El genial inventor Leonardo da la bienvenida al viajero que llega al aeropuerto ubicado en Fiumicino, a 26 kilómetros de Roma. En constante remodelación y mejora desde su inauguración hace setenta años, llegó a estar en el top ten mundial. No en vano es, junto al de Malpensa, en Milán, la infraestructura de referencia para pisar suelo italiano y una de las bases de la novísima ITA Airways.
El aeropuerto de Fiumicino es el más grande de Italia y uno de los mayores de Europa. Los 29 millones de pasajeros que acogió el pasado año así lo atestiguan. El mayor aeródromo del Lazio tiene cuatro terminales: dos abiertas —la 1 y la 3— y dos en obras —la 2, cerrada y que servirá de ampliación a la 1; y la 5, que en su día daba servicio para vuelos a EE. UU. e Israel—. Esta situación es una constante del aeropuerto de Fiumicino, la permanente mejora y ampliación de sus instalaciones.
Tras desbancar al pequeño aeródromo de Ciampino, este proyecto ideado en 1947 se fue inaugurando progresivamente desde 1956 a 1961. Su ‘gran’ inauguración se produjo el 20 de agosto de 1960, una semana antes del inicio de los Juego Olímpicos de Roma. Desde ese momento, sus cuatro grandes pistas dotaron a la Ciudad Eterna de una vía de comunicación como correspondía a su volumen de visitantes y viajeros.
Y si la historia y el arte se dejan notar en Roma y en toda Italia, el aeropuerto no iba a ser menos. Obras de arte clásico y contemporáneo, música de piano en directo en las terminales, tiendas, restauración… De alguna forma es un museo más, de los muchos que se pueden encontrar en la ciudad, con exposiciones temporales de todo tipo: de arte romano, religioso, ingenios de Da Vinci, arte moderno… Todo un lujo.
En lo que respecta al alojamiento, a escasos minutos se hallan tres establecimientos: el Hilton Rome Airport, a diez minutos andando; el Hilton Garden In, con shuttle gratuito desde la Terminal 3; y el HelloSky, dentro del propio aeropuerto, cerca de la Terminal 3 y conectada con el lounge de llegadas.
Precisamente, el aeropuerto cuenta con varias salas de acceso libre mediante pago, así como propias para los viajeros de ITA Airways, Emirates, British Airways y de las aerolíneas de Star Alliance. Hace poco, la primera anunciaba la apertura de la sala Hangar, reservada para sus pasajeros de las categorías premium. Está situada después de las puertas de seguridad de la Terminal 1, en la zona de embarque A.
Comunicaciones
La comunicación entre este aeropuerto y la capital italiana está garantizada por trenes, taxis y autobuses. Entre estos destacan los de Terravisión, por unos 6 €, y los de la Società Italiana Trasporti (SIT), por unos 7 €, con más de una veintena de viajes diarios a diversas paradas en la ciudad, incluida la estación Termini. Otras compañías son Cotral y Atral, también por unos 6 €, que operan en la Terminal 1.
En lo que respecta al tren, la estación se encuentra dentro del mismo aeropuerto, en la parte alta de la terminal de llegadas. Existen dos líneas hasta la capital. La primera es Aeropuerto Fiumicino-Termini, un tren sin paradas que tarda unos 30 minutos y cuesta unos 14 €. La otra opción es Aeropuerto Fiumicino-Roma Tiburtina, una línea con paradas no tan céntricas, pero que es más barata, unos 8 €. Desde esta estación se puede usar el metro para ir hacia otras partes de la ciudad.
Finalmente, el taxi tiene un precio fijo desde el aeropuerto a la zona dentro de las murallas Aurelianas de 50 €, aunque aumenta en función del número de maletas, la distancia y el horario, más caro por la noche. No obstante, por ley, nunca puede superar los 70 €.