La Agencia Catalana de Turisme está marcando las líneas maestras para la recuperación del turismo en los próximos meses, pero también con la vista puesta más allá, en la evolución de un sector abocado a profundos cambios, especialmente en el ámbito del MICE, como señala la directora del Catalunya Convention Bureau, Sònia Serracarbassa.
¿Cuáles son actualmente las líneas de trabajo de la Agencia Catalana de Turisme y del Catalunya Convention Bureau?
La primera es trabajar por la recuperación, es lo más urgente, pero también estamos preparando la necesaria transformación del sector, que implica evolución y re-evolución. El modelo turístico tiene que cambiar. Si hablamos del segmento MICE también somos muy conscientes de que estamos viviendo una crisis estructural y de que los eventos tienen que cambiar y re-evolucionar.
¿En qué escenario se desarrolla el plan de acciones del CCB?
Como señalaba, la prioridad es recuperar la actividad y contribuir al fortalecimiento de las empresas turísticas, que están muy tocadas. Sin tejido empresarial no hay transformación. Hasta ahora hemos estado en una fase de emergencia, de afrontar la situación acompañando al sector con información, con asistencia, con análisis de la evolución de los mercados, con gestión de las ayudas…
¿Y de cara al futuro?
Ya tenemos indicios de reactivación y estamos acompañando este hecho con un plan de acciones y de comunicación para transmitir seguridad y explicar que el destino se ha adaptado a las nuevas necesidades. En paralelo a este objetivo a corto plazo, estamos preparando la transformación.
¿En qué se traduce esa transformación?
Está muy ligada a dos vectores: la innovación y la sostenibilidad. La pandemia ha acelerado algunas tendencias que ya teníamos contempladas antes de que surgiera, y que están contenidas en el Plan de Marketing 2018-2022. La clave es ofrecer propuestas de valor con un producto segmentado, basado en la diversificación, en la desconcentración y en la desestacionalización. Hemos empezado esa segmentación con un programa piloto en la automoción. Tenemos una industria ligada a este sector con un gran potencial de crecimiento en los eventos. La idea es dirigirnos a sectores muy específicos con propuestas de valor concretas. Todo ello vinculado a la innovación y la tecnología, a través de un marketing más inteligente, más digital y más orientado a resultados.
¿Qué otros sectores entrarán en esta estrategia de segmentación?
El siguiente será el deportivo, coincidiendo con el primer congreso de Turismo Deportivo, que tendrá lugar en noviembre, impulsado por la Agencia Catalana de Turisme en colaboración con la OMT. Es otro de los sectores en los que somos muy competitivos, con una propuesta de valor diferencial. También estamos trabajando en el segmento de la tecnología y la innovación.
¿Cómo está ayudando el Convention Bureau a sus empresas asociadas?
Una de las líneas de actuación más efectivas es el business intelligence. Es muy importante aportar al sector información sobre las tendencias de la industria para que puedan plantear sus propios planes comerciales. Otra es la formación, pero de una forma distinta, con programas de capacitación orientada a la transformación, que va siempre unida a la innovación y la sostenibilidad. En Cataluña tenemos activos que nos permiten posicionarnos muy bien en el campo de la innovación asociada a la tecnología. Podemos aportar valor al futuro de los eventos. En este sentido ya hemos empezado a trabajar en un proyecto denominado MICE Tech Lab, una plataforma para experimentar, generar nuevo talento y aglutinar todo el ecosistema de innovación y tecnología en Cataluña. Va a haber una demanda de nuevas soluciones y nuevas necesidades, y hay que responder a todo ello.
¿Qué iniciativas se han llevado a cabo para fomentar la sostenibilidad?
El programa de sostenibilidad ya estaba incluido en nuestro plan de marketing. Lo que hemos hecho es ajustarlo y acelerarlo desde la Agencia Catalana de Turisme y el Convention Bureau. Hemos identificado a los proveedores con las mejores prácticas y con certificados de sostenibilidad implantados. El año que viene pasaremos a la fase de consultoría e implantación de las medidas que tendrían que cumplir las empresas y los eventos para ser realmente sostenibles, siempre de una manera autorresponsable. Vamos a poner en marcha un plan para ayudar a las empresas a alcanzar el nivel de sostenibilidad que queremos para Cataluña.
Barcelona ya es un referente en toda Europa como smart city…
Así es. Contamos con un punto de partida muy importante. Llevamos mucho camino recorrido. Incluso la Generalitat tiene una dirección general específica. La cuestión es traspasar todo este conocimiento y experiencia al modelo turístico. No podemos obligar, pero sí fomentar. Vamos a acompañar a las empresas en la transformación, pero también les vamos a pedir un compromiso sobre unos estándares mínimos que refuercen la imagen de sostenibilidad del destino en su proyección internacional.
¿Cómo están evolucionado las sedes para eventos después del parón sufrido por la pandemia?
De alguna forma, los venues han estado más obligados a transformarse que los hoteles, al depender completamente de las reuniones y los eventos. Por eso han aprovechado para ponerse al día en conectividad y digitalización, así como en servicios como el streaming. Muchas infraestructuras han acometido también reformas ventilación, iluminación de espacios, acondicionamiento de exteriores, etc. Desde luego, hoy tenemos unos venues más tecnológicos, pero todavía tenemos que ver una gran transformación en el modelo de negocio de los eventos. Tienen que ser más flexibles y competitivos, con capacidad para atraer reuniones de todo tipo en diferentes sedes y con más facilidades para la interactuación en remoto.