El nuevo buque insignia de MSC Cruceros realizará esta semana el primer viaje de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero de la industria cuando el buque, propulsado por gas natural licuado (GNL), abandone su astillero en Saint-Nazaire, Francia de camino a su ceremonia de inauguración en Copenhague, Dinamarca.
El nuevo barco, el vigésimo segundo de la flota de MSC Cruceros, navegará durante cuatro días desde Saint-Nazaire a Copenhague emitiendo cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, demostrando que los cruceros de cero emisiones netas son posibles hoy en día. MSC Euribia zarpará del puerto francés el 3 de junio y tiene prevista su llegada a la capital danesa el 7 de junio.
MSC Cruceros ha adquirido 400 toneladas de bio-GNL en su apuesta por el despliegue de combustibles renovables drop-in y medidas de transición energética hacia el viaje de las cero emisiones netas de gas. De esta manera, MSC Cruceros es la primera compañía de cruceros que adquiere bio-GNL como fuente de combustible con un importante ciclo de vida de reducción de emisiones.
La navegación neta cero utilizará bio-GNL mediante un sistema de balance de masas, el método más eficiente desde el punto de vista medioambiental para obtener los beneficios del biogás renovable. Toda la cadena de suministro cumplirá plenamente la directiva sobre energías renovables de la Unión Europea, comúnmente conocida como RED II, y cada lote individual del total de bio-GNL producido ha sido certificado por la International Sustainability & Carbon Certification.
MSC Cruceros cuenta con el apoyo de la compañía energética nórdica Gasum para el viaje de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, un productor líder de biogás y procesador de fracciones de residuos biodegradables en la región nórdica.
La velocidad y el itinerario del viaje inaugural de MSC Euribia se han diseñado específicamente para optimizar la configuración y las cargas de los motores con el fin de minimizar el consumo de combustible.
Las nuevas construcciones de MSC Cruceros son buques flexibles en cuanto al combustible, que pueden adaptarse a una variedad de combustibles renovables, tanto los disponibles en la actualidad como los previstos para el futuro. El uso de GNL fósil ya consigue una reducción de hasta el 20 % en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles marinos convencionales, y elimina prácticamente todas las emisiones de óxido de azufre y partículas, a la vez que reduce los óxidos de nitrógeno en un 85 %.
