El turismo nacional -que representa el 68% del total- empezará a despertar a partir de julio y sobre todo agosto para desplazamientos dentro de la península. Son las estimaciones del equipo de Simon-Kucher & Partners que calcula que la crisis para el sector turístico podría suponer una caída del 5,3% del PIB nacional.
Que el sector turístico ha sido vapuleado con la emergencia sanitaria no es un secreto. El equipo de Simon-Kucher & Partners ha puesto en cifras lo que supondrá en pérdidas esta crisis para el sector.
Y no, no son buenos datos. Se prevé una caída anual de los viajes nacionales cercana al 40%, es decir, 70 millones de viajeros, a los que hay que sumar los viajeros de ámbito internacional que, en estos momentos, se estima que rondará el 50%, unos 45 millones de turistas.
Estas cifras representan entre 70.000 y 80.000 millones de euros de pérdidas en el sector, que junto con el 1,1 millón de personas que se quedarían en el paro temporalmente, supondría un total del 5,3% del PIB nacional y lo cual se vería acentuado en las regiones más dependientes del turismo (Canarias y Baleares).
Estos datos corresponden a la estimación sobre un escenario en el que el confinamiento en España llegue hasta finales de mayo siempre y cuando la capacidad aérea se restablezca progresivamente a partir de junio.
EN VERANO, BROTES VERDES
Teniendo en cuenta que el mercado nacional supuso el año pasado el 68% del total, hay algún atisbo para la esperanza de que sea el de más rápida recuperación y ayude a mitigar los efectos de la crisis.
Según el informe de Simon-Kucher & Partners, junio será el mes en el que se verá un primer brote verde (muy pequeño) debido a viajes de necesidad a nivel nacional. En julio y, sobre todo, en agosto, el mercado nacional va a empezar a despertar con viajes a destinos de la península donde se pueda acceder de forma flexible y segura en coche (Baleares y Canarias tendrán que esperar un poco más).
En esa misma línea, se espera una recuperación en U para el mercado español y en U/L para los mercados internacionales, que van a experimentar una recuperación mínima asociada a clientes ya fidelizados con un hotel o destino.
Los meses de septiembre y octubre van a mostrar finalmente signos mucho más visibles de recuperación, con el mercado nacional mucho más tranquilo y prefiriendo el turismo doméstico al de largo radio. De cara a finales de año, ya se percibirá una mayor demanda, también asociada a los eventos y conferencias que se han pospuesto durante estos meses.
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