«Quedan muy pocos hoteles familiares y clásicos en Barcelona»

«Quedan muy pocos hoteles familiares y clásicos en Barcelona»

ALBERT ÁLVAREZ
DIRECTOR DE EL AVENIDA PALACE HOTEL

Compartir
Albert Alvarez_El Avenida Palace
Albert Álvarez, director de El Avenida Palace Hotel

Albert Álvarez, director de El Avenida Palace Hotel, habla con pasión de un establecimiento histórico de Barcelona, muy ligado a su escena social y artística en las últimas décadas. Manteniendo su esencia clásica y familiar, el establecimiento está inmerso en un proceso de actualización de las habitaciones tras restaurar su fachada.

 

El Avenida Palace Barcelona¿Se pueden resumir 65 años de historia en un párrafo?
Si pudiéramos resumirlo, diríamos que El Avenida Palace se ha convertido en los últimos 65 años, por tradición e historia, en unos de los hoteles más emblemáticos de Barcelona.

¿Cómo era el hotel y cómo es ahora, tras las reformas que se han llevado a cabo en los últimos 3 o 4 años?
El hotel sigue manteniendo la esencia que le hace singular, un hotel clásico, con un trato personal y familiar que emana de la creencia del fundador: el huésped debe sentirse mejor que en su casa. Las diferentes reformas actualizan el entorno, siempre respetando los materiales nobles y adaptándolo a comodidades actuales o nuevas tecnologías.

Además de la restauración de la fachada, cuyos trabajos están a punto de concluir, ¿queda algo pendiente?
Nos queda actualizar el 100% de las habitaciones. Tenemos dos habitaciones piloto, una idea clara y queremos encararlo a finales de 2019. En la restauración y la azotea todavía nos queda algún proyecto para crecer y mejorar lo que ya tenemos. Estad atentos porque no paramos…

Uno de los espacios creados con la rehabilitación ha sido la terraza, un lugar inmejorable para cócteles y presentaciones…
Efectivamente, el lugar privilegiado que nos ofrece nuestra ubicación, con vistas 360 grados de la ciudad es realmente inmejorable, especialmente durante la primavera y el otoño con temperaturas agradables e infinitas puestas de sol mediterráneas.

¿Qué otros espacios ofrece el hotel para la celebración de reuniones y eventos?
Tenemos más de 700 m2 de espacios para eventos, salones adaptados tecnológicamente para hacer desde un congreso a una presentación o un acto social. El entorno es tan versátil y cómodo que se adapta a cualquier puesta en escena. Y todo esto en una ubicación inmejorable en pleno centro de la ciudad.

¿Qué importancia tiene la gastronomía y qué papel cumple el histórico Casa Llibre?
El papel de Casa Llibre nos inspira cada día. El lobby, en su estructura principal, prácticamente no ha sido modificado desde hace 100 años. La maravillosa escalera parisina, los materiales nobles y todo lo que nos representa se refleja en el recuerdo de los años veinte de Casa Llibre. En cuanto a la restauración, tenemos un ambicioso proyecto en marcha para el 2019. Queremos realmente sorprender, así que nos guardamos los detalles para dentro de unos meses.

¿Bajo qué criterios se ha abordado la reforma de las habitaciones?
Como comentaba anteriormente, queremos ser fieles a la idea de hotel clásico como lo imaginó el fundador. El Avenida Palace fue uno de los primeros hoteles de lujo en Barcelona, y queremos regresar a esa idea, no es una cuestión de estrellas en la puerta, sino de lo que ofrecemos puertas adentro. Ser fieles a la idea de servicio al huésped y a los materiales nobles propios de nuestros orígenes: es en ello en lo que queremos fijarnos para alcanzar esa meta.

¿Cómo se enfrenta el establecimiento a la fortísima competencia que existe en el Passeig Gràcia?
Con normalidad empresarial. La apertura de hoteles siempre suma, después cada uno tiene su forma de alcanzar sus objetivos. Mientras Barcelona sea un destino fuerte y líder en congresos, cruceros y leisure, la competencia te ayuda a crecer. Al ser un hotel independiente y no depender de corporaciones, tenemos nuestra propia personalidad para competir de manera diferenciada. Quedan muy pocos hoteles familiares y clásicos en Barcelona. Eso es, por sí mismo, un hecho diferenciador.