Dos son los elementos que mantienen el carácter exclusivo y elitista de los viajes en avión: las clases de mayor categoría en el aire y los espacios exclusivos en tierra. Las salas vip son uno de los mejores escaparates tanto para las compañías aéreas como para las marcas comerciales con las que colaboran. Y además de marcar la diferencia en el servicio, en muchas ocasiones resultan indispensables para los viajeros de negocios, porque la comodidad y el descanso también influyen en el éxito de su desplazamiento.
Para analizar la realidad de las salas vip y su relación con las aerolíneas a las que pertenecen y los aeropuertos en las que se ofrecen basta con analizar un caso concreto. Si hay un aeropuerto vanguardista, exclusivo y, sobre todo, confortable, es el de Changi, en la pequeña gran Singapur. Además, su aerolínea de bandera, Singapore Airlines, es desde hace mucho tiempo una de las más destacas en lo que a lujo y servicio se refiere. Pues bien, el pasado verano esta compañía inauguró, tras una inversión de 34 millones de euros y un gran proyecto de rediseño, mejora y ampliación, las salas vip SilverKris y KrisFlyer Gold en la Terminal 3 del aeropuerto singapureño. Este proyecto, como puso de manifiesto Goh Choon Phong, director general de la compañía aérea, responde «a las necesidades de los clientes de Singapore Airlines a partir de un exhaustivo estudio». Porque de eso se trata: de que el cliente esté lo más cómodo posible.
Básicamente, una sala vip de un aeropuerto es un espacio exclusivo al que se puede acceder con determinadas categorías de billetes, de una compañía específica o de otra con la que se mantengan acuerdos, o bien mediante pago directo. Una vez dentro, en función de su nivel, hay todo tipo de servicios, tanto de ocio y descanso como de trabajo y conectividad. En sus espacios priman la exclusividad, el equipamiento, el servicio y la gastronomía. El acceso a ellas cada vez está más demandado por el viajero de negocios, porque implica un lugar donde estar tranquilo y con todo el equipamiento para trabajar, conectarse, reunirse, comer, tomar un refrigerio, ducharse o simplemente descansar… Y no solo eso, también darse un masaje, contratar un tratamiento de relax o cosmética, aprovechar para hacerse un arreglo de peluquería, etc. Y todo alejado del ajetreo y los ruidos de los pasillos del aeropuerto.
Las compañías suelen orientar su oferta de salas vip para el segmento más elevado de viajero y, especialmente, para los business travellers, por mantener la exclusividad de los espacios. En el caso de Singapore Airlines, entre la Sala Privada, la zona de Primera Clase de la Sala SilverKris, la zona de Clases Business de la esta misma y la Sala FrisFlyer Gold, las instalaciones pueden acoger hasta 1.150 viajeros en una superficie de 6.100 m2.
En el caso del territorio español, el último gran anuncio del sector fue la inauguración, hace ya unos cinco años, de la sala vip de la T4 del aeropuerto de Adolfo Suárez-Barajas, la denominada Premium Lounge Dalí. Ahora cuenta con unos 2.000 m2 y 455 asientos. Estas instalaciones, cercanas al Puente Aéreo, tienen una estructura con dos áreas diferenciadas y separadas por su atractiva vinoteca: por un lado la norte, más dinámica y enfocada al viajero de negocios; por otro, la sur, pensada más para los que viajan con más tiempo, en la cual se ubican, por ejemplo, la zona infantil o las duchas. Iberia cuenta también en el aeropuerto madrileño con la Premium Lounge Velázquez, con capacidad para medio millar de viajeros, ubicada en la Terminal 4S. Su otra sala es la ubicada en el aeropuerto argentino de Buenos Aires-Ezeiza, en la Terminal B.
Alianzas empresariales
Esto no quiere decir que los clientes vip de Iberia solo puedan entrar en tres salas en todo el mundo. Gracias al efecto multiplicador de las alianzas aéreas la red se amplía enormemente en función de los acuerdos. En el caso de los viajeros de Iberia, les permite acceder a unas 620 en todo el mundo con la categoría Priority Oneworld. Además, las compañías mantienen acuerdos bilaterales con otras aerolíneas para que los clientes de ambas marcas se vean beneficiadas.
Este es precisamente una de las grandes ventajas para el viajero: la colaboración entre aerolíneas, que le permite disfrutar de estos atractivos servicios en todo el mundo. En el caso de SkyTeam, la alianza a la que, además de Air Europa, pertenecen compañías como Air France-KLM, ITA Airways, Delta o China Airlines, supone una red global de unas 750 salas vip. Su última apertura fue una sala en la Terminal 2 del aeropuerto de São Paulo, disponible para los clientes de SkyTeam Elite Plus, Primera y Business que vuelen en servicios operados por Air Europa y Aeroméxico. En un claro ejemplo de la competencia entre aerolíneas y alianzas, estos espacios no dejan de nacer y de renovarse para un cliente cada vez más exigente.
Para la creación y gestión de salas vip, una acción habitual es un contrato de la aerolínea con alguna empresa especializada. En el caso de la mencionada sala en el aeródromo brasileño, SkyTeam llegó a un acuerdo con Global Lounge Network, una compañía norteamericana con la que la alianza empezó a colaborar en 2017 con una sala en el aeropuerto canadiense de Vancouver, a la que siguieron otras en los aeropuertos principales de las capitales turca y chilena.
Otra es The Grand Lounge Elite, que gestiona, entre otras, la nueva Terraza VIP The Grand Lounge Elite en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Ciudad de México. Se trata de espacio exclusivo que abrió sus puertas el pasado año con acceso gratuito para los titulares de Priority Pass, tarjeta VISA Platinum, Infinite y Signature, o una Loungkey de Diners Club, que cuenta con los habituales servicios de este tipo de espacios. Esta una solo una de las propuestas de los aeropuertos mexicanos, en los que destaca la oferta de los denominados Salones Premier de Aeroméxico, que los ofrece en la actualidad en una decena de ciudades del país, entre ellas Ciudad de México, Cancún, Monterrey, Ciudad Juárez y Tijuana.
Inauguraciones constantes
En plena recuperación de la industria, proyectos iniciados hace unos años están viendo ahora sus frutos, justo a tiempo para engancharse al ‘tsunami’ viajero, que no para de crecer. El último aeropuerto en presentar una gran instalación de este tipo fue el de Charles de Gaulle-París. Después de la inauguración de su Sala Business en 2018, tres años después abrió sus puertas su nuevo Lounge, ubicado en la terminal 2F. Diseñada por Jouin Manku, responde sobre todo a las necesidades de los clientes de Business y miembros Elite Plus del programa de fidelidad Flying Blue de Air France. El espacio es uno de los más grandes de la aerolínea gala, pues cuenta con una superficie de 3.000 m2 y 570 asientos repartidos en dos niveles.
Por esa época, en la otra punta del mundo, Korean abría una nueva sala vip, la cuarta, en el aeropuerto de Incheon, en Seúl. La compañía cuenta además con este tipo de instalaciones en Busan, Daegu y Jeu, en Corea del Sur; Tokio-Narita, Osaka, Nagoya y Fukuoka, en Japón; y en Los Ángeles, Nueva York y Honolulú, en Estados Unidos.
Solo en este país está prevista la apertura de hasta 15 nuevos lounge durante 2023: Amex Centurion Lounge, en Washington; dos Capital One Lounge, en Denver y Dallas, dos Capital One Landings, en Nueva York-La Guardia y Washington; dos Chase Sapphire Lounge, en Boston y San Diego; tres Delta Sky Club, en Nueva York-JFK, Boston y Newark; dos United Club, en Denver y otros dos en Newark; así como alguna otra instalación adscrita a American Airlines.
Por supuesto, la apertura de nuevas salas vip va pareja a la inauguración de nuevas instalaciones aeroportuarias. Es el caso de Latam Lounge, la sala vip del grupo Latam en el aeropuerto de Santiago de Chile, en el que destaca Latinoamérica y la sostenibilidad como ejes de su oferta. La Terminal 2, recienten inaugurada, dispone desde el año pasado de esta sala para los miembros de su programa de viajeros frecuentes Latam Pass en las categorías Black Signature, Black y Platinum, así como para los pasajeros en Business y de sus aerolíneas asociadas que viajen en vuelos internacionales.
Pero, ¿hay demanda para semejante incremento de la oferta? Pues, en principio, las cifras demuestran que sí. En primer lugar, porque este tipo de salas se ofrecen como un plus para el viajero de las clases más exclusivas y no necesitan de un porcentaje de ocupación concreto para rentabilizar su existencia, como sí le sucede al propio avión. Por otro lado, es evidente la progresiva ‘democratización’ de estos espacios, una apertura ha relajado los requisitos de acceso, que ya no son tan estrictos. Además, se puede acceder a estos espacios mediante pago directo, aunque no se posea ni la categoría de billete ni la tarjeta de fidelización correspondiente.
Este proceso es muy acusado en países con una cultura aérea muy extendida, como Estados Unidos, y no deja de ser un reflejo de lo que ha sucedido a bordo de los aviones, en los que se ha pasado de un blanco y negro en lo que respecta a las clases —primera y turista— a la creación de diversas categorías mixtas que ofrecen mejores condiciones para las categorías ‘populares’. Las propias salas lounges tienen distintas categorías de membresía y, por tanto, de nivel de prestación de servicios. Lo importante es que no se pierda ese halo de tranquilidad y de equipamiento para el viajero de negocios, que este pueda trabajar, reunirse o descansar.
Más opciones para el viajero
Como sucede con otros muchos sectores, la irrupción de agentes externos ha redundado en beneficios adicionales y una mayor apertura del exclusivo servicio de las salas vip. Es el caso de las tarjetas de acceso como Priority Pass. Pagando una cuota brinda acceso a más de 1.300 espacios en aeropuertos de todo el mundo. Al programa están adheridos más de 600 destinos de 148 países, independientemente de la compañía o la alianza en la que se realice el vuelo. La tarifa oscila entre los 89 euros anuales (Standard), pensada para el viajero eventual, y 459 euros (Prestige) para el frecuente. Además del acceso a las salas, incluye descuentos en tiendas y establecimientos de los aeropuertos. También permite a las empresas la personalización de sus servicios, ya sea para clientes o empleados.
Lujo de Oriente
Si hay compañías que ejemplifican el concepto de lounge de lujo son las del Golfo, un sello que imprimen en todas las fases del vuelo. En el caso de Emirates, dispone en Dubái de la sala de Primera Clase y Sala Business, mientras que fuera de las fronteras del país cuenta con una treinta de espacios en los principales aeropuertos del planeta. Dentro de ellas se puede encontrar desde los espacios para descansar o estar con tranquilidad, hasta business center, salas de reuniones y zona wellness. En el caso de Qatar Airways, el Aeropuerto Internacional de Hamad dispone de la Sala de Primera Clase Al Safwa, en la que destaca el QSpa, entre otros muchos servicios; la Sala Business Al Maurjan; así como la Sala VIP Oryx y la Sala VIP Al Maha. Además, ofrece espacios en principales aeropuertos del mundo, entre los que destacan los ubicados en Londres-Heathrow y París-Charles de Gaulle.