
Trujillo, Plasencia y la propia capital de la provincia de Cáceres forman un trío cargado de alicientes para el turismo de reuniones gracias a una apabullante oferta de sedes históricas, en muchos casos vinculadas a protagonistas de la conquista de América, que también se alternan con algún que otro ejemplo de rabiosa vanguardia. Y todo en medio de vastas dehesas, magníficos berrocales y coloridos valles que dan pie a todo tipo de actividades en la naturaleza y a disfrutar de una gastronomía asentada en productos de primerísima calidad.
Extremadura entera transmite autenticidad, un valor en alza para la actividad turística en general y el MICE en particular. La provincia de Cáceres añade además una sorprendente diversidad paisajística y una reputación gastronómica subrayada por siete denominaciones de origen, en medio de un patrimonio histórico de excepción acumulado por estirpes de conquistadores y vestigios culturales milenarios.
TRUJILLO
Trujillo es una de las muchas joyas que atesora la provincia de Cáceres. La muy noble, leal, insigne y heroica población —como rezan sus títulos—, la que vio nacer a Francisco Pizarro, conquistador del Perú, y a Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas, se mantiene casi intacta desde tiempo inmemorial tras el paso de celtas, romanos, árabes y castellanos. Ese es uno de sus mayores atractivos, un esplendor que viene subrayado por sus magníficos palacetes y mansiones señoriales.
Si bien muchos de ellos no están abiertos al público, al ser de propiedad privada, es cierto que los respectivos dueños han realizado un esfuerzo para restaurarlos que es justo destacar, y que en algunos casos amortizan ofreciéndolos como sitios para reuniones y eventos. Excepción hecha del Palacio de la Conquista, en la Plaza Mayor, levantado por el hermano del mismísimo Pizarro, y que se encuentra en estado de abandono a pesar de su extraordinario valor, sobre todo el de su característico balcón de esquina de estilo renacentista, un elemento arquitectónico que Trujillo exportó al Nuevo Mundo.
Entre los que sí han recuperado la salud está el Palacio de los Barrantes Cervantes, perteneciente a la Fundación Obra Pía de los Pizarro, que data del s. XVII. Desde hace algo más de una década funciona como centro de congresos de la ciudad. Está dispuesto en tres plantas de 500 m2 cada una con varias aulas, un atrio acristalado para exposiciones y una sala de conferencias para unas 200 personas con equipo de transmisión por streaming y cabinas de traducción simultánea. El edificio se puede alquilar entero. Incluso, llegado el caso, ofrece algunas de las dependencias utilizadas por la fundación.
Pegadito a la iglesia de San Martín, la que domina la plaza principal, se encuentra el Palacio de los Duques de San Carlos que, tras un acuerdo firmado hace un par de años con el heredero del título nobiliario, Álvaro Fernández-Villaverde, residente en una parte del edificio, presenta interesantes espacios, especialmente el claustro, con su cúpula retráctil, y la antigua capilla. Aunque el conjunto anda escaso de mobiliario y equipamientos, asombra por su gran escalera volada de peldaños bajos por los que en alguna ocasión subió el caballo de Carlos V. El jardín muestra buenas vistas al castillo y, como curiosidad, los sótanos sirvieron de mazmorras de ficción para la serie norteamericana Romeo y Julieta. A pesar de la evidente deslocalización, lo cierto es que en un sitio como éste se masca la historia, inventada o no.
El artífice contemporáneo de la recuperación del rico patrimonio de Trujillo es el historiador del arte Xavier de Salas, el que fuera director del Instituto de España en Londres y director del Museo del Prado en los años 60 y 70, quien creó junto con su mujer, Carmen Ortueta, una asociación con este propósito. Pasado el tiempo se transformó en la fundación que lleva su nombre y que actualmente ocupa el Museo de la Coria, un antiguo convento franciscano del s. XV donde se pueden organizar eventos.
Las ruinas del ábside de la iglesia son un lugar diferente para montar cócteles y dispone de varias salas de trabajo con vistas al campo, además de una estupenda terraza, junto a un salón con chimenea. La parte más amplia es el salón principal, rematado con arcos, que puede acoger a 150 en formato escuela y 200 en teatro, pero hay muchos más rincones con encantos para pequeñas reuniones. Al tratarse de una organización sin ánimo de lucro, no tiene unas tarifas definidas. Todo es cuestión de ponerse en contacto con los responsables y contar el propósito de la reunión. En los exteriores se ha habilitado un camino para el paseo y el esparcimiento que sigue el curso de la muralla entre el Arco del Triunfo y la Puerta de la Coria.
La ciudad cacereña reserva más sorpresas para el MICE. Es el caso de la Casa de la Viña, una propiedad familiar en pleno centro histórico con magníficos exteriores. Bajo la atenta mirada del castillo, desde el que existe un acceso hasta la explanada posterior, con capacidad para aparcar hasta 150 vehículos, los eventos al aire libre ganan aquí unos cuantos enteros entre las numerosas especies de árboles y plantas que forman un pequeño jardín botánico de estilo británico, según los patrones cultivados con todo mimo por la madre del dueño, ya fallecida. Buena demostración de que Trujillo no es solo piedras. El interior también se puede alquilar, por ejemplo para pequeños grupos de directivos. Consta de 4 habitaciones y varias estancias muy agradables, repletas de recuerdos del que fuera director general de Teatro y Espectáculos, a la sazón marido de la botánica.
Trujillo tiene muchas historias que contar. Tantas que hasta la productora de Juego de Tronos se fijó en su castillo —más bien alcazaba— para rodar algunas escenas. Son las historias vividas en la Casa de la Alberca, con su jardín diseñado por Leandro Silva, maestro de los paisajistas españoles, que custodia una de mayores bibliotecas sefardíes de España. O de la iglesia Santa María la Mayor, el edificio religioso más importante de Extremadura después de la catedral de Plasencia, con su escudo del Atlético de Bilbao tallado en piedra por un operario forofo. O del cernícalo primilla, la especie que anida en suelo urbano bajo un programa de protección pionero.
Un buen complemento para la estancia en esta localidad que no es ni pueblo ni ciudad, ya que apenas llega a los 10.000 habitantes, es la Bodega Palacio Las Granadas Coronadas, una hacienda familiar rodeada de 10 hectáreas de viñedos propios —a los que se suman otras 100 más en Montánchez—, pionera del enoturismo en Extremadura. Desde el amplio mirador sobre la sierra de Villuerca, un lujo para cócteles y eventos aire libre, hasta los espacios junto a las barricas, pasando por la planta superior del edificio, donde se sirven almuerzos y cenas en torno al patio central para 450 personas, ofrece una experiencia muy pegada a la tierra y al aroma de sus vinos, entre los que destaca el Torre Julia, un reserva con la DO Ribera del Guadiana. Su próximo paso es la sala proyectada bajo la bellísima cúpula de cristal pintado que representa escenas de la vendimia, un emplazamiento que va marcar la diferencia cuando esté acabado.
CÁCERES
El tercer conjunto monumental de Europa, según la Unesco, distinguido como Patrimonio de la Humanidad desde 1986, es como pegar un salto en el tiempo. Nada más pasar el arco de la Estrella, la principal puerta de entrada al recinto amurallado, brotan sin solución de continuidad iglesias, conventos, palacios y casas solariegas de la Edad Media y el Renacimiento en excelente estado de conservación que dan forma a un casco antiguo de una homogeneidad insólita.
Se empiece por donde se empiece, la visita no tiene desperdicio, ya sea la concatedral de Santa María; el Palacio de Carvajal, con su torre redonda almohade del s. XII, actual sede de la oficina de turismo; la casa de Hernando de Ovando; el Palacio Episcopal u otros no ligados al clero, como el de Mayorazgo, con su bello patio mudéjar; el de los Toledo-Moctezuma o el de los Golfines de Abajo, entre otros. Saliendo de la plaza de Santa María y entrando en la de San Jorge, aparecen otros tres soberbios monumentos: la iglesia de San Francisco Javier, el convento de la Compañía de Jesús y la Casa de los Becerra.
En la parte más alta de la ciudad se encuentran la iglesia de San Mateo, edificada sobre una antigua mezquita y una serie de edificios señoriales de gran interés, como la Casa de los Caballos, la Casa del Sol, la Casa y Torre de los Sande o la Casa de las Veletas, sin olvidar el convento de San Pablo, o los palacios de Diego de Cáceres Ovando y de los Golfines de Arriba, este último con restaurante y espacios para eventos. Nadie puede dar más en menos espacio.
El Barrio Judío, con sus sencillas viviendas alineadas en cuestas y calles angostas, también merece una detenida incursión. Aquí emerge el contraste entre la forma de vida de las clases populares y la nobleza. Si aún quedan fuerzas, extramuros esperan espléndidos palacios —como el de Godoy, el de Camarena o el de los Duques de Abrantes— e iglesias —Santiago, San Juan…— hasta llegar al Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, la patrona, que domina toda la ciudad.
Además de piedras centenarias, y hasta milenarias, Cáceres busca su hueco en la industria MICE. Para ello cuenta con un abanico de infraestructuras encabezadas por el Palacio de Congresos, muy bien situado junto a las estaciones de tren y de autobuses, que empezó siendo solo auditorio —con 1.270 butacas— y que desde la ampliación de 2011 ofrece además 12 salas, casi todas con abundante luz natural, así como 2.000 m2 de espacios diáfanos para exposiciones u otras necesidades. Si el tiempo acompaña, afuera añade otro auditorio tapizado de césped natural con capacidad para 500 personas.
En un estilo completamente distinto, el otro gran espacio para reuniones es el Complejo Cultural San Francisco, perteneciente a la institución pública El Brocense, un antiguo convento que en su momento —finales de los años 80— fue el primer palacio de congresos que tuvo la ciudad. El edificio, que también funciona como conservatorio y escuela de danza, se dispone en torno a dos claustros de dos plantas cada uno y presenta salas singulares que conservan sus bóvedas y escudos de piedra. Los espacios que están reformados cuentan con un equipamiento a la última.
Sin lugar a dudas, el más impactante es la iglesia —con su órgano y todo—, que hace las veces de auditorio y en la que se pueden acoplar hasta 600 personas, aunque si hay proyecciones lo suyo es meter como mucho a la mitad, dado que las enormes columnas impiden la visibilidad desde algunos puntos. Dos peculiaridades más: una, la diputación cede los espacios de forma gratuita a cambio de ser reconocida como patrocinadora del evento, algo que no gusta demasiado a los competidores; y dos, no permite organizar almuerzos o cenas, sólo cócteles o coffee breaks.
El que atrae numerosas reuniones y congresos de carácter científico es el Centro de Cirugía de Mínima Invasión, perteneciente a la Fundación Jesús Usón, cuyo uso principal es la formación veterinaria, la reproducción asistida y la investigación con animales. En el gran hall acristalado tienen lugar pequeños conciertos y presentaciones, gracias a su buena acústica y a los monitores gigantes. También dispone de tres auditorios de 73, 83 y 317 butacas, todas ellas con mesa, micrófono individual y sistema de votación, además de cabinas de traducción simultánea. Los amantes del ‘arte cirujano’ sabrán apreciar el valor de los numerosos lienzos que cuelgan por todo el complejo con escenas de operaciones y retratos de médicos embozados.
PLASENCIA
La capital sin provincia, como se refería Miguel de Unamuno a Plasencia, es otro de los grandes polos del MICE en la provincia de Cáceres, en parte por el flamante Palacio de Congresos y Exposiciones, abierto en junio de 2017 después de diez años de obras salpicadas por la polémica. La apuesta del estudio de José Selgas y Lucía Cano es, sin duda, arriesgada. Esa especie de barco de estética retrofuturista varado en mitad del campo —aunque pegado a la ciudad— no ha sido del agrado de todos, aunque recibe constantemente visitas de arquitectos de medio mundo. Por la noche es aún más llamativo.
El edificio, en gran parte volado sobre una base mínima, está recubierto de un polímero que hace de piel, y es cuanto menos arriesgado en colores —amarillos, naranjas, verdes…—, soluciones —la única iluminación está en los pasamanos— y efectos ópticos, con escaleras que parecen conducir al abismo, puertas circulares de un solo eje o suelos acristalados que dan otra dimensión a los espacios. También es muy ingenioso el sistema de ventilación natural, que conduce el aire de arriba abajo.
Por supuesto, el corazón de esta icónica construcción es el auditorio que, con 764 plazas, destaca por su escenario abierto al paisaje y por su excelente acústica. Una de las salas más demandadas es la llamada Mural, con su peculiar pared de caña que hace un efecto de agua a ciertas horas cuando sopla algo de viento. Aquí caben 240 personas en formato teatro y 180 en escuela. La sala superior, un espacio de 400 m2 completamente acristalado, se usa para cócteles, y entre otras posibilidades, el palacio ofrece otras tres salas gemelas de 90 plazas cada una.
En un estilo opuesto, el catálogo de venues de Plasencia incluye sitios como el Centro Cultural Las Claras, un antiguo convento que, además de albergar la oficina de turismo, presenta varios espacios para eventos, como el patio, donde caben unos 200 invitados, o una sala con artesonado policromado, para 60. Los organizadores tienen que contar con servicios externos de audiovisuales, porque las dotaciones son básicas. El edificio tiene acceso al Mercado de Abastos, en cuya planta superior se pueden montar exposiciones o gincanas gastronómicas, por ejemplo.
Mucho más restringido es el Palacio de Mirabel, el edificio civil más importante de la ciudad, propiedad de Fernando y Carlos Falcó, marqueses de Cubas y de Griñón, respectivamente. Los hermanos alquilan selectivamente algunas de sus dependencias, como el Salón Carlos V, o el balcón colgante renacentista, donde ofrecer cócteles más que exclusivos a pequeños grupos. Por su parte, la Casa de la Juventud, que ocupa una antigua alhóndiga de trigo, dispone de varias aulas que ceden sin coste para asociaciones sin ánimo de lucro.
El Parador es otra de las referencias, quizá el establecimiento hotelero que más reuniones de pequeño formato alberga en la ciudad, ya sea en la vistosa sala Capitular, que se conserva tal cual desde el s. XVI, con capacidad para 60 personas en montaje de teatro; en la Biblioteca, para 100; o en la sala Zúñiga, unos 20. Los pasillos en torno al claustro del que fuera convento de San Francisco Ferrer, dan también mucho juego; así como el Refectorio, que funciona como restaurante. La gran sorpresa llega con la Bodega, montada en plan chill out. Ambientada con velas y música del jazz, es la campeona de los afterworks.
Al margen del trabajo, Plasencia merece una detenida visita. La ciudad más castellana de Extremadura es conocida por su magnífica catedral doble —la Vieja se solapa con la Nueva—, pero también por sus rotundas murallas, los palacetes de indianos, el acueducto medieval o su marcada impronta judía. En plan natural, el río Jerte da un juego enorme. Su paso por el entorno urbano, cruzando el Parque de la Isla, es muy caudaloso y forma en algunos puntos piscinas naturales ideales para darse un baño en verano. Todo un lujo.
Además del trío formado por Trujillo, Plasencia y Cáceres, la provincia tiene otra buena baza de cara al turismo de reuniones con el Parador de Jarandilla de la Vera, muy próximo a la división con Ávila. El majestuoso castillo es un verdadero escenario de cuento, con su foso, sus torreones y su patio de armas, donde ofrece banquetes para 300 comensales. Además de otras salas y espacios interiores, destaca por sus 32.000 m2 de jardines, vigilados por cedros centenarios, sin olvidar su impagable piscina, en el lugar que ocupaba la huerta. Un ejemplo más de que, en tierras extremeñas, la cultura y la historia no hay que buscarlas; salen al encuentro del visitante.
MÁS INFO
EXTREMADURA TURISMO
www.turismoextremadura.com
RECOMENDADOS
QUESOS DEL CASAR
La fábrica pionera de la apreciada Torta del Casar abre sus puertas a los visitantes para dar a conocer el proceso de elaboración de este peculiar queso cremoso, elaborado a base de leche cruda de oveja y cuajo vegetal, que rivaliza con las otras dos denominaciones del producto en la comunidad autónoma: el Queso de la Serena, muy parecido a la torta, aunque de sabor más suave, y el Queso Ibores. El Gran Casar que sale de este centro, donde se combinan líneas de producción artesanales e industriales, se ha llevado en alguna ocasión el primer premio de la reconocida Feria del Queso de Trujillo. Lo venden en la tienda a un precio inferior que en el supermercado.
www.quesosdelcasar.com
GARGANTA DE LOS INFIERNOS
Con permiso del imprescindible Parque Nacional de Monfragüe, esta reserva natural, al norte de la provincia, es de los lugares más populares para practicar el senderismo. También atrae a numerosos amantes de los deportes fluviales y bañistas, sobre todo en las fantásticas pozas de Los Pilones, que compensan con su indudable belleza la frialdad de las aguas que llegan desde la sierra de Gredos. Es necesario recurrir a alguna agencia local autorizada para disfrutar del entorno, dado que no está permitido el tráfico de vehículos particulares, pero la experiencia merece la pena. Además de la naturaleza, también se pueden explorar los pueblos del valle del Jerte, el de los cerezos en flor, todo un espectáculo que se repite a principios de cada año durante un par de semanas. Los más interesantes son Cabezuela, Jerte y Tornavacas.
www.gargantadelosinfiernos.com
MONASTERIO DE YUSTE
El lugar elegido por Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico para su retiro, que se prolongó durante un par de años hasta su muerte, está ubicado en plena comarca de La Vera. El convento jerónimo destaca por su claustro renacentista, mientras que la residencia da idea de la austeridad que caracterizaba al emperador, salvo cuando se trataba de comer y beber, según dicen. Más que palacio, parece una casa de campo, donde llama la atención el dormitorio, con vistas al altar de la iglesia. El conjunto, que pertenece a la red de Reales Sitios de Patrimonio Nacional, está muy bien conservado y es de las visitas obligadas en Extremadura.
www.patrimonionacional.es
PARADOR DE TRUJILLO ****
El establecimiento que ocupa el convento de Santa Clara es un clásico de la localidad cacereña. Con todo el sabor de la red pública, destaca por su excelente restaurante, El Dorado, posiblemente el mejor de Trujillo, y por una serie de espacios singulares para reuniones y eventos, como es la iglesia desacralizada, donde caben 110 invitados en formato banquete, y el patio, además de otro salón con aforo de 90 personas.
Santa Beatriz de Silva, 1. Trujillo
Tel. 927 321 350
trujillo@parador.es
NH COLLECTION CÁCERES PALACIO DE OQUENDO ****
Excelentemente situado, a pocos pasos de la plaza Mayor y de la muralla de Cáceres, en un palacio del s. XVI remodelado con mucho gusto en un estilo contemporáneo y alegre. Ofrece 86 habitaciones, algunas con vistas a la plaza de San Juan, así como tres salas de reuniones con capacidad para 130 asistentes.
Pza. San Juan, 11. Cáceres
Tel. 927 215 800
nhcollectionpalaciodeoquendo@nh-hotels.com
GRAN HOTEL DON MANUEL ****
A pocos metros del casco antiguo, ocupa un moderno y elegante edificio de la cadena Atiram construido en dos alas sobre el solar del histórico colegio San Antonio de Padua. Con 127 habitaciones amplias y luminosas, muchas de ellas recién remodeladas, resulta muy cómodo y funcional. El equipamiento MICE es magnífico, con buenos salones a pie de calle completamente acristalados y acceso independiente, el mayor para 350 personas en formato teatro. Ofrece también un pequeño spa, aparcamiento propio y acceso para autobuses.
San Justo, 15. Cáceres
Tel. 927 242 524
granhoteldonmanuel@atiramhotels.com
BARCELÓ CÁCERES V CENTENARIO ****
Después de una inversión de 5,5 millones de euros, este hotel con vocación de resort situado en una de las salidas de la Cáceres presenta un aspecto completamente renovado, tanto las 138 habitaciones, como el restaurante 1492, el lobby-bar El Galeón y el salón de banquetes, al que se ha añadido una pérgola bioclimática. Cuenta también con terraza rodeada de jardines.
Manuel Pacheco, 4. Cáceres
Tel. 927 232 200
caceresvcentenario@barcelo.com
EXTREMADURA HOTEL by SERCOTEL ****
A 15 minutos a pie del centro histórico de Cáceres, el Extremadura es un establecimiento funcional con amplios espacios para las reuniones y eventos, en concreto 10 salones con capacidad hasta 750 personas, además de 6 despachos de 25 m2. Ofrece 151 confortables habitaciones, tres de ellas adaptadas para personas con discapacidad, y dispone de piscina exterior y gimnasio.
Av. Virgen de Guadalupe, 28. Cáceres
Tel. 927 629 639
info@extremadurahotel.com
PALACIO CARVAJAL GIRÓN ****
En pleno corazón del barrio judío, es un palacio renacentista restaurado en 2012 que ofrece una experiencia de hotel boutique en sus 28 habitaciones, con distintas distribuciones en función del lugar que ocupan, desde las antiguas cocinas hasta las caballerizas, que ahora albergan una sala de reuniones. Los azulejos talaveranos del piso superior, en torno al patio, contrastan con la presencia constante del cemento pulido. Entre otros emplazamientos, cuenta con un coqueto jardín con piscina, el atrio central, ideal para cócteles, y una pequeña terraza con vistas a la catedral.
Plaza de Ansano, 1. Plasencia
Tel. 927 426 326
recepcion@palaciocarvajalgiron.com
HOTEL BALNEARIO VALLE DEL JERTE ****
Una buena opción, alejada de los núcleos urbanos, donde pasar un par de días aprovechando los beneficios de las aguas sulfurosas para la piel y el aparato respiratorio. Estando en el valle de Jerte, tampoco podían faltar los tratamientos con cerezas. Además de las 77 habitaciones, entre ellas 3 suites gigantes, cuenta con un edificio específico para eventos que se puede dividir en cinco espacios, donde caben hasta 500 invitados en montaje de banquete y cerca de 2.000 en teatro. Los cócteles en los jardines quedan muy lucidos con los colores de las hortensias y el canto de los pájaros.
Carretera Nacional 110, km. 383. Valdastillas
Tel. 927 633 000
info@balneariovalledeljerte.com
ATRIO
Una experiencia cuasi religiosa, con dos estrellas Michelin, la que brindan el chef Toño Pérez y su socio, el jefe de sala José Polo. Tras elegir uno de los itinerarios gastronómicos propuestos —actualmente Menú Mar o Menú Cochino—, solo hay que poner la mente en blanco y dejarse invadir por la borrachera de sensaciones y sabores de sus productos de primera, exquisitamente combinados, que atrae a comensales de medio mundo. Mención aparte merece la inigualable bodega, con sus más de 4.000 referencias, algunas de museo, custodiadas por José Luis Paniagua, todo un pozo de sabiduría vinícola. Para reposar tantas emociones, nada como coger una de las 14 habitaciones del hotel Relais Chateaux, de los mismos dueños, un oasis de paz muy zen. La pareja acaba de adquirir un palacio próximo, también en el casco antiguo, para acondicionarlo en el futuro con 12 suites.
Plaza San Mateo, 1
Tel. 927 24 29 28
www.restauranteatrio.com
GASTRO TAPAS TOUR PLASENCIA
La agencia L&P Travel propone un recorrido por algunos de los sitios más reconocidos del tapeo en Plasencia, como es el caso del Café Bar Español, el Amalú o Succo. Aquí la tradición es poner una tapa gratuita con cada consumición, y no hablamos de unas patatas fritas o unas aceitunas, sino de ensalada de gambón, croquetas de torta, tostas de solomillo ibérico o minihamburguesas de retinto con virutas de fuá. Al margen de estas delicatesen, no hay que dejar de probar en los muchos establecimientos que se prodigan por el centro dos clásicos autóctonos: la morcilla patatera y el vino de pitarra.
www.lptravel.es