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Francia aplica ya la prohibición de vuelos cortos nacionales con alternativa en tren

Entra en vigor la medida de ahorro energético que afectará, por ejemplo a los vuelos entre París y Lyon, Nantes y Burdeos. Puede ser el inicio de una tendencia en otros vecinos europeos. En España ya ha habido debate.

Esta semana ha entrado en vigor la medida de ahorro energético que afectará, por ejemplo a los vuelos entre París y Lyon, Nantes y Burdeos. Puede ser el inicio de una tendencia en otros vecinos europeos. En España ya ha habido debate.

Francia ha dejado de tener conexión aérea con alguna de sus capitales, ya que se puede viajar en tres en menos de dos horas y media y entran en el paquete de medidas anunciadas ya hace meses por el Gobierno del Eliseo con el objetivo de luchar contra el cambio climático. La idea es reducir el tráfico aéreo y sustituirlo por alternativas más ecológicas, en este caso el ferrocarril. Habrá que ver si esta medida progresivamente se va implantando en el resto de países europeos. En algunos de ellos, por su pequeño tamaño, se cumplen esas premisas de trayectos de menos de dos horas o dos horas y media entre sus capitales. Incluso sucede con trayectos internacionales, entre capitales de distintos países.

Ahora bien. Esta medida, como indica la prensa francesa, no afecta a los vuelos de conexión, por lo que muchos creen que se trata de una medida más simbólica, de concienciación sobre el medioambiente, que una medida eficaz, como han manifestado durante estos meses representantes de aerolíneas o de agrupaciones de estas. Además, el sector aéreo siempre ha defendido que los vuelos cortos de este tipo suponen un porcentaje muy pequeño de las emisiones globales de la industria .

La Comisión Europea lleva debatiendo este asunto desde el 2021, cuando el colectivo de aeropuertos franceses recurrió la medida anunciada por el Gobierno galo. Finalmente ha dado el visto bueno, lo que abre la posibilidad de que otros países comunitarios se sumen a la medida.

Según la normativa francesa, para que se lleve a cabo, los trayectos en tren deben cubrir los mismos destinos, con frecuencias suficientes y horarios apropiados. Además, deben permitir al viajero estar en la ciudad de destino al menos ocho horas. Este último aspecto es muy importante, pues ha hecho que conexiones que cumplían el resto de requisitos no hayan podido aplicarlo, pues no existia oferta ferrroviaria de primera o última hora, por ejemplo en el caso de Rennes y Lyon.