com, aunque también suele hacerlo directamente en el proveedor para ahorrar intermediarios. Y más ahora, con los precios disparados.