
Mucho frío en invierno y primavera esplendorosa, bosques eternos cuajados de lagos, fauna sorprendente, ciudades modernas, tradiciones… Todos los estereotipos de Canadá se cumplen a rajatabla en la provincia de Quebec, emblema francófono del país más bilingüe. Montreal y Quebec son los dos grandes referentes urbanos para congresos y convenciones, rodeados de un auténtico paraíso para los incentivos durante todo el año. Sentirse como en una novela de Fenimore Cooper es posible, a la vez que se disfruta de la tecnología más vanguardista.
Unas nociones de geografía: la ‘Belle Province’ es la provincia francófona de Canadá, la segunda más grande de entre las 13 divisiones (10 provincias + 3 territorios) que conforman el país. Ubicada en la parte oriental de la nación canadiense, mantiene frontera con cuatro estados del vecino yanqui y tiene salida al océano y grandes ríos en muchos kilómetros del resto de sus límites. Su población total supera los ocho millones de habitantes y tiene como idioma oficial el francés (paradójicamente, el inglés no lo es, como sucede en el resto del país, aunque todos lo hablan). Sus habitantes se hallan muy dispersos en un territorio de más de 1,6 millones de kilómetros cuadrados, pues solo ocupan el 1 % del territorio. Porque esta provincia es, ante todo, naturaleza…
Si hablamos de grandes congresos, convenciones y eventos, las dos referencias urbanas son Quebec, la capital y que da nombre a la provincia, y Toronto, la ciudad más poblada de este territorio y segunda de todo Canadá, tras Vancouver. Ambas están perfectamente preparadas y equipadas y muestran cada una las dos caras de Canadá: modernidad y tradición.
MONTREAL
Es la gran urbe de la provincia y, con sus más de cuatro millones de habitantes, aglutina a más de la mitad de toda la población del territorio. De hecho, es la segunda ciudad francófona más grande del mundo después de París, lógicamente. Fundada en el siglo XVII por devotos franceses en la confluencia de los ríos San Lorenzo (que también cruza la capital quebequesa) y Ottawa (que da nombre a la capital del país), fue el primer gran centro comercial de la nación, pues gracias al gran calado del río, la ciudad tiene acceso al Atlántico y recibe desde grandes cargueros a cruceros turísticos.
Una de sus peculiaridades no está a simple vista, sino bajo tierra: el RÉSO, o red peatonal subterránea de Montreal. Su construcción se inició en 1950 aprovechando infraestructuras anteriores y actualmente conecta los principales edificios oficiales y otros muchos puntos de gran afluencia en una maraña de más de 30 km de pasillos, estaciones y establecimientos comerciales y de restauración. Más del 10 % del total se encuentran aquí, protegidos del rudo del invierno montrealés. Buena parte de la ciudad se puede recorrer sin salir a la superficie. Además, abundan las exposiciones y muestras artísticas que alegran el singular tránsito de los ciudadanos.
Sin duda, es una ciudad preparada para acoger grandes congresos, convenciones y eventos. Su principal instalación es el Palacio de Congresos, una reformada y amplia instalación con más de 51.000 m2 y hasta 113 espacios con distintas capacidades, entre ellas una de las zonas expositivas diáfanas más grandes de Canadá. La sala Place Riopelle tiene capacidad para 5.260 personas, perfecta para grandes eventos. Por supuesto, este palacio construido en 1983 y ampliado a principios del siglo XXI, está conectado con la red subterránea para facilitar el acceso de los participantes.
La ciudad más poblada de la provincia está acostumbrada, y muy preparada, para acoger grandes eventos, entre los que destacan el Festival Internacional de Jazz, el de Nuevo Cine o el Mural de Arte Urbano, y muchos otros relacionados con la literatura, la música o la cultura. El epicentro de estos encuentros se halla en la Place des Arts, entre el Boulevard de Maisonneuve y la rue Sainte-Catherine, y que cuenta en las cercanías con grandes establecimientos hoteleros.
Otras venues interesantes, además de su gran planta hotelera, son los Plaza Centre Ville Receptions Halls, con capacidad hasta 2.000 personas y múltiples posibilidades; los Place Bonaventure Exhibitions Halls, para 1.500; el Bell Centre; Windsor Station, una estación reconvertida que puede acoger a 2.500 asistentes; el Grand Quai du Port, con vistas fluviales; Plaza Volare Convention Centre, con 15 salas distintas; o, como sitio singular, la Grande Roue, la noria más grande de Canadá, instalada en el puerto viejo y que recuerda a la londinense.
Pero Montreal no es solo modernidad y vanguardia; tiene un legado histórico del que se muestra muy orgulloso. El núcleo del viejo Montreal se halla en el distrito de Ville Marie, que supone ir paulatinamente andando hacia atrás en el tiempo. Aquí los grandes edificios bancarios y hoteleros del XIX y XX conducen hasta la Place d’Armes, que acoge la neogótica basílica de Notre Damme, inaugurada en 1829, de gran belleza.
En este espacio también se halla el monumento a Paul Chomedey de Maisonneuve, fundador de la ciudad; el Banco de Montreal, el más antiguo del Canadá; y en una esquina, el viejo seminario, que data del siglo XVII y que parece sacado de una escena de Los Tres Mosqueteros. Es un lugar que merece la pena visitar, especialmente por el espectáculo Aura, que se representa periódicamente en el interior de la mencionada basílica. En ningún sitio como este se siente el peso de la historia, y más concretamente de la influencia francesa.
QUEBEC
La capital de la provincia es un reducto de la Vieja Europa (francesa) en plena Norteamérica. Su nombre significa «donde se estrecha el río», en este caso el San Lorenzo. Su amurallado casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985, una característica ciertamente singular en esta parte del mundo. De hecho, la siguiente ciudad amurallada al sur es la capital mexicana. Quebec supera el medio millón de habitantes, por lo que es una ciudad muy abarcable a la vez que monumental. Aquí está el epicentro del espíritu québécois, que muestran con orgullo frente a sus vecinos anglófonos.
Al igual que Montreal, cabe separar entre su parte más moderna y preparada para grandes reuniones con los equipamientos más avanzados y la ciudad monumental. El Centro de Congresos es la referencia para los organizadores desde 1996, fecha en la que sustituyó al que existía desde 1974. Rodeado por más de 3.000 habitaciones hoteleras, destaca por su gran flexibilidad para configurar espacios, jugando con sus 38 salas de distintas capacidades. Está perfectamente comunicado y fue el primero en toda la región en ofrecer wi-fi.
La otra gran instalación es ExpoCité, el centro de exhibiciones, con capacidad para 11.000 personas y hasta 800 stands. Y no es la única, porque la lista es larga, con alternativas para todas las necesidades y preferencias: el Musée National des Beaux-Arts, el Musée de l’Amérique Francophone Chapel, el Musée de la Civilisation, el Grand Théâtre de Québec, el Palais Montcalm, el Acuarium…
Pero si lo que se busca es disfrutar el sabor histórico de la ciudad, nada mejor que el viejo Quebec. Junto a la muralla, en una loma, se halla el bello Parlamento de la provincia, del siglo XIX, que se puede visitar. Relativamente cerca se halla la explanada de Abraham, jalonada de edificios históricos militares, y que evoca una batalla que supuso la derrota de las tropas francesas por los casacas rojas ingleses.
Pero lo mejor está por llegar. Traspasando la muralla por la rue Sant Jean, se llega al impresionante mirador donde se encuentra el castillo Frontenac, una imponente construcción de arquitectura claramente francesa y que actualmente es un hotel de lujo. Su explanada es un bello mirador al río Quebec, que en invierno fluye cubierto de placas de hielo, amenazador y ruidoso.
De repente, llega la sorpresa en la ciudad vieja: en la Place Royal se produce un viaje en el tiempo que se retrotrae más de 400 años, hasta la Francia del XVI-XVII. La pequeña plaza se halla flanqueada por casitas similares a un decorado que conducen al Petit Champlan, una deliciosa calle histórica y comercial donde merece la pena perderse un buen rato contemplando escaparates y fachadas. Un consejo: hay que acercarse al San Lorenzo y desde allí disfrutar de la inmensidad del castillo Frontenac.
REGIÓN DE MAURICE
Un inciso que merece la pena. Saliendo de la Quebec hacia el oeste, camino de la región de Maurice, se alza un espectacular monumento natural: la cascada de Montmorecy, el río que divide la ciudad de Quebec. La cascada tiene 83 m de altura, 30 más que las del Niágara. Se puede cruzar por un puente y hay un funicular. Si en primavera es atronadora, en invierno es increíble ver su mayor parte congelada. La foto es obligada.
La región de Maurice, ubicada entre las ciudades de Montreal y Quebec, está articulada por el río Saint Maurice, que permitió en su día explorar sus inmensos bosques y sus incontables lagos. Es una zona con gran atractivo que oferta una amplia gama de actividades y atracciones turísticas y deportivas. Para los amantes de la historia, aquí se halla el Chemin du Roy, el primer camino de carruajes de Canadá. La naturaleza también es importante, con parques nacionales y reservas de la biosfera; así como la cultura, con festivales de música (Festival Western de Saint Tite), artesanía y deportes (Classic Canoe Race).
La región destaca sobre todo por sus propuestas turísticas, especialmente en lo que respecta a incentivos, pero también por su infraestructura para reuniones. En torno a los miles de lagos se ha desarrollado una industria turística de primer nivel, en el que alojamiento y MICE se dan perfectamente la mano en un ambiente que en cada estación del año luce diferente.
Un ejemplo es el Auberge du Lac-à-l’Eau Claire, a orillas del lago del mismo nombre, unas instalaciones exquisitas. Además de contar con habitaciones, condominios y cabañas a escasos metros en un paraje de película, cuenta con un centro acuático y de convenciones. A su vez, tiene un variado programa de actividades perfectas para incentivos. Por ejemplo, en invierno el lago helado se convierte en un escenario increíble para las motos de nieve, andar con raquetas o pescar. También, cómo no, para disfrutar de una buena hoguera o de tratamientos de belleza en medio de un blanco infinito.
REGIÓN DE LANAUDIÉRE
Hacia el oeste se encuentra esta otra pequeña región, a unos 30 km de Montreal, cuyo atractivo, aparte de la omnipresente riqueza natural, es haber sabido conjugar el progreso con el respecto a las culturas locales, lo que da como resultado un producto turístico muy interesante. Los establecimientos hoteleros lo corroboran.
Una muestra idónea es el Auberge du Lac-Toreau, en el lago del mismo nombre. Su decoración tradicional, robusta y local, es una inmersión en el espíritu canadiense, más concretamente en las culturas amerindias. Si dentro no falta de nada —restauración de gran calidad, gimnasio, spa, etc.—, fuera es posible practicar todo un repertorio de actividades. En invierno no son muy populares las motos sobre el suelo helado del lago y las bicis de nieve, sin olvidar los paseos en raquetas, las pista de hockey o los trineos con perros… Una auténtica maravilla.
Lo realmente interesante para el sector MICE, como ejemplifican las dos regiones mencionadas, es que a una distancia no muy grande de las principales ciudades de la provincia existen instalaciones hoteleras de primera fila y totalmente equipadas, con capacidad para organizar todo tipo de reuniones y eventos, con enormes posibilidades para las actividades de incentivo. Y todo en medio de escenario natural de infarto. Esto es Quebec.
REGIÓN DE LES LAURENTIDES
Todavía más hacia el oeste de la provincia aparece una nueva región con gran atractivo turístico: Les Laurentides. Sus principales ejes turísticos son el valle de Saint Saveur y Mont Tremblant. Como en los anteriores destinos, hay oferta diferenciada para todo el año. La riqueza natural es, por supuesto, extraordinaria, pues cuenta con dos parques nacionales y tres regionales. Como no todo no a va a ser campo, también es un buen destino de shopping, con outlets de los que obligan a comprar una maleta extra para regresar.
Sin duda, uno de los puntos fuertes de esta región es el esquí. Le Sommet Saint Sauveur cuenta con cinco estaciones y una escuela de nieve que incluso ofrece la práctica nocturna de este deporte. También está el Resort de Mont Blanc y, junto a este, el más conocido: Mont Tremblant Resort. Se trata del centro de invierno más famoso del este de Norteamérica, toda una referencia continental e internacional. La poca extensión de sus pistas queda suplida con unas instalaciones de primera categoría y una planta hotelera extensa y diversificada.
Pero esto es solo una parte de la montaña. Estamos hablando de 96 pistas, 14 telesquíes, además de una escuela y actividades complementarias, como trineos con perros, esquí de fondo, caminatas en raquetas… En verano, la zona ofrece dos campos de golf de 18 hoyos (Le Diable y Géant), un club acuático, teleférico panorámico, canchas de deporte, playa… La afluencia es tal que Tremblant cuenta con un aeropuerto internacional propio, perfecto para llegar y rápidamente comenzar a disfrutar de una provincia en la que la capacidad para sorprender y garantizar la diversión parece tan infinita como sus bosques y lagos.
MÁS INFO
www.quebecoriginal.com
www.mtl.org
www.quebecregion.com
www.quebecauthentique.com
www.laurentides.com
RECOMENDADOS
SIROPE DE ARCE
La provincia de Quebec es el mayor productor mundial de sirop du maple, o sirope de arce. Este dulcísimo producto se extrae manualmente del árbol cuya hoja adorna la bandera de Canadá. Tras un proceso tradicional, se convierte en un suculento manjar no apto para diabéticos y que sirve para aderezar desde unas tortitas hasta un buen filete. Su extracción y elaboración se hace en las cabane à sucre, o cabañas de azúcar, factorías en las que es habitual acudir los domingos con la familia para disfrutar de un tradicional almuerzo quebequés, con carnes, encurtidos y, cómo no, una buena ración de maple, bien sobre el plato, bien en un divertido caramelo tras congelarlo sobre nieve y enrollarlo en un palo. Una de las cabañas más famosas es Lalande, donde aprender a extraerlo, comer con música tradicional en directo y, por supuesto, comprar una camisa de cuadros negros y rojos o un frasco de sirope para la familia. ¡Una velada fantástica! (www.lalande.ca/temps-des-sucres)
GRANJA DE LAVANDA
Entre Tremblant y Montreal, a solo 30 min de esta ciudad, se encuentra la Maison Lavande, una bonita granja factoría de carácter familiar en la que se cultiva lavanda y se elaboran productos de todo tipo con esta bella y embriagadora planta aromática. Cremas, artículos de decoración, productos de higiene corporal, ambientadores… Una atractiva tienda da paso a la zona de cultivo, que luce espectacular cuando la planta está en todo su esplendor, con vastas extensiones de color azul y el olor cautivador que aportan ceca de ¡100.000 plantas! Además, sus responsables organizan visitas guiadas para explicar todos los misterios de esta especie y cómo se hacen de manera tradicional los productos que luego pueden adquirirse. Una gran experiencia sensorial. (www.maisonlavande.ca)
RELAX PARA CUERPO Y MENTE
Scandinave Spa es una cadena de referencia que comenzó su andadura con sus instalaciones en Mont Tremblant. Estas ofrecen un auténtico remanso de paz y salud en medio de la naturaleza, donde no hay wi-fi y se ruega silencio. Rodeado de espeso bosque y sobre el río Diable, ofrece todo tipo de tratamientos. Pero lo mejor está en el exterior, con piscinas a frías y calientes donde se respira aire puro de verdad. En invierno el contraste es simplemente fascinante, con la posibilidad de disfrutar de un baño caliente rodeado de nieve. Y luego, si hay valor, uno puede pegarse un chapuzón en el río helado. Un lugar para cuidarse. (www.scandinave.com)
VUELO EN HELICÓPTERO
Nada mejor que disfrutar de la belleza del paisaje quebequés desde el aire. En Tremblant es posible con la compañía Heli Tremblant que ofrece tours en pequeños y ágiles aparatos para disfrutar de la inmensidad de la naturaleza, blanca durante el invierno y salpicada de colores durante el resto del año gracias a sus bosques infinitos. Según la época puede disfrutarse de cristalinos lagos rodeados de vegetación y salpicados de pequeñas casitas, o bien observar a vista de pájaro el trazado de las estaciones de esquí y el hielo que cubre las masas de agua, tan abundantes en toda la provincia. (www.heli-tremblant.com)
HYATT REGENCY MONTREAL ****
Ubicado en el centro urbano, junto al centro comercial Complexe Desjardins, con 110 tiendas y restaurantes, tiene acceso directo subterráneo al Centro de Convenciones de Montreal, al metro y al Museo de Arte Contemporáneo. Ofrece 605 habitaciones y suites, business center 24 h y un total de 22 salas de reuniones de distinto tamaño. A todo esto se une piscina, sauna, lobby bar, gimnasio… Un lujo.
1255, Jeanne-Mance. Montreal
Tel. +1 514 982 1234
www.hyatt.com
RENAISSANCE MONTREAL DOWNTOWN ****
Céntrico establecimiento recién renovado en el que el diseño y el arte son la nota dominante. Ya se trate del hall, las habitaciones o las salas de reuniones, todo muestra un sorprendente y atractivo gusto artístico plagado de pinturas, esculturas y murales. Entre su múltiple equipamiento destacan el bar de la terraza, su gimnasio de estilo retro y tres salas de reuniones totalmente equipadas.
1250, Boulevard Robert-Bourassa. Montreal
Tel. +1 514 657 5000
www.marriott.com
PALACE ROYAL ****
Estratégicamente situado, a 150 m del casco histórico y las fortificaciones de Quebec, así como en las cercanías del Centro de Congresos y del Parlamento. Tiene un gran servicio de restauración, así como sauna, piscina… Uno de sus grandes atractivos es el jardín interior, al que dan la mayoría de sus 234 habitaciones, que cuentan con terraza cubierta con cerramiento acristalado que mantiene la temperatura y aporta luz.
775, Boulevard Honoré-Mercier. Quebec
Tel. +1 800 567 5276
www.hotelsjaro.com/palace-royal
AUBERGE DU LAC-À-L’EAU CLAIRE ****
Ubicado en la región de Maurice, es un auténtico paraíso ubicado en la orilla del lago del mismo nombre. Dispone de 23 habitaciones estándar y deluxe, así como condominios con varias habitaciones y acogedoras cabañas diseminadas por los alrededores. Además, cuenta con instalaciones acuáticas —piscina, sauna, gimnasio…— y un centro de congresos y convenciones totalmente equipado. Su catálogo de actividades estivales e invernales es todo un lujo.
500, Chemin du Lac-à-l’Eau-Claire.
St-Alexis-des-Monts
Tel. +1 819 265-3185
www.lacaleauclaire.com
AUBERGE DU LAC-TOREAU ****
Su estética es similar a la de las grandes cabañas canadienses, pero cuenta con todos los lujos. Ofrece seis salas de reuniones con capacidad hasta 250 personas. Además, dispone de un centro de salud y bienestar para relajarse tras una jornada de actividades. Su restaurante tiene una carta local apetitosa y muy cuidada. Ofrece un sinfín de actividades y muestra conexión con las culturas nativas locales.
1200, Middle Bay Road. Saint-Michel-des-Saints
Tel. +1 877 822 2623
www.lactaureau.com
LE GRAND LODGE MONT TREMBLANT ***
A orillas del lago Ouimet, dispone de un total de 112 habitaciones y suites, muchas de ellas a escasos metros del agua. Con servicios de restauración de gran capacidad, tiene una variada propuesta para el mice, con 14 salas de distintas capacidades, totalmente equipadas. Para los incentivos propone un variado programa que incluye hasta vuelos en helicóptero.
2396, Labelle Street. Mont Tremblant
Tel. +1 800 567 6763
www.legrandlodge.com
FAIRMONT TREMBLANT *****
Es el hotel más grande de Tremblant en alojamiento y capacidad para acoger reuniones. Hay una sala con capacidad para 950 personas, además de un centro de convenciones propio, junto con varios restaurantes para complementar cada reunión. El alojamiento lo componen 314 habitaciones, de las cuales 62 son espaciosas suites. Se encuentra justo donde terminan las pistas de la estación de esquí, por lo que es perfecto para alojar a los esquiadores.
3045, Chemin de la Chapelle. Mont Tremblant
Tel. +1 866 540 4415
www.fairmont.com/tremblant
QUINTESSENCE RESORT HOTEL *****
Lujoso hotel boutique con 30 habitaciones, todas ellas suites de gran tamaño, totalmente equipadas y de distintas categorías. Este espectacular establecimiento sorprende por su decoración y por elementos como el restaurante, la bodega o la zona de piscina y spa a escasos metros de un bello lago. La suite presidencial puede albergar pequeñas reuniones con todo el equipamiento necesario.
3004, Chemin de la Chapelle. Mont-Tremblant
Tel. +1 866 425-3400
www.hotelquintessence.com
MANOIR SAINT SAUVEUR ****
En las faldas de las montañas Laurentians, se halla a tan solo 45 minutos de Montreal. Perfectamente equipado para reuniones, cuenta con diversas salas y espacios para conferencias, especialmente dos ballrooms con capacidad para 350 y 500 personas. Además, cuenta con un completo spa con diversos tratamientos.
246, Chemin du Lac Millette. Saint-Sauveur
Tel. 1 800 361 0505
www.manoir-saint-sauveur.com
BRISKET VIEUX-MONTRÉAL
Un sitio perfecto para reponer fuerzas si se visita el viejo Montreal, muy cerca del río y del Centro de las Ciencias. El plato estrella es el bocadillo de carne ahumada, típico de la región, acompañado por patatas u otras guarniciones, como pepinillo y col.
200, St Laurent Blvd. Montreal
Tel. +1 514 798 6730
www.briskets.ca
VIEUX PORT STEAKHOUSE
Toda una institución gastronómica en la ciudad de Montreal. Su decoración y servicio solo rivaliza con sus platos, especialmente la carne a la brasa, toda una especialidad. También tienen una variada carta de sopas y ensaladas para todos los gustos.
39, rue Saint-Paul Est. Montreal
Tel. +1 1514 866 3175
www.vieuxportsteakhouse.com
L’IMPROVISTE
Auténtica cocina francesa con toque quebequés. Pequeño y acogedor restaurante a escasos metros del San Lorenzo, en el corazón del viejo Quebec. Cuenta con dos plantas y salón privado en los que comer es como hacerlo en el mismísimo París.
44, Rue des Jardins. Quebec
Tel. +1 418 692 1666
www.restaurantalimproviste.com
SPAG&TINI
En el corazón del Petit Champlain se encuentra este restaurante italiano, que ofrece una cuidada selección de especialidades culinarias del país alpino más allá de los platos tradicionales. Ubicado junto al río y a los pies del castillo, tiene una alegre terraza en la que disfrutar del buen tiempo y una agradable decoración interior. Su carta de vinos es interesante e incluye caldos españoles.
40, rue du Marché Champlain. Québec
Tel. +1 418 694-9144
www.spagettini.ca
LE SHACK
Tras un duro día arriba y abajo por las pistas de esquí del Mont Tremblant Resort, llega la hora de reponer fuerzas. Y nada mejor que este restaurante a pie de pista (literalmente), en el que se ofrece una comida variada con especialidades locales y más generales.
3035, Chemin de la Chapelle, Succ. B. Mont Tremblant
Tel. +1 819 681 4700
www.leshack.com
CONEXIONES
España y Canadá tienen vuelos directos con varias compañías: Air Canada, Lufthansa, Air Transat… Está ultima es una opción muy recomendable. Tiene vuelos directos a Montreal desde Madrid (3 frecuencias semanales), Barcelona (4) y Málaga (hasta 3 en temporada alta); a Toronto desde Barcelona (3 semanales) y vía Montreal desde Madrid y Barcelona (3); a Vancouver vía Montreal desde Madrid, Barcelona y Málaga (hasta 3); y a Calgary vía Montreal desde estas tres ciudades con hasta tres frecuencias semanales. La operativa se realiza desde Madrid con el A330-200 (con capacidad de 345 asientos) y desde Barcelona y Málaga con el A310-300 (250 butacas). No hay vuelos directos desde España a la ciudad de Quebec. La mejor opción es volar a Montreal o Toronto y luego ir por carretera (unas tres horas).
DOCUMENTACIÓN
Para entrar en Canadá los ciudadanos con pasaporte español no necesitan visado, pero a cambio tienen que obtener la Autorización Electrónica de Viaje (ETA). Tiene un coste de 7 dólares y se consigue por Internet. Su obtención no suele llevar mucho tiempo. No se debe confundir con el ESTA, necesario para acceder a Estados Unidos.
DINERO
La moneda es el dólar canadiense (1 $ = 0,66 € aprox.). Los cajeros automáticos abundan y aceptan las tarjetas de las principales compañías internacionales. Socialmente está muy extendido el pago con tarjeta.
SALUD
El sistema sanitario canadiense es uno de los más avanzados del mundo. No obstante, no cubre a los ciudadanos extranjeros, por lo que se recomienda contratar un seguro médico antes de viajar.
IDIOMA
En la provincia de Quebec el idioma oficial es el francés, aunque prácticamente todo el mundo habla inglés. En las nueve provincias restantes de Canadá el idioma oficial y mayoritario (por no decir el único) es el inglés.
CLIMA
En la parte meridional y occidental, las más pobladas, el clima es húmedo, con veranos cálidos y húmedos e inviernos fríos, y con alta densidad de nieve. Hay gran cantidad de precipitaciones durante todo el año y en verano abundan las tormentas eléctricas. En la parte central de la provincia el clima es subártico y en el norte, ártico.
RELIGIÓN
Quebec tiene población mayoritariamente católica, algo que solo sucede también en la provincia de Brunswick. El motivo es que en su día solo los católicos podían establecerse en Nueva Francia, como llamaron los colonos originariamente al territorio. San Juan Bautista (fiesta en Quebec) y Santa Ana son sus santos patronos. La otra religión más extendida es la protestante.
SEGURIDAD
Canadá es un país muy seguro, con una tasa de criminalidad muy baja y amplio despliegue policial, especialmente en los grandes núcleos urbanos. El número de emergencias es el mismo que en Estados Unidos: el 911.
BANDERA
La bandera de Quebec fue adoptada en 1987. Es también conocida como Fleurdelisé. Es azul y está dividida en cuatro partes por una cruz blanca. En todas ellas se muestra una flor de lis, símbolo de esta provincia y que hace referencia a su pasado (y presente) francés. La bandera de Canadá es roja y blanca con una gran hoja de arce en el centro.