Salpicado por villas de color pastel que desafían la gravedad, Positano es una joya indiscutible de la Costa Amalfitana, al sur de Nápoles. La ciudad es mundialmente famosa por la Moda Positano, un estilo que nació en los años 50 de la mano de artesanos locales. Hoy, estos maestros continúan elaborando piezas únicas de cerámica, perfumes, ropa de lino, sandalias artesanales, joyas y el preciado limoncello.
Los griegos y romanos ya intuyeron su magia, y los nobles napolitanos construyeron aquí sus residencias estivales con grandes ventanales que se abrían a un mar de azules infinitos. En los años 40, Positano comenzó a forjar su leyenda como epicentro de la moda, alcanzando su cenit en los 50’s, un refugio predilecto de artistas y actores que inyectaron glamur en cada rincón, desde Ingrid Bergman hasta Liz Taylor, Truman Capote o John Houston. Las celebrities de las nuevas generaciones siguen paseándose por sus calles.
Adentrase por la Vía Cristoforo Colombo es un buen comienzo para disfrutar de las vistas panorámicas desde su mirador que conduce a la plaza principal. Aquí, además de firmas de renombre, como Missoni, atraen los escaparates de Cerámica Assunta. Fundada por Giovanni Carrasi en 1952, exhibe las maravillosas piezas pintadas a mano en su fábrica de Vietri sul Mare. Fuentes, espejos, búcaros, vajillas y máscaras de Arcimboldo adornadas con motivos florales y limones reflejan la explosión de colores de las casas y el paisaje costero. También realizan también piezas personalizadas bajo pedido.
En la Via Pasitea, la tienda de Maria Lampo es toda una institución. Pionera en Positano desde los años 40, su fama creció por la confección de pantalones a medida en tan solo dos horas. Hoy, crea prendas de patchwork originales y colecciones vanguardistas para toda la familia. Entre su clientela se encuentran celebridades como Dustin Hoffman o Colin Farrell.
En la serpenteante y peatonal Via dei Mulini, epicentro comercial de la localidad, destacan tiendas como La Bottega di Brunella. Su taller, fundado en 1965, sigue creando tejidos que son un tesoro atemporal, recuperando el arte tradicional de las antiguas telas napolitanas. Linos de calidad suprema se transforman en camisas, vestidos, caftanes, pantalones y camisetas para hombres, mujeres y niños.
A pocos pasos, la joyería Feludei brilla con sus creaciones, mientras que Marilú Moda Positano, que despuntó en los años 70 como una modesta tienda en una caseta de playa, muestra sus prendas chic con tejidos naturales, encajes y volantes, incluso para los más pequeños. Para quienes buscan exquisiteces, vinos y licores, coloridos paños de cocina o artículos para el hogar, Delicatessen es el lugar perfecto. En Louise se encuentran camisas y vestidos desenfadados, ideales para las tardes de verano, mientras que Ména CinquE, en el número 30, es toda una referencia por sus vestidos de seda y algodón made in Italy, junto a diseños de marcas punteras importadas de todo el mundo y complementos únicos. Por su parte, Queen Moda reinterpreta el estilo local con un toque boho chic, inspirándose en la ropa de playa.
Para artículos aún más exclusivos y selectos, la boutique del hotel Il San Pietro di Positano es una parada obligatoria. Ubicado sobre un acantilado con magníficas vistas a la villa y al mar esmeralda, este lujoso establecimiento, que celebra este año su 55 aniversario, ofrece una selección de bolsos, pamelas, chales y pañuelos de seda, babuchas y gafas con el sello indiscutible de la calidad italiana. También ha creado una colección especial de ropa y accesorios de tenis.
Sandalias y aromas
Las sandalias artesanales son un verdadero icono. En la boutique Tre Denari, costará elegir un par entre la variada gama de colores, sin olvidar los cómodos mocasines de piel, terciopelo o ante. Carmine Todisco, justo en las escaleras de la Iglesia de Santa Maria Assunta en Viale Pasitea, es otra de las direcciones clásicas. Sin embargo, las sandalias de Canfora Capri Sandals son de una de las más codiciadas. Una excelente excusa para navegar hasta la isla de Capri, a unos 30 minutos, donde visitar su tienda y taller. Allí, las hacen a medida y se puede elegir la combinación de colores. Fabricadas con cuero italiano, cosidas a mano y adornadas con piedras preciosas, están pensadas para durar toda la vida. Las han calzado figuras de la jet set internacional y eran las preferidas de Jackie Kennedy.
Si algo caracteriza a la Costa Amalfitana son los envolventes aromas a azahar, jazmín, mirto y, por supuesto, los limones de sus villas, jardines y huertos. Flores y frutos que se transforman en jabones, cremas para el cuidado de la piel y perfumes, además del clásico limoncello el licor que aquí se elabora con una variedad local de intenso sabor. Numerosos establecimientos venden esta deliciosa bebida, algunos familiares como la tienda Valenti Positano, en Via Guglielmo Marconi.
Fragancias seductoras pueblan las estanterías de Sapori e Profumi, en Via dei Mulini, o en Profumi Positano, una de las tiendas históricas que a principios del siglo XX comenzó a elaborar jabones de forma tradicional con aceite, para luego expandirse a perfumes y aromas frescos de limón y bergamota. Carthusia es una de las joyas de la corona. Su tienda de la Via della Tartana exhala aromas a mirto, albahaca, flores de Capri, nardo y al Mediterráneo. Ofrece perfumes cautivadores, jabones, cremas, velas, ambientadores y fragancias personalizadas, un buen recuerdo para llevarse en un frasco los aromas y esencias de esta costa tan irresistible.
