Los rebrotes, el miedo, la crisis económica y la menor llegada de turistas internacionales auguran malos resultados de la temporada de verano, con pérdidas superiores a los 40.000 millones de euros en el sector turístico español respecto al año anterior.
Teniendo en cuenta que el verano, la temporada alta para el sector turístico, representa el 70% de la facturación anual, las perspectivas de resultados para este año no son muy optimistas. El año pasado, entre junio y septiembre, se generó el 47% de los ingresos por turismo extranjero de todo el año (más de 92.000 millones de euros).
Este verano atípico, con los rebrotes, las cancelaciones, el miedo a los contagios, la menor llegada de turistas extranjeros y la menor demanda de españoles a causa de la crisis, supondrá un varapalo para las cuentas del sector turístico español.
El sector hotelero calcula que la ocupación se situará en torno al 30 %, según declaraciones a EFE del presidente de Exceltur y CEO de Meliá, Gabriel Escarrer. Esta es la referencia de cómo se puede mover el verano, dado que este tipo de establecimientos son la opción elegida por la mayoría (alrededor del 65 %) de los extranjeros que vienen a España de vacaciones.
Según las estimaciones más optimistas, las pérdidas se sitúan en 40.000 millones de euros menos que el año pasado. Si a las pérdidas calculadas para el verano se suman los más de 30.000 millones que ha dejado de ingresar el sector hasta mayo por la prohibición de entrada de turistas extranjeros y de movimientos de los nacionales, la factura se dispara por encima de los 70.000 millones de euros.
Obviamente, todo ello redundará en las estimaciones del PIB Turístico. En su informe Cuaderno de Información Económica, Funcas asume que el retroceso que experimentará el PIB por la caída del Turismo en general y de la llegada de extranjeros en particular, será de entre 2 y 2, 5 puntos.
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