Delta Air Lines incorporará a su flota el avión de última generación Boeing 737 Max, como parte de su programa de renovación de su flota para elevar la experiencia de los clientes en vuelo y mejorar la eficiencia del combustible.
Delta ha encargado el modelo más grande de la familia Max, el 737-10, que se entregará en 2025. El pedido aumentará el tamaño de la familia 737 de la compañía norteamericana a más de 300 aviones para el final de la década.
Contará con los motores LEAP-1B de nueva generación fabricados por CFM International, una empresa propiedad conjunta de GE y Safran Aircraft Engines.
El avión será entre un 20 % y un 30 % más eficiente en cuanto a consumo de combustible que los aviones de Delta a los que sustituirá, lo que hace que el acuerdo sea un paso importante en el camino de Delta hacia un futuro sostenible para la aviación.
«El Boeing 737-10 será una destacada adición a la flota de Delta a medida que damos forma a un futuro más sostenible para los viajes aéreos, con una experiencia elevada para el cliente, una mayor eficiencia en el consumo de combustible y el mejor rendimiento de su clase», ha afirmado Ed Bastian, director ejecutivo de Delta.