
La Costa Azul es uno de los destinos turísticos más apreciados de Europa. Sus atractivos son muchos y variados. Con un envidiable emplazamiento geográfico, entre el mar Mediterráneo y las montañas, a tan sólo unos kilómetros de la frontera italiana, aúna la suavidad de su clima, una luminosidad especial, bellos paisajes y, cómo no, playas de hermosos tonos azulados. Para muestra, un pequeño recorrido por la capital, Niza, y dos sus encantadoras localidades de la región: Menton y Èze.
El litoral de la Costa Azul es mundialmente famoso, gracias a sus playas, sus cabos, los magníficos paseos marítimos de Niza o Cannes y su extraordinaria oferta hotelera y de servicios… Menos conocidas, las tierras del interior también reservan grandes encantos, con sus pueblos encaramados frente al Mediterráneo y con los Alpes a tiro de piedra.
En este escenario tan atractivo tuvo lugar el workshop France Méditerranée 2021, celebrado en el hotel Hyatt Regency Nice Palais de la Méditerranée los pasados 22 y 23 de octubre, un encuentro organizado por Atout France en colaboración con Nice Côte d’Azur Metropolitan Convention and Visitors Bureau y The Côte d’Azur France Tourism Board. Los participantes pudieron disfrutar además de un pretour para conocer tres de las perlas de la región: Niza, Menton y Èze.

NIZA
Ciudad cargada de historia, cultura, arte, creación, eventos, ocio, naturaleza y propuestas culinarias, Niza mantiene estilo de vida único. La visita es una oportunidad para descubrir las colecciones de la veintena de museos y galerías, con creaciones de Matisse, Chagall o de la célebre Escuela de Niza. El French Riviera Pass es un estupendo y práctico salvoconducto para acceder a numerosos lugares con importantes ahorros.
Pasear por la ciudad es una delicia. Sus mercados de flores, las callejuelas típicas de la ciudad vieja y sus “piazzettas”, la colina del castillo, con sus vistas excepcionales de la bahía de los Ángeles y las estribaciones de los Alpes del Sur… También hay que acercarse a sus iglesias barrocas o el Paseo de los Ingleses y sus 7 kilómetros de playas. Es la imagen de marca de Niza en todo el mundo y lugar de cita de aficionados al footing, ciclistas y paseantes.
Tampoco hay que perderse el Muelle de los Estados Unidos, el barrio del Puerto, lleno de animación, que cuenta con la mayor concentración de anticuarios de Francia, la plaza Masséna, reacondicionada con sus siete estatuas que se iluminan a la caída de la noche.

MENTON
El eslogan de Menton —‘Mi ciudad es un jardín’— lo dice todo. Situada entre el mar y las montañas, entre Mónaco y la frontera italiana, la ciudad goza de un microclima subtropical, posee un rico patrimonio cultural y, sobre todo, alberga magníficos jardines, algunos clasificados como monumentos históricos.
Entre los ineludibles están el jardín Fontana Rosa, concebido en 1922 por el escritor Vicente Blasco-Ibañez para recrear un rincón de su Valencia natal; el de Villa María Serena, célebre por su colección de palmeras y plantas tropicales, muy cerca ya de Italia; o el jardín Serre de la Madone, acondicionada en por Lawrence Johnston en un terreno de 6 hectáreas en las que abundan las especies raras.
Tampoco hay que perderse La Citronneraie, con su gran variedad de limoneros y olivos; o Los Colombières, diseñados por el paisajista Ferdinand Bac entre 1918 y 1927, quien también concibió los muebles modernistas de la villa y pintó sus frescos.
Además, Menton alberga el museo Jean Cocteau, al pie de la ciudad vieja, con una importante colección del creador reunida por Severin Wunderman y que incluye dibujos, pinturas, cerámicas, fotografías, litografías, carteles y escritos. El Salón de Bodas del Ayuntamiento es otro de los escenarios únicos para descubrir al artista a través de sus frescos.

ÈZE
El lugar donde está situado Èze Village es uno de los más bellos de la Costa Azul, desde el que contemplar un panorama extraordinario de la región, dominando el Mediterráneo hasta el golfo de Saint-Tropez. Se trata de una pequeña localidad medieval encamarada como el nido de un águila sobre el mar que alberga un jardín exótico situado en las ruinas de una antigua fortaleza.
Tiendas, artesanos, fábricas de perfume, hoteles y restaurantes con estrellas Michelin completan el decorado. Más abajo, Èze Bord de Mer no desmerece: se trata de una pequeña localidad costera con coquetas mansiones de la belle époque.