El hotel Palacio Guendulain, en el centro de Pamplona, y El Señorío de Arinzano, en la localidad de Aberin, a poca distancia del anterior, ofrecen conjuntamente sus espacios al visitante de negocios y a los viajes de incentivo.
El hotel Palacio Guendulain abrió sus puertas en 2009 en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Pamplona. Construido en el siglo XVIII, hoy el palacio es un hotel de cuatro estrellas y 25 habitaciones que han sido decoradas siguiendo el estilo noble del edificio, al igual que los espacios comunes, el restaurante y sus salones señoriales.
La celebración de eventos resulta muy apropiada para quien busque un toque de elegancia y sobriedad. Ofrece tres salones de reuniones con luz natural y vistas al patio ajardinado interior. Pueden acoger eventos privados con una capacidad máxima de 250 personas.
Otro de los grandes atractivos del hotel es su restaurante gastronómico, en el que su chef, Raúl Rincón, es el encargado de sorprender con platos de temporada basados en la cocina navarra y vasca.
A tan sólo 30 minutos en coche, se encuentra la propiedad de Arinzano, un espacio protegido que constituye un rico hábitat natural. La entrada a la bodega, diseñada por el arquitecto Rafael Moneo y encargada por la familia Chivite, marca la identidad y filosofía de la casa.
El edificio se ordena siguiendo el proceso de elaboración del vino, iniciándose en el patio de recogida de la uva con la protección de una marquesina lanzada y continuando con las diferentes fases de prensado, fermentación, crianza y embotellado.
Para una segunda sesión de trabajo o cualquier tipo de evento, la bodega ofrece al visitante de negocios tres espacios para reservar tanto medio día como el día completo: La Casona de los Marqueses, con una capacidad máxima de 28 personas; la Sala de Catas, con capacidad para 65, y la Sala Maloláctica, únicamente disponible de enero a septiembre y con capacidad para 120 personas.
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