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NUEVAS CABINAS. Diseño comprimido

TEXTO A. GUARDIA
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Air New Zealand_Skynest
Air New Zealand_Skynet

Optimización del espacio, accesibilidad y sostenibilidad son tres de las claves de las cabinas de los aviones del futuro, a tenor de las candidaturas de los Crystal Cabin Awards, los premios más importantes del sector. Los propios fabricantes elaboran estudios de perspectivas y tendencias con elementos que ya son una realidad. Hacen referencia al diseño, los residuos, el entretenimiento, los materiales… Algunas de las propuestas son, sencillamente, espectaculares… y no tan imposibles.

¿Se imagina una cabina tubular con filas de asientos a distintas alturas? ¿Y suites tan equipadas y tan bien diseñadas como las de un hotel? ¿Y fuselaje transparente para disfrutar de unas vistas de infarto? ¿Y un sistema energético sostenible al 100 %? La industria aeronáutica no deja de crear, de idear nuevas soluciones y de generar tendencias para una industria en expansión.

La otra cara de la moneda son los diseños, que aparecen de vez en cuando, para optimizar al máximo la capacidad de carga de los aparatos, con propuestas tan peculiares como asientos para permanecer de pie o filas en varias alturas. En ellos no prima el confort y la comodidad, sino la optimización del espacio y, por tanto, la variable precio. No obstante, muchos de ellos, aunque viables desde el punto de vista del diseño, no pasan los exigentes filtros de seguridad que rigen la industria aeronáutica.

Sea como fuere, la industria no deja de idear nuevas soluciones concernientes al espacio, los materiales, la sostenibilidad, el consumo de energía y combustible, la generación de residuos, la disposición de los asientos, la conectividad, la iluminación y climatización… Y como muchos otros sectores industriales, el de diseño de interiores de avión tiene sus galardones: los Crystal Cabin Awards.

El próximo 28 de mayo, en el marco de la Aircraft Interiors Expo de Hamburgo se darán a conocer los ganadores de las ocho categorías que, bajo el lema «Deja que tus ideas despeguen», mostrarán a la industria aeronáutica y del viaje en general las tendencias en materia de diseño.

Tras un análisis de los 72 proyectos finalistas, las tres tendencias principales para esta temporada giran en torno la optimización del espacio con la mayor confortabilidad para el pasajero, la accesibilidad y la sostenibilidad. A ello se añaden multitud de creaciones centradas en los sistemas de conectividad y entretenimiento; iluminación y tratamiento del aire para protección sociosanitaria; modulación de espacios tanto para trabajo, con asientos giratorios o pequeñas salas de trabajo, como para descanso, que implica nuevos diseños de asientos o auténticas suites, sobre todo para las rutas de larga distancia.

Fly-Buddy Hub, de Ameco
Fly-Buddy Hub, de Ameco
Prototipo en dos alturas de Zephyr Aerospace
Prototipo en dos alturas de Zephyr Aerospace
Cabina de cristal
Cabina de cristal

Diseño cómodo y rentable

El binomio comodidad y aprovechamiento máximo de espacio es el máximo reto de la industria. Diferentes propuestas de diseño cómodo, funcional y polivalente abundan entre las candidaturas, reflejo de una industria competitiva y que se juega mucho en el mercado de los viajes transoceánicos, el business travel y las categorías superiores.

Una muestra es Fly-Buddy Hub, creado por Ameco. Se trata de un asiento versátil a la vez que social, que permite sentarse, tumbarse, trabajar en equipo o, si hablamos de ocio, jugar o ver películas en familia. Con este formato se pueden sentar hasta seis pasajeros uno frente al otro. El avanzado diseño permite crear un espacio propio con butacas y camas convertibles, mesas plegables, una mampara enrollable y otras inteligentes para garantizar la privacidad si se requiere. Y todo esto también en la clase económica.

En esta línea también compite el proyecto Sunrise, de la aerolínea australiana Qantas. Se da la circunstancia que, a partir de 2025, esta compañía unirá mediante vuelos directos ciudades como Sídney y Melbourne con Londres y Nueva York, por lo que la confortabilidad del vuelo será más necesaria que nunca en un viaje de hasta veinte horas. Diehl Aviation ha diseñado para los A350 de esta compañía un innovador sistema de bienestar, una zona exclusiva de acceso para todas las clases, con programa de entretenimiento guiado por pantallas y servicio de bebidas y aperitivos.

Por su parte, Zephyr Aerospace ha creado el asiento Zephyr, destinado a ofrecer el confort anhelado en clases como la Premium Economy. Se trata, según sus promotores, del primer asiento de avión plano del mundo para vuelos de larga distancia en esta clase, que además proporciona acceso al pasillo y total privacidad para el viajero. Es un diseño apilado, que permite instalar cualquier asiento sin que afecte al conjunto.

Mientras, Japan Airlines, junto a Tangerine, Safran Seats y Recaro Aircraft Seating, presentan para el A350-100 modelos de asientos para las cuatro clases, con estética japonesa, el primer sistema de entretenimiento a bordo sin auriculares y altavoces en el asiento. Además, en Primera Clase hay un comedor para tres personas y un asiento que se puede convertir en una cama extraancha. En Premium Economy, una partición fija entre los asientos en el medio de la cabina garantiza la privacidad.

El año pasado, en la edición 2023, el ganador fue el Skynest de Air New Zealand, una opción impensable hasta la fecha en clase económica: literas para dormir en los vuelos de larga duración. El sistema de cápsulas incluía almohada, sábanas y manta, luz, puerto USB y ventilación e iluminación especial. Estos sistemas estarán disponibles en los vuelos que Air New Zealand hará ya desde este año desde ese país oceánico a Estados Unidos.

Crystal Cabin Awards

Airbus C-Suite
Airbus C-Suite

Crystal Cabin Awards

Accesibilidad total

La búsqueda de vuelos totalmente accesibles es otro de los grandes objetivos, muy en línea con los objetivos de ESG que cada vez tiene más importancia para las empresas. Si hablamos de conceptos, la tendencia actual se centra en las funciones de asistencia auditiva, visual, cognitiva y motora para el mayor número posible de viajeros.

La tecnología tiene mucho que decir en este campo. ADAPT, de Collins Aerospace, permite al pasajero conectar su smartphone a su asiento. Su dispositivo se comunica con todos los sensores visuales activos, como los controles de los asientos, del entretenimiento a bordo y de la tripulación, incluso de reconocimiento de voz o de lenguaje de signos. La interconexión también es la base del sistema Safran Passenger Innovations (SPI) junto a Air New Zealand y Virgin Atlantic, que permite a las personas con discapacidad disfrutar de la programación audiovisual.

Y desde el punto de vista funcional, surgen dispositivos como el WSSS, un sistema de seguridad y espacio para sillas de ruedas que supone un interesante avance. Diseñado por la Universidad Virginia Tech junto a Boeing, All Wheels Up y Collins Aerospace, integra el espacio necesario para asegurar estos vehículos para personas con discapacidad en asientos económicos adaptables.

La seguridad también importa, y mucho, como demuestra M-SAAVE, elaborado por la Universidad de Michigan, que permite a los pasajeros permanecer sentados en su propia silla de ruedas durante un vuelo comercial. Los diseñadores han pensado en todo, incluso en las escalas. Eso es lo que hace ACESS Beam de Airbus, la primera solución para efectuar una conversión temporal de la cabina del avión durante la parada en tierra para el transporte de las sillas.

Importancia de la sostenibilidad

«Los fabricantes, la comunidad académica y personas de todo el mundo están innovando continuamente para reducir el impacto medioambiental de la aviación», aseguran fuentes de los Crystal Cabin Awards. Y es precisamente eso, la sostenibilidad, otro de los grandes campos de creación y desarrollo. Según Airbus, el impacto medioambiental de la cabina supone entre un 10 % y un 20 % del total de cada aparato, por lo que merece la pena optimizar su rendimiento.

Esto supone todo un reto, pues hay que conjugar las necesarias medidas de seguridad con una paulatina reducción de las emisiones, la utilización de una mayor proporción de materiales reciclados, así como reducir los niveles de contaminación de fabricación de todos los componentes. De ahí que la investigación resulte fundamental.

Los principales proyectos presentados inciden en la necesidad de reducir el peso del avión con mejor diseño y materiales más ligeros: aisladores de espuma ultraligeros, técnicas de fabricación innovadoras que usan mucho menos material, nuevos paneles interiores de resina, puntos de anclaje de los asientos en el techo que reemplazan los compartimentos superiores, incluso dispensadores de agua que ahorran peso puesto que reemplazan las tradicionales botellas de plástico.

Otra vía de investigación es la que se refiere a la reutilización y reciclaje de materiales. Por ejemplo, la clase Business Circular C-Suite de Airbus se centra en usar más componentes reciclados en sus asientos de clase ejecutiva. Es lo mismo que hace Recaro con R Sphere, centrado en materiales usados y reciclados. Y un caso realmente significativo: Aircraft Cabin Modification ha creado TexEco, la primera fibra 100 % natural certificada para cabinas de aviones.

Y no solo se trata de los asientos, todo es mejorable. Es el caso de Deep Dyed Carpet, de Lantal Textiles, uno de los ganadores en 2023, una moqueta que permite mejorar la huella ecológica de las cabinas de distintas maneras: ahorrando agua, reduciendo los desechos y disminuyendo el peso total del avión, lo que supone un ahorro de combustible y, por tanto, una disminución de la huella de carbono. Y personalizables, pues la sostenibilidad no está reñida con la estética. Esta propuesta era similar a la de Delf, también ganadora el pasado año: un cojín ligero, de fibras sostenibles que, además de comodidad, suponía una reducción significativa del peso de cada butaca y, por tanto, del total del aparato.

 

Cloud capsule
Cloud capsule

UN SINFÍN DE MEJORAS

Además de aspectos fundamentales como la sostenibilidad, el aprovechamiento del espacio o la accesibilidad, hay muchos otros campos en los que, año a año, la investigación hace avanzar a la industria. Desde sistemas para controlar la calidad del aire en cabina —una cuestión fundamental para la seguridad y el confort— como ACES de Teledyne Sistems, hasta centros de datos a bordo, como el Onboard Data Center de Thales Avionics, que utiliza tecnología basada en la web propia de tierra, pero a miles de metros de altura.

La tecnología es un auténtico filón, como muestra Intelisense de Collins Aerospace, que usa la inteligencia artificial para aprovechar los datos de cámaras y sensores y, de este modo, predecir la experiencia de viaje ideal para todos los pasajeros. De este modo, la personalización del servicio redunda en una mejor experiencia para el cliente.

Y otro campo de batalla es el de la conectividad. Atrás quedan los tiempos de apagar todos los dispositivos antes del despegue. Gracias a sistemas como el LEO de AirFi e Iridium, con una pequeña antena que consigue conectividad adicional para navegar, usar tarjetas de pago, transmitir datos, etc.  En definitiva, como si se estuviese en tierra.

 

LAS SUITES DEL CIELO

Varias compañías, especialmente las asiáticas, han apostado fuerte por el concepto suite, es decir, por la creación de auténticas habitaciones de hotel a bordo, aprovechando el espacio que aportan modelos como el Boeing 777 o el A380. Este, que hace unos años pareció que iba a desaparecer por sus problemas de rentabilidad, ha resurgido con fuerza, y las empresas de diseño se han lanzado a optimizar estos exclusivos espacios. De hecho, en todas las ediciones de los mencionados Crystal Cabin Awards abundan los proyectos para hacer estas suites más confortables, conectadas y sostenibles.

Compañías como Emirates, Etihad, British Airways, Air France, Qatar Airways, Qantas o Singapore Airlines, entre otras, ofrecen la posibilidad de disponer de una pequeña habitación propia, con servicio privado, personal disponible, sistema de entretenimiento y restauración individual, incluso con ducha y tocador, para que no le falte detalle al viaje transoceánico. Los precios, por supuesto, no están al alcance de todos. Un ejemplo: un vuelo en una de las suites del A380-800 de Singapur a Nueva York con una escala ronda los 13.000 euros. La Clase Suite de SIA tiene capacidad para una docena de viajeros.

 

Cabina de Airbus A350
Cabina de Airbus A350

EL FUTURO SEGÚN AIRBUS

En su estudio Visión 2035+ de la cabina, la compañía aeronáutica europea muestra sus previsiones sobre el viaje aéreo del futuro. En este análisis han colaborado una decena de compañías, entre ellas Iberia. Así, ya para 2030, Airbus esperan lograr un importante impacto en la descarbonización, apostando por diseños biónicospara piezas estructurales y recubrimientos, con una reducción del peso de hasta el 40 %.

Además, según este estudio se avanzará mucho en toda la gestión de restauración y residuos. Por ejemplo, Airbus trabaja en un nuevo sistema de almacenamiento dentro del avión que permitirá reducir un 35 % el número de carritos y servicio a bordo en los vuelos de largo radio. En definitiva, Airbus apuesta por la circularidad con un sistema basado en reciclar, reparar y reusar.

En lo que se refiere a los elementos estructurales que afectan a la confortabilidad del pasajero, Airbus lleva varios años trabajando con pantallas de vídeo que se pueden instalar en paredes y techos de los aviones. En ellas se pueden presentar informaciones, o un cielo estrellado durante la noche, o incluso sustituir a las ventanillas, ofreciendo unas mejores vistas del exterior o trasladando la información de la pantalla directamente, lo que supondrá toda una experiencia. El futuro está cada vez más cerca.