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POLÍTICAS DE FACTURACIÓN. Las maletas de la discordia

TEXTO A. GUARDIA
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Equipaje de cabina

Recomendaciones del Parlamento Europeo, sanciones del organismo español competente, denuncias antes las asociaciones de consumo, coste de billetes supuestamente baratos disparado… Los del equipaje de mano se ha convertido en un campo de batalla, especialmente en las compañías low cost. La ausencia de unas medidas estándar abre la puerta a un sinfín de «sorpresas» para el viajero.

 

«Contraté un vuelo Dublín-Madrid el 12 de marzo de 2024 para dos personas. Al ir a embarcar únicamente con el equipaje de mano, dos trolleys adquiridos especialmente para viajar en cabina, con dimensiones inferiores a las recomendadas para el transporte en el interior del compartimento superior de la cabina de pasajeros, se nos obligó al pago de las mismas, llevándolas a la bodega del avión. El cobro por esta causa fue de 120 euros…». Esta es una queja real (cambiada la ruta y la fecha) recibida recientemente en el buzón de denuncias de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Y es bastante frecuente.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea establece en una sentencia que hay que distinguir entre equipaje facturado y no facturado. El primero es el que viaja en la bodega del avión, «pudiendo las compañías aéreas cobrar un suplemento sobre el precio del billete». Cosa distinta para el tribunal es el no facturado, o de mano, que se considera un elemento indispensable del transporte aéreo, «por lo que la compañía viene obligada a transportarlo sin poder exigir ningún tipo de suplemento o sobrecoste sobre el precio del billete al pasajero». Todas las aerolíneas tienen información exhaustiva de los tipos de equipaje, sus medidas y las tarifas en su caso, y es muy aconsejable revisarlas antes del viaje para evitar sorpresas, algo que no siempre sucede.

Delta Air Lines_Los Angeles Port Athority

La legislación

Según el artículo 97 de la Ley 48/160 sobre Navegación Aérea, la compañía aérea «está obligada a transportar no solo al pasajero, sino también, y sin cobrar nada por ellos, los objetos y bultos de mano que lleve». El problema es la falta de definición de esos «objetos y bultos», por lo que, a pesar de la prohibición genérica del cobro por equipaje de mano, se sigue haciendo por unas compañías que se apoyan en el libre mercado.

Para llevar a cabo el cobro, las compañías alegan que tienen plena libertad para fijar las tarifas. Por ejemplo, Ryanair aduce que el equipaje de mano exento de coste queda limitado a cualquier bulto que tenga unas dimensiones no superiores a 40 × 25 × 20 cm, es decir, un bolso pequeño, no el trolley que normalmente se tiene en la cabeza. De ahí que, en el caso concreto de esta aerolínea, abunden las protestas y las sanciones, aunque no es la única.

Realmente solo se puede poner un límite, pero por tamaño máximo: en este caso, como recomienda IATA por motivos de seguridad, el equipaje de mano no debe superar los 55 × 35 × 20 cm. De ahí para abajo, las compañías deciden.

El tamaño importa

Por tanto, a la hora de adquirir un billete, especialmente de una compañía de bajo coste, hay que comprobar bien su política de viajes. Las low cost normalmente permiten llevar una pequeña bolsa o mochila, justo que quepa en la parte inferior del asiento delantero, y si luego se quiere viajar con un pequeño trolley, hay que pasar por caja.

En concreto, y durante esta temporada 2024, Vueling permite una mochila o bolso que quepa bajo el asiento delantero (máximo de 40 × 20 × 30 cm). Luego, el precio de una maleta en el compartimento superior hay que abonarlo aparte (hasta 54 euros por trayecto). Lo mismo (bolso gratis, trolley de pago) sucede con Ryanair, con un sobrecoste de hasta 36 euros por trayecto para la maleta de cabina; Easyjet, con un precio por maleta de 7,99 euros; y Wizz Air, hasta algo más de 70 euros, según el trayecto o temporada.

Más variables

Por si fuera poco, no solo las tarifas son distintas según las compañías, sino que también el tamaño aceptado puede variar, además de la política de viaje de cada una, por el tipo de billete. A clase más elevada, mejores condiciones en general, entre ellas las referentes al equipaje de mano. La información previa es fundamental.

Otras cuestiones a tener en cuenta son las referentes a los líquidos que, como es sabido, han de viajar en la bodega o en cabina en recipientes inferiores a 100 ml. Y otra muy interesante: en aquellas compañías que no ponen límite de peso al equipaje de mano, el máximo lo marcará la posibilidad de subirlo a los compartimentos al efecto. Si son demasiado pesados, puede ser requerido su envío a la bodega y, por tanto, un sobrecoste.

Las organizaciones de defensa de los consumidores y los abogados especializados alegan que las compañías saben que van contra la legislación comunitaria y nacional, pero que, como debe ser el consumidor quien denuncie, a estas les sale a cuenta ante la falta de información imperante. De ahí que —aseguran— conocer las políticas de viajes y la legislación sea cada vez más importante.

Pasajeros con equipaje

 

¿LAS MASCOTAS SON EQUIPAJE DE MANO?

En términos de confort animal, los profesionales recomiendan que, siempre que se pueda —por tamaño, por ejemplo—, las mascotas viajen en la cabina antes que en la bodega. En el caso de poder hacerlo con los pasajeros, cabe comprobar la política de las compañías a este respecto. Aunque estas tienen libertad para fijar medidas, procedimientos y tarifas, la práctica habitual es considerarlas como equipaje de mano y tener que pagar un suplemento por llevar a cada animal.

No obstante, los tiempos están cambiando, y el movimiento petfriendly se extiende por todas las capas de la sociedad, incluido el sector aéreo. En un movimiento pionero, American Airlines ha decidido relajar su política de viajes y ahora permite a los pasajeros llevar su animal de compañía en la cabina, junto con el equipaje de mano o bolso, sin que la mascota cuente como dicho equipaje. Hasta la fecha, el coste de permitir llevar las mascotas en cabina era de unos 150 dólares. ¿Un primer paso en la industria?