ALIANZA AVIÓN-TREN. La intermodalidad, más fuerte que nunca

ALIANZA AVIÓN-TREN. La intermodalidad, más fuerte que nunca

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En un país como España, con una configuración ferroviaria radial con eje en la capital madrileña, la intermodalidad tren-avión, además de resultar a priori más sencilla que en otras naciones con una geografía y una disposición de las vías férreas más irregular, es un auténtico maná para conectar numerosas capitales de provincia con las rutas aéreas.

 

Conscientes de estas ventajas, hace unos años surgió el programa Train&Fly, el cual, a grandes rasgos suponía la unión de Madrid y su aeropuerto con hasta cinco capitales de provincia, todo con un único billete de Renfe e Iberia. El viajero podía así enlazar de manera ágil y cómoda su vuelo con tren para llevarle a Córdoba, Málaga, Sevilla, Valladolid y Zaragoza. Antes ya se había iniciado un acuerdo similar con Air Europa.

La apuesta Train&Fly salió bien, a la vista de su extensión, pues recientemente Renfe e Iberia lo han extendido a Albacete, Alicante, León, Ourense, Palencia, Pamplona, Salamanca, Valencia y Zamora. De este modo, se ha incrementado el número de ciudades que se conectan con el casi centenar de destinos de la aerolínea española perteneciente al grupo IAG que operan desde la T4, lugar de enlace con Cercanías de Renfe.

El esquema del sistema es, para un viajero que vaya a volar, el siguiente: salida en tren desde su ciudad de origen, si está incluida en las catorce de las que consta el programa, llegada a las estaciones de Atocha o Chamartín, dependiendo del punto de origen; y traslado gratuito en Cercanías hasta la T4, la terminal donde opera sus vuelos Iberia.

El procedimiento es bastante flexible, no obliga a la compra de billetes cerrados de ida y vuelta, y se puede adquirir con las mismas comodidades que si se hiciera solo de Iberia o Renfe. Por supuesto, esta modalidad recibirá un gran espaldarazo cuando el AVE llegue directamente al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, lo que permitirá eliminar el paso, ahora obligatorio, de usar el Cercanías para el traslado de las estaciones de ferrocarril al aeropuerto.

Los motivos

Entre los principales objetivos del sistema, además de la agilidad y rapidez en el transporte combinado nacional e internacional, se halla la apuesta por la sostenibilidad, que ningún medio de transporte encarna mejor que el ferrocarril, en este caso el AVE y Larga Distancia de Renfe. La eliminación de los traslados aéreos regionales, especialmente los que se hallan a dos o tres horas del aeropuerto, es un nuevo mantra en todo el mundo, con éxitos notables en países como Holanda o Finlandia. Por ejemplo, Finnair apuesta por la intermodalidad, en este caso en autobús, desde Helsinki con las ciudades cercanas de Turku y Tampere.

Por otra parte, la promoción de las ciudades del programa desde el punto de vista del turismo de ocio y del mice es innegable, como bien saben las ciudades cercanas a Madrid con conexión de AVE: Toledo, Guadalajara, Puertollano, Córdoba, Calatayud, Zaragoza… El número de llegadas se ve beneficiado, aunque en ocasiones no tanto el de pernoctaciones. Ahora, con un único billete, la gestión, por ejemplo en congresos y viajes de incentivo, resulta mucho más ágil.

No obstante, esta apuesta por el tren desde el aeródromo madrileño tiene, para algunos, sus sombras. En el caso de las ciudades próximas a la capital española y que no poseen conectividad aérea con esta, resulta claro que la apuesta en muy positiva, pues ganan en conectividad internacional y en promoción para atraer visitas. Es el caso de Albacete, Zamora, Valladolid o León, entre otras. El ‘problema’ se presenta en aquellas más lejanas, en las que además en su conectividad aérea el peso de la ruta a Madrid resulta fundamental, con incluso más de dos de cada tres vuelos con destino o salida de Barajas. Esta es la situación de comunidades autónomas como la gallega o la navarra. Ahora se presenta un periodo de análisis del impacto que esta nueva intermodalidad provoca en esos destinos y si finalmente afectarán a la viabilidad de las rutas aéreas. Sea como fuere, la intermodalidad no parece que vaya a dejar de crecer.

 

MÁS EJEMPLOS

Train&Fly ni es único ni pionero, pues antes Renfe y Air Europa firmaron un acuerdo para la emisión de billetes combinados avión-tren en rutas intermodales para conectar diversas ciudades españoles con servicio AVE, como Sevilla, Córdoba, Almería, Granada, Pamplona, Zaragoza, Murcia, Albacete, Valladolid, Burgos, Ciudad Real, Guadalajara, León, Oviedo, Palencia, Segovia, Toledo y Vitoria, con vuelos intercontinentales de la aerolínea. Finalmente, el otro campo de juego de la intermodalidad es el del transporte de mercancías. En este caso lo que se pretende es lograr una mayor agilidad y rapidez en el movimiento de la carga y, por tanto, un abaratamiento del coste energético y de la logística en general.