Aerolíneas y administraciones apuestan de forma clara por la sostenibilidad y la reducción de la contaminación en el transporte aéreo. Pero se trata de que todo el mundo colabore, incluido el pasajero. Este tiene ya a su alcance diversos planes voluntarios de compensación de la huella de carbono.
Las emisiones de la aviación internacional han crecido casi un 130 % en las últimas dos décadas, según fuentes del Eurostat y el Parlamento Europeo. Este fue el crecimiento más rápido en todo el sector del transporte, el único en el que las emisiones han aumentado desde 1990. Por seguir con cifras no muy halagüeñas, según Amadeus los vuelos produjeron 895 millones de toneladas de CO2 en 2018.
Tanto los países como las grandes compañías aéreas se han conjurado para revertir esta realidad con el impulso de múltiples medidas: expansión de los biocombustibles, disminución del peso de los aparatos con la eliminación de residuos, renovación de las flotas con aviones más eficientes…, pero también implicando al pasajero. Estas son las opciones que ofrecen las distintas aerolíneas a sus clientes para compensar la huella de carbono:
Iberia
La aerolínea de IAG ha desarrollado una calculadora de carbono en alianza con Climate Trade que informa de la cantidad de emisiones generada por un vuelo en función del tipo de avión, el recorrido y el tipo de asiento, ya sea turista o business. La estimación se convierte en una cantidad en euros y está en manos del viajero que sea invertida en un proyecto sostenible. Por ejemplo, en el caso de las empresas, Iberia cuenta con un proyecto de reforestación en Perú.
Ryanair
La irlandesa también ofrece una calculadora para compensar la huella de carbono de forma exacta. El sistema permite contribuir con dos euros a varios proyectos: un programa de reforestación en el Algarve a través de Renature Monchique; la adquisición de cocinas eficientes en Uganda por parte de First Climate; una planta de energía eólica en Turquía o la mejora de comedores sociales en Malawi.
Finnair
La apuesta de la compañía finesa por la responsabilidad social se traduce en su programa Push for Change, con diversas posibilidades al alcance del viajero. Si opta por apoyar un proyecto de construcción y uso de cocinas ecoeficientes en Mozambique, el cargo es de unos pocos euros en función de que sea un vuelo nacional, continental o intercontinental. Además, puede apoyar los vuelos con biocombutibles que Finnair fabrica junto a Sky NRG a partir de aceite usado.
United
El programa Eco Skies Carbon Choice es la propuesta de la compañía norteamericana para las compensaciones. Además, las empresas clientes cuentan con un sistema específico para envíos de carga y para sus viajeros de negocios que se realiza en colaboración con Conservación Internacional. Entre sus puntos proyectos destacan los destinados a reducir los gases de efecto invernadero o los relacionados con las comunidades indígenas de Perú.
Lufthansa
El grupo aéreo germano mantiene un sistema de compensación de emisiones de dióxido de carbono denominado Compensaid y desarrollado por Lufthansa Innovation Hub. Básicamente ofrece dos alternativas que se pueden gestionar también a través del programa de fidelidad Miles & More: dedicar el importe a combustible sostenible de aviación (SAF) o subvencionar una cartera de proyectos de protección del clima. También se pueden combinar ambas.
Cathay Pacific
Fly Greener, el procedimiento para compensar las emisiones de carbono de la aerolínea de Hong Kong, contribuye directamente a apoyar proyectos de terceros acreditados por Gold Standard. Para aumentar el alcance del programa, la compañía realiza campañas periódicas para incrementar las cuotas de compensación.
Air France
La compañía gala ofrece a sus pasajeros el programa Trip and Tree, que permite contribuir a programas de reforestación en diversas partes del mundo, y lo hace a través de una herramienta de compensación de dióxido de carbono muy avanzada.
KLM
CO2ZERO es el nombre del programa de compensación de la aerolínea holandesa, que lleva a cabo en colaboración con la certificadora de proyectos Gold Standard. Gracias a las contribuciones de los viajeros, se han llevado a cabo proyectos medioambientales como CO2OL Tropical Mix, sobre reforestación en Panamá, o Toyota Coalpot sobre eficiencia energética en Ghana.
Air New Zealand
La aerolínea está logrando muy buenos resultados en la reducción de sus emisiones en los últimos años. A ello contribuye, entre otras medidas, el programa Fly Neutral. La recaudación de las donaciones efectuadas por los viajeros se destina a repoblación de zonas boscosas y a ayudar a las comunidades más vulnerables de Nueva Zelanda. La medición y el cálculo correspondiente lo efectúa la empresa Climate Care.
Gol
MOSS es el nombre de la plataforma que emplea la compañía brasileña para que sus pasajeros contribuyan a mitigar el impacto ambiental de los vuelos. Cada cliente es informado de antemano sobre las emisiones originadas por su desplazamiento, con opción de compensarlas ayudando a diversos proyectos medioambientales en el área del Amazonas o relacionados con los biocombustibles.
Singapore Airlines
Los clientes de las compañías Singapore Airlines y Scoot pueden compensar las emisiones de sus vuelos a través de la solución digital Blue Halo, desarrollada por la australiana Tasman Envorimental Markets. Entre sus proyectos destacan los destinados a proteger los bosques en Indonesia, apoyar la energía solar renovable en India y proporcionar cocinas más limpias a las familias rurales de Nepal.
Delta Airlines
Fue la primera aerolínea de Estados Unidos en lanzar una calculadora para conocer las emisiones. Además, mantiene interesantes proyectos medioambientales, por ejemplo, Florestal Santa María, en la región brasileña de Mato Grosso; Rubber Tree, en Guatemala; Kariba REDD+, en Zimbabue o Isangi REDD+, en la República Democrática del Congo.