Ir bien vestido, solicitarlo educadamente y desplazarse solo ayuda a conseguir sin cargo una mejora en el asiento. Aunque no hay mejor argumento que ser viajero frecuente de la compañía.
Hombre, rondando los 30 años, viajando solo y vestido de manera elegante: estas son las características del pasajero que más fácilmente consigue un upgrade sin cargo según una encuesta realizada por el buscador de vuelos Skyscanner entre 700 tripulantes de cabina de 83 países.
Aunque tener buenos modales es lo que marca la diferencia a la hora de conseguir el deseado asiento en business, el principal criterio de selección es que el viajero sea pasajero frecuente de la compañía. En este caso, desde el momento de la facturación se puede conseguir un upgrade. Es importante, sobre todo cuando la solicitud se hace directamente con el personal a bordo, que el viajero se desplace solo.
Evidentemente, la predisposición de compañía y tripulación existe solo en horas poco concurridas y con tasas de ocupación del avión muy bajas.
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