El aeropuerto más grande de Corea del Sur, y uno de los más importantes de Asia, sorprende por el cuidado de sus instalaciones, la atención de su personal y, algo muy propio del país, la eficacia de sus procedimientos. La estancia en él es ágil, la oferta diversificada y sorprendente… Incluso cuenta con un museo para que el viajero pueda empaparse de la riqueza y singularidad de la cultura coreana.
Tras la guerra —inacabada aún hoy— con su vecino del norte en la década de los cincuenta, en 1988 Corea del Sur dio un ejemplo al mundo organizado unos Juegos Olímpicos. Fue el mejor escaparate. Atrajo muchísimos viajeros y el entonces aeropuerto de Gimpu, el encargado de dar servicio a Seúl, se vio desbordado. El Gobierno decidió la construcción de uno nuevo y las obras se iniciaron en 1992 en la isla de Yongjong, a unos 52 kilómetros de la capital. Finalmente, en 2001 se inauguraba uno de los aeródromos más importantes de Asia, que en 2019 registró más de 71 millones de pasajeros.
Actualmente es el hub de once compañías, entre ellas Korean Air y Asiana Airlines. También tienen base en él aerolíneas como Thai Airways, China Southern Airlines y China Easthern Airlines. A ellas se suman decenas de compañías nacionales e internacionales, que hacen de él uno de los aeropuertos más significativos del continente asiático. Además, se halla en plena progresión, con obras de ampliación para llegar a una capacidad máxima de 106 millones de pasajeros al año en 2030. En 2021 inauguró su cuarta pista.
Reconocimientos
Una prueba de su potencial es el elenco de premios recibidos en los últimos años. El Incheon International Airport (IIA) ha sido nombrado ‘aeropuerto del año’ por los World Airport Awards de Skytrax. En 2020 ocupó el cuarto lugar del mundo. Además, en otras ediciones ha destacado como ‘mejor aeropuerto de tránsito’ y ‘mejor terminal’, por su Terminal 2.
La 1 es la más grande de Corea del Sur, cuenta con 44 puertas de embarque, todas con capacidad, por ejemplo para el A380, medio centenar de puestos de aduana y 252 mostradores de facturación. Además, conectada a esta existe una gran galería inaugurada en 2008, con dos pasillos subterráneos de 900 metros, que cuenta con una treintena de puertas y seis salones o salas vip de las compañías Asiana Airlines, Singapore Airlines, Japan Airlines, Korean Air y China Easthern Airlines. Por su parte, la Terminal 2 fue inaugurada en 2008, y en ella operan numerosas compañías internacionales, especialmente las de la alianza SkyTeam. Es una de las maravillas arquitectónicas del país.
Interior sorprendente
El viajero puede vivir una auténtica experiencia de ocio en este aeropuerto, en el que destacan sus enormes terrazas para contemplar el tráfico aéreo. Se trata de un complejo ultramoderno y tecnológico, en el que la eficiencia, sobre todo para emplear el menor tiempo posible en los trámites, se consigue con creces. No en vano, la media de tiempo de tránsito es muy inferior a la de otros grandes aeródromos. También su personal es uno de sus grandes atractivos, con profesionalidad y trato cercano y eficaz.
Pero el IIA también destaca por sus propuestas para el visitante que va a permanecer más tiempo. Desde una pista de hielo a un campo de golf, pasando por un museo de la cultura coreana, la propuesta es sorprendente en unas enormes estancias futuristas jalonadas de obras de arte, como si de una gran galería se tratara. Y para trabajar cuenta en su interior con el Incheon Airport Transit Hotel, con un centro de negocios, además de otros cuatro establecimientos más en las cercanías. Además, hay dos centros de negocios propios: uno perteneciente a Diners Club International y el Centro de Negocios Paraíso. Toda una megaurbe.