Nuremberg, el gran símbolo del nazismo y de la locura de Hitler, es en la actualidad la capital cultural y económica de Franconia, en Baviera. La ciudad fue arrasada por la aviación aliada al final de la II Guerra Mundial, pero se levantó piedra a piedra con una restauración ejemplar que se disfruta al pasear sus calles. A pesar de sus reducidas dimensiones, con apenas medio millón de habitantes, figura en el top 10 de los destinos europeos que más ferias y conferencias organizan anualmente.
La primera mención de Nuremberg en la historia se remonta a 1050, aunque el gran apogeo económico de la ciudad se produjo en la Edad Media, cuando llegó a contar con más de cien torres, el gran símbolo su poderío, aunque ahora sólo se pueden divisar cinco de ellas. Ya en el siglo XX, se convirtió en la indiscutible sede del partido nazi. Este fue el motivo del bombardeo de la aviación aliada el 2 de enero de 1945, una acción que destrozó un 91% de la ciudad después de 59 ataques aéreos.
Fue entonces la segunda urbe alemana más destruida en la gran guerra tras Dresde, el hogar de la familia imperial, pero ahora, ante nuestros ojos, sus edificios, plazas, fuentes, iglesias, museos, calles adoquinadas y murallas vuelven a brillar como antaño. Nuremberg fue levantada piedra a piedra durante la posguerra y hasta mediados de la década de los sesenta del pasado siglo no recuperó su clásica imagen, en medio de una nueva atmósfera de tranquilidad y florecimiento económico.
Ese despertar en las finanzas y en su industria se distingue en su capacidad actual para organizar eventos. La NürnbergMesse (Feria de Nuremberg) es ya una de las 15 empresas de eventos corporativos y ferias más grandes del mundo, pues organiza más de 120 exposiciones nacionales e internacionales cada año. El recinto es visitado por 1,4 millones de personas anualmente y más de 30.000 exhibidores participan en las convocatorias de este grupo alemán, que cuenta con filiales en China, Estados Unidos, Italia, Brasil e India.
Su feria más famosa es la dedicada al juguete, la mayor de las que se organizan en todo el mundo, que se celebra cada mes de febrero con más de cien países participantes y una importante presencia española.
El Centro de Convenciones de la ciudad, que pertenece al NürnbergMesse , es el buque insignia del sector MICE. Puede llegar a recibir 12.800 asistentes y entre las instalaciones destacan sus 50 salas de conferencias y auditorios, dotados con los más modernos equipos para reuniones y eventos de todo tipo.
El centro se enorgullece de sus accesos desde el aeropuerto, con la línea de metro U2, cambiando en la Hauptbahnhof (Estación Central) a la U1 en dirección a Langwasser, por solo 3 €, precio del billete sencillo. El aeródromo está ubicado al norte de la ciudad, muy cerca de la autopista A3, a unos 8 km de su casco viejo. En taxi, ese trayecto se cubre en 15 minutos por unos 20 €.
Poco a poco, pero dando pasos firmes, Nuremberg ha resurgido de sus cenizas y se ha transformado en uno de los grandes bastiones de la tecnología, la industria y los servicios innovadores en Alemania, con compañías muy importantes en sectores como la tecnología, la informática, el transporte, la medicina, la energía, la robótica y el medio ambiente. Un destino próspero que definen los germanos como un lugar magnifico para vivir y trabajar por su gran potencial económico y de negocio. De ahí que muchos de sus edificios históricos también colaboren en la organización de eventos.
Es el caso de la Historischer Rathaussaal (Sala del Ayuntamiento), con dos estancias utilizables: el Gran Salón (s. XIV) y el Salón del Honor. También del Germanisches Nationalmuseum, o Museo Nacional Germánico, el principal de la ciudad, con siete salas que se pueden acondicionar para eventos. Incluso del propio castillo imperial (Kaiserburg Nürnberg), cuyo Salón de los Caballeros se convierte en un lugar ideal para recepciones y conciertos.
Entre los venues destacables hay que citar asimismo la Meistersingerhalle, en Münchener Strasse, muy próxima a la principal estación principal, una excepcional instalación especializada en congresos, conferencias, seminarios y ferias. Su edificio, diseñado en estilo clásico moderno, dispone de 13 salas con capacidad total hasta 3.500 participantes. Otras sedes habituales de la ciudad son el Mövenpick Conference Center, el Karl-Bröger-Zentrum, el Tullnau Conference Park y el Kongresszentrum Heinrich-Lades-Halle.
UN PASEO POR LA CIUDAD
Ese Nuremberg moderno y competitivo no deja de ser parte de un nuevo capítulo de la rica historia de la ciudad. Lejos de parecer un destino desfasado o anticuado, la sensación es justamente la contraria. El casco viejo sigue desprendiendo un halo de encanto en cada uno de sus rincones, trufados de tiendas trendy, bares acogedores donde degustar sus famosas salchichas, cervecerías al aire libre y plazas flanqueadas por hermosos edificios, a veces adornados en sus esquinas por una legión de vírgenes y santos con diferentes colores.
Muchas de esas casas siguen luciendo los miradores dirigidos a la calle que confirmaban que en el interior de esas viviendas existía un altar religioso privado. Se contabilizaron más de cuatrocientos y ahora resulta curioso comprobar cómo Nuremberg, que eliminó el culto a los santos tras hacerse protestante de la mano de Martin Lutero, disfruta ahora del más famoso mercadillo de Navidad del país. El Christkindlesmarkt presume de mostrar el recinto más hermoso del mundo en Adviento, hasta el punto de que recibe cada año más de dos millones de visitantes de todos los puntos del planeta.
Lo más antiguo de ese bello recinto medieval se despliega por la falda de una colina que preside el castillo y sus murallas. La fortaleza se convirtió en uno de los palacios imperiales más importantes de la Edad Media, residencia de todos los emperadores del Sacro Imperio Germánico desde los años 1050 hasta 1571. Hoy se puede recorrer el edificio principal, con la capilla doble románica mejor conservada de Europa, las habitaciones de los emperadores, el pozo hondo y una de las torres.
Tras la visita es inevitable toparse con la casa de Alberto Durero, otro de los iconos de la ciudad, en uno de los pocos edificios que sobrevivieron a los bombardeos de 1945, y que fue habitado por el artista más famoso del renacimiento alemán desde 1471 hasta 1520. Es, sin duda, su hijo pródigo, el hombre que dejó en la ciudad un legado de 90 pinturas, 130 grabados y varios cientos de xilografías y dibujos.
La casa está abierta al público desde el año 1871 y hoy se ha transformado en un auténtico museo que muestra su obra. En él se puede aprender igualmente cómo vivían y trabajaban los artistas de la época. En la plaza anexa al edificio se levanta el monumento a su memoria, mientras que la tumba se encuentra en el cementerio de Sant Johann, un camposanto de lo más original, pues sus 6.000 tumbas están adornadas con placas y epitafios de metal y estaño.
Nuremberg fue también cuna de Peter Henlein, el inventor del reloj de bolsillo, y origen de ferrocarril alemán junto con Fürth, allá por 1835. El castillo imperial custodió durante la II Guerra Mundial las joyas de la Corona de Sacro Imperio Germánico, que hoy se exhiben en Viena (Hofburg). Fueron escondidas en los bunkers excavados al principio de la contienda. Además de proteger el portentoso tesoro, los pasadizos sirvieron para que la población se refugiara de las bombas.
Uno de esos pasajes está abierto al público, muy próximo al castillo, pero existen otros privados, como el que pertenece al restaurante Das Steichele, hoy habilitado como sala de degustación de vinos. En este sótano resulta curioso observar los grafitis y los mensajes que los habitantes de Nuremberg pintaban en las paredes para animarse y para estar convencidos de que el pueblo alemán ganaría la guerra.
Descendiendo por estas calles empinadas con algunas curiosas tiendas de antigüedades especializadas en objetos y armas de la II Guerra Mundial, se alcanza la plaza del Mercado, con su resplandeciente fuente y la iglesia de Nuestra Señora, que luce en la fachada su famoso reloj, con un original espectáculo de personajes que entran y salen marcando el tiempo.
Entre la plaza y el castillo se deja atrás la iglesia de San Sebaldo, la más antigua de la villa, con sus excelentes vidrieras, y un poco más adelante sorprende el templo dedicado a San Lorenzo, excelente ejemplo del gótico alemán. Este es el corazón de Nuremberg, desde donde se despliegan los puestos de verdura con los toldos a rayas rojas y blancas, los elegantes centros comerciales con sus fachadas de cristal y su ramillete de 500 tiendas que conforman un destino ideal de los aficionados al shopping.
OFERTA CULTURAL
Para los que se decanten por la oferta cultural, es muy recomendable la visita al Museo Nacional Germánico, fundado en 1852, un edificio hoy moderno que encierra la historia alemana desde la prehistoria hasta el siglo XX. La pieza que más asombra al visitante es el globo terráqueo del mundo más antiguo, realizado antes del descubrimiento de América, pero esa es solo una sugerencia. Un tranquilo recorrido por el museo puede llevar más de media jornada sin exagerar. En el exterior, el paseo peatonal del museo se denomina calle de los Derechos Humanos desde 1993. El artista judío Daniel Karavan lo convirtió en símbolo al amontonar en esta vía unas columnas con inscripciones en diversas lenguas donde se pueden leer los 30 artículos de la Declaración de la ONU de 1948.
Otro punto indiscutible del top 10 de Nuremberg es el Centro de Documentación del Partido Nazi, que se localiza en el recinto de concentraciones de este movimiento. En estos terrenos se instaló el cuartel general nazi en 1933. A partir de esa fecha Hitler y sus miles de seguidores desfilaron entre grandes aplausos por este lugar de culto político, un espacio de 11 km2 empleado como plataforma propagandística.
Aquí se levantaron tribunas, paseos, coliseos, altares e incluso un palacio de congresos para 50.000 personas, que nunca fue terminado a pesar de los deseos del führer. La mayoría recordará los documentales históricos de la época sobre estas explanadas en donde se exaltaba el nazismo. Hitler estaba tan enamorado del proyecto que quería convertirlo en el escenario fijo de los Juegos Olímpicos.
En noviembre de 2001, una de las alas se abrió a los visitantes como museo y centro de documentación gracias al diseño del arquitecto austriaco Günther Domenig. El recorrido por el horror del nazismo a través de paneles, vídeos, grabaciones, fotos y documentos resulta estremecedor. El edificio en sí y el entorno más próximo impresionan también al final del recorrido, en la planta alta, cuando a través de una pasarela se sale al aire libre para obtener una panorámica de la plaza interior de ese palacio de congresos que estaba destinado a estar embellecido con miles de piezas de mármol.
La ciudad es también famosa porque en ella se celebraron los Juicios de Nuremberg, que sentenciaron a varios criminales de guerra nazis. La sala 600 sigue recordando aquellas sesiones que concentraron la atención mundial y que quedaron recogidas en la célebre película ¿Vencedores o vencidos?, protagonizada por Spencer Tracy. Un ascensor comunicaba la prisión contigua con la sala por la que los acusados accedían a este recinto, donde las lámparas de araña originales del techo fueron sustituidas por grandes focos.
La vista se alargó durante 218 días hasta que el el tribunal pronunció sus sentencias: 3 absoluciones, 12 condenas a muerte en la horca, 3 cadenas perpetuas y 4 largas penas de cárcel. Hoy, Nuremberg ha sabido dejar atrás ese lado oscuro de su historia, aunque el recuerdo del fatal episodio siempre permanecerá en el recuerdo.
MAS INFO
www.tourismus.nuernberg.de
RECOMENDADOS
RUTA POR EL CASCO VIEJO
(Media jornada)
Durante el paseo se visita el castillo en el que se conserva una doble capilla románica, así como los monumentos y edificios más importantes de la ciudad: las murallas; la plaza del Mercado, con su la Fuente Hermosa; las iglesias de San Sebaldo y San Lorenzo, de una riqueza única; el edificio renacentista Fembohaus, con el museo estatal de Nuremberg; el Puente del Verdugo o la casa de Alberto Durero. En este último edificio se puede comprobar cómo vivían y trabajaban los artistas de la época. Más adelante, junto a una de las puertas del recinto amurallado, hay que recorrer el Patio de los Artesanos para echar un vistazo a sus encantadoras tiendas. En este coqueto rincón se pueden comprar típicos regalos, como juguetes de latón o monederos de cuero, y también existe la posibilidad de adquirir las originales galletas lebkuchen o las populares salchichas rostbratwurst.
EXCURSION A BAYREUTH
(Día completo)
A 90 km de Nuremberg por la A-9, la capital de la Alta Franconia es un destino monumental y vinculado a la música gracias a los festivales dedicados a Richard Wagner, que se celebran cada año durante cinco semanas, sin lugar a dudas una de las grandes mecas melómanas del mundo. Además del teatro levantado e ideado por el músico germano, se visita la casa donde instaló su residencia; el Teatro de la Ópera del Margrave, uno de los escenarios barrocos mejor conservados de Europa y, hasta 1871, el más grande de todo el país, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco; el Palacio Nuevo y el Eremitage, con sus bonitos jardines y estanques.
CENTRO DE DOCUMENTACION
(Media jornada)
Los edificios que aún quedan en pie en el antiguo terreno de congresos del partido nacionalsocialista son un adusto y silencioso testimonio del patrimonio de Nuremberg. El museo documenta la historia y el abuso de poder bajo el dominio de un Adolf Hitler que se presentó como el salvador de Alemania. Construido para acoger a 50.000 personas, los enormes cimientos del nunca terminado auditorio dominan el recinto. Su ala norte alberga la exposición, mientras que en la azotea se encuentra un Foro de Estudio que provee programas educativos especialmente diseñados para estudiantes y grupos juveniles. En 2000, la Unesco distinguió el recinto como la contribución oficial alemana al Año Internacional por una Cultura de Paz.
CONGRESS MERCURE NÜRNBERG AN DER MESSE ****
A escasos minutos a pie de NürnbergMesse, en el recinto del Parque Público de Nuremberg, popular por sus hermosos lagos y estanques. El hotel, levantado junto al centro de exposiciones, ofrece 140 habitaciones además de sauna y gimnasio. La oferta MICE se centra en 6 salas de reuniones orientadas al parque con aforo para un máximo de 200 personas. Completan sus servicios un spa y una pista de footing desde el hotel al parque Dutzendteich. El establecimiento se encuentra a escasos minutos a pie del centro de exposiciones NürnbergMesse y a 12 km del aeropuerto.
Münchener Strasse 283, Südoststadt.
Tel. +49 (0) 911 94650
www.mercure.com
HILTON NÜRNBERG ****
Un total de 152 habitaciones y 18 salas de reuniones con capacidad para 380 personas, además de parking gratuito son las credenciales de este hotel situado junto al parque Tiergarten, a solo 4 km al sur del centro de la ciudad. Su restaurante L’Oliva sorprende por sus magníficas vistas al campo de entrenamiento del club de fútbol FC Nürberg. Cuenta con centro negocios, fitness y piscina al aire libre. En su bar se sirven excelentes cócteles.
Valznerweiherstr, 200. Südoststadt.
Tel. +49 (0) 911 40290
www.hilton.de/nuernberg
NH FÜRTH NÜRNBERG ****
Situado en el bosque municipal de Fürth, cuenta con 111 habitaciones elegantes y renovadas en un ambiente acogedor de tonos cálidos y estilo refinado. Además, hay que sumar las 7 modernas salas para eventos con luz natural y capacidad máxima para 300 personas. Los alrededores permiten realizar diversas actividades al aire libre. La sala para eventos del cuarto piso, que antes era una biblioteca, es utilizada habitualmente para pequeñas conferencias y dispone de una encantadora chimenea.
Zum Vogelsang, 20. Fürth
Tel. +49 (0) 911 74040
www.nh-hoteles.es
DAS STEICHELE
Abierto desde 1897, este hotel-restaurante perteneciente a la familia Steichele es uno de los locales históricos de la ciudad. Sirve tradicionalmente en el jardín, en el bar de vinos y en un antiguo bunker de la II Guerra Mundial, donde es posible disfrutar de una degustación viendo los grafitis y los mensajes que pintaban los vecinos de la ciudad para animarse y convencerse de la victoria en la gran guerra. Cocina tradicional de Franconi y excelentes vinos de la región, de Tirol del Sur y de Renania-Palatinado.
Knorrstrasse, 2 – 8
Tel. +49 (0) 911 202 280
www.steichele.de
GOLDENES POSTHORN
Para degustar las salchichas originales de Nuremberg (entre 6 y ocho cm de longitud) en el corazón del casco viejo de la ciudad. Esta tradicional posada, que organiza menús para reuniones y celebraciones, dispone de una terraza exterior con ambiente mediterráneo desde la que se puede divisar la Iglesia de San Sebaldo. Entre sus platos destaca la carne con especias, frecuentemente asada, los platos de pasta, las sopas, las ensaladas de patatas y los postres con la manzana como ingrediente base.
Glöckleinsgasse, 2
Tel. +49 (0) 911 225 153
www.goldenes-posthorn.de
ZUM ALBRECHT DÜRER HAUS
Un lugar histórico, ideal para eventos corporativos, con sus dos plantas decoradas en madera, jardín exterior y un reservado. Ambiente muy tradicional y cocina principalmente internacional con propuestas regionales de Franconia. Los platos están acompañados por la clásica cerveza Augustiner y por una amplia selección de vinos del sur de Alemania.
Obere Schmiedgasse, 58
Tel. +49 (0) 911 2114 4940
www.zum-albrecht-duerer-haus.net