Vincci Consulado de Bilbao 4* propone conocer la ciudad de una forma muy diferente: un yate de lujo atracado en la ría frente al hotel. La estancia ofrece todas las comodidades y la tripulación al servicio del cliente, un original espacio donde contemplar amaneceres y atardeceres, disfrutar de la gastronomía, navegar por la ría o celebrar un evento.
Con vistas a la ría y al Museo Guggenheim, Vincci Consulado de Bilbao 4* estrena un alojamiento muy especial, un yate de lujo atracado frente al hotel.
Bajo el nombre de Laukariz, esta nueva opción de estancia del grupo hotelero en Bilbao ofrece la posibilidad de alojarse en un barco con todas las comodidades propias de la cadena, desde la originalidad de un espacio reservado en exclusiva, en contacto con la naturaleza y contemplando los mejores amaneceres y atardeceres sobre la ría.
Se trata de una embarcación con 23 metros de eslora y con tripulación propia, un equipo de profesionales que cuidan hasta el último detalle para que los pasajeros no se preocupen de nada más que de disfrutar de la experiencia. Su interior busca la funcionalidad y la comodidad de sus pasajeros y cuenta con una suite principal y tres camarotes dobles con baño incorporado, todo ello bajo una cuidada decoración.
También dispone de wifi y de todos los dispositivos tecnológicos necesarios si es necesario estar conectado y trabajar desde allí. Su cubierta cuenta con amplio espacio y barbacoa para reuniones de amigos o compañeros en un ambiente relajado y distinguido.
El yate ofrece también la posibilidad de contratar un servicio de chárter para poder navegar desde las Rías Bajas hasta Brest. Dispone de tender auxiliar para desembarcar en playas y calas, y de diverso material deportivo como pádel surf, canoa, equipos de buceo y de pesca.
Además, se trata de un espacio único en el que se puede celebrar cualquier tipo de evento con vistas a la ciudad en un espacio completamente diferente y todos los medios técnicos al alcance.
La convocatoria se puede completar también con un crucero de varios días para descubrir joyas como La Rochelle o una noche bajo la luna de San Juan de Luz.