Enero de 2004. Con el milenio casi recién comenzado arranca la aventura más personal de Pedro Algaba, ligado al Turismo desde temprana edad, un verdadero apasionado de los viajes y de la obra de Tolkien, especialmente la epopeya de El Silmarillion. Con la inspiración puesta en los territorios imaginarios de esas páginas nace Valinor-Mundo Luso Representaciones, que acaba de cumplir 20 años de vida. «Buscaba un nombre diferente. Valinor es donde viven los valar, que son los dioses, el paraíso terrenal donde deben terminar todos los elfos. Fue una obra que me marcó mucho de joven y representa muy bien el romanticismo con el que fundé el proyecto», recuerda Algaba.
Con la mochila profesional bien cargada de experiencia en agencias como Abreu durante casi 17 años y posteriormente en Portugal Tours, Pedro decidió volar en solitario, al principio con un socio que conoció en Intermundos y después como único propietarios. Por aquel entonces había agencias de representación en España, pero no muchas, 20 o 30 quizá. «Hoy en día hay más de 300 y nosotros seguimos ahí. Me siento muy orgulloso de seguir en pie después de tanto tiempo, con todo lo que ha pasado. No solo la pandemia —el momento más crítico para todo el sector—, sino la crisis económica a raíz de la quiebra de Lehman Brothers y otras circunstancias muy complicadas», explica.
Aunque los inicios siempre son complicados, Pedro conocía mucha gente del sector, especialmente en destinos de habla portuguesa. «Fuimos un poco pioneros e hicimos mucha formación con presentaciones y famtrips a los agentes de viajes para destinos que entonces no eran nada conocidos», en referencia, por ejemplo, al nordeste de Brasil, de Salvador para arriba: Fortaleza, Natal, Pipa, Jericoacoara…
La respuesta a la pregunta del millón no puede faltar: «No hay un secreto para el éxito, pero sí que ayuda el hecho de que tenemos muy claro el modelo de negocio: nuestro cliente es la agencia viajes, tanto del segmento MICE como de la turoperación o las minoristas con producto propio. Tenemos un respeto profundo por el canal», recalca. Y añade los principios que le parecen básicos: «voluntad de servicio, constancia y trabajo. No hay otra fórmula. Nuestra labor es muy importante como intermediarios para interpretar bien las necesidades del cliente».
Dos décadas después, la familia Valinor-Mundo Luso es más numerosa que nunca, con una orientación clara hacia las reuniones e incentivos. Aparte de los receptivos en Portugal continental —especialmente Lisboa, Oporto, Estoril, Cascais y Algarve— representa a DMCs de Azores, Madeira, Cabo Verde, Mozambique y Brasil. Fuera del ámbito lusoparlante está presente en Colombia y Perú desde el principio. Panamá, México y Estados Unidos llegaron más tarde. Los últimos destinos en incorporarse al porfolio han sido Croacia, Asia Central, Dubái y Sri Lanka. «Trabajamos en régimen de exclusividad con todos ellos y también hacemos funciones de emisor en Portugal para ciertos destinos, sobre en operaciones de MICE», señala Algaba.
Como alma inquieta, Pedro anda tanteando nuevos mercados: «Estamos mirando Argentina; es un destino clave para el turista español, a pesar de todos sus vaivenes. También estaríamos dispuestos a volver a Costa Rica, donde estuvimos trabajando ya hace un tiempo con un receptivo local».
Y todo ello con los valores diferenciales, marca de la casa, que Pedro repite con indisimulado orgullo: «Hacemos un buen trabajo, somos constantes, siempre estamos activando acciones comerciales y somos proactivos a la hora de generar negocio para los proveedores de servicios turísticos que representamos. También somos selectivos a la hora de filtrar la calidad de los receptivos. En algunos destinos son los primeros del mercado, siempre muy solventes y consolidados».
Los últimos años han sido buenos para Valinor-Mundo Luso, salvando el terrible escollo de la pandemia. «En 2019 tuvimos nuestro mejor ejercicio con diferencia; después 2022 no estuvo mal, en 2023 subimos bastante y las perspectivas para este año son magníficas. Si se confirman algunos proyectos que tenemos entre manos, seguramente alcanzaremos las cifras de negocio previas a la pandemia», vaticina. Con permiso de Tolkien, Valinor sí existe y su territorio también es de este mundo.
