A muchas entidades nacionales aún les cuesta ver el smartphone como una herramienta de trabajo y un medio de compra al mismo tiempo.
Alicia Estrada, miembro de Gebta (Asociación europea de agentes de viajes especializados en business travel), denunció en el último congreso organizado por Ibta (Asociación ibérica de gestores de viajes) la falta de interés que demuestran las empresas españolas por la utilización de los smartphones como instrumento de compra. A las entidades nacionales le cuesta integrar que este tipo de teléfono es una herramienta de trabajo y también un medio de pago adecuado para los gastos realizados durante un desplazamiento profesional.
Según Estrada, la tecnología móvil aplicada a los viajes tiene sus riesgos y oportunidades. Entre los riesgos destacó el hecho de que se descentralizan los procesos, se disgregan las compras, se dificulta la conciliación de información para elaborar balances y el gestor puede perder poder de decisión y negociación.
Por el contrario, ofrece oportunidades como la multicanalidad integrada en el programa de viajes de la empresa, la mejora de la experiencia del viaje y su gestión, y la posibilidad de un mayor control de los viajeros mediante redes sociales propias, «no solo a través de las clásicas».
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