Inicio LIFE STYLE SABORES MARIDAJE QUESO / VINO. Riesgo y recompensa

MARIDAJE QUESO / VINO. Riesgo y recompensa

En la difícil comunión entre queso y vino, hay teorías y opiniones para todos los gustos. Entre los que mantienen que sólo deben utilizarse los blancos y los partidarios acérrimos de los tintos se mueve un amplio abanico de posibilidades. Lo cierto es que tanto unos como otros pueden encontrar el compañero de viaje ideal. Según explica Hugh Johnson en su guía “Pocket Wine Book”, la regla de oro es muy sencilla: “Cuanto más duro sea el queso, más taninos aguanta. Y cuanto más cremoso, más acidez necesita”. Una más de las teorías que circulan entre los entendidos.

El blog Gastronomía&Cía aporta más criterios. Por ejemplo, señala que el queso Brie o el Camembert maridan estupendamente con los tintos jóvenes y afrutados; que los Roquefort y los Cabrales se llevan bien con los vinos rancios del Penedès o el Malsavía de Alicante; que el Gruyere poco curado se puede saborear tanto con blancos como con tintos, siempre que sean ligeros, mientras que el muy curado pide un Jerez. También señala que para los manchegos son recomendables los tintos de crianza, especialmente los de La Rioja.

En este punto, hay algunos autores que señalan que lo más seguro para no forzar matrimonios mal avenidos es conjugar quesos y vinos que se produzcan en la misma región. No todos coinciden en esta apreciación, entre otras cosas porque en gastronomía, el gusto personal es determinante. Si además se acompaña de ciertos conocimientos enológicos, el resultado puede ser mucho mejor. Otra norma a considerar: juntar dos productos de la máxima calidad aquí no es garantía de éxito.

En un artículo publicado en ElMundodelVino.com, el experto Luis Gutiérrez admite que, en términos generales, sí se puede decir que existen más quesos que armonicen con un blanco que con un tinto. Gutiérrez mantiene que “la noble tradición de acompañar el plato de quesos bien afinados con los mejores claretes o grandes borgoñas tintos, igualmente afinados, es un desperdicio de los vinos y de los quesos”. De cualquier forma, estos datos no deben condicionar la búsqueda.

OTROS MARIDAJES

Como recuerda el experto Mikel Zeberio, en algunos países donde no se consume vino, el queso se ingiere en otros momentos del día, como el desayuno, y combina con otras bebidas como el zumo de frutas o el té. También enumera otros tipos de maridaje, por ejemplo el del queso Edam o Gouda con cerveza o el del queso con la leche, incluso con el whisky y otras bebidas espirituosas. Más maridajes: Mand Dase con licor de manzana; Feta con retsina, el característico vino griego; Gjstost con café puro… No hay que olvidar que el queso también puede estar cocinado en ensaladas, sopas, pastas, arroces, pescados o postres. Atención al vino que se sirve con estos platos.

[useful_banner_manager banners=4 count=1]