Dicen que los peces no tienen medida cuando comen, que son capaces de hartarse hasta reventar. En las últimas tendencias del catering para eventos prima todo lo contrario: la calidad y la creatividad. Partiendo de estas premisas, vivimos un innovador retorno a los productos naturales, a la elaboración artesana, al servicio esmerado y primoroso… Al placer de lo auténtico.
“Recordamos el 1% de lo que palpamos, el 2% de lo que oímos, el 5% de lo que vemos, el 15% de lo que degustamos; pero sobre todo recordamos el 35% de lo que olemos”. Es el diagnóstico sensitivo de la especie humana que realiza de Manuel Cobos, alma mater de Gourmet Cobos Catering, una de las empresas del sector más imaginativas del país. De ser cierto, en principio deberían ser las mismas proporciones que aprecia o valora el homo eventus.
Lo que está claro es que la originalidad no está reñida con la tradición. De hecho, la firma de Cobos está cosechando un notable éxito con un producto de toda la vida, hasta el punto de resultar entrañable: el Catering de Doña Carmen. Como explica Manuel, “está inspirado en guisos caseros que nuestras madres nos preparaban con tanto cariño cuando aún éramos pequeños y que con el paso del tiempo todavía nos quedan en el recuerdo”.
Los invitados se convierten en anfitriones. Tanto el aperitivo, como el primer y segundo platos o los postres se comparten, al estar dispuestos en el centro de la mesa. Y aquí viene lo bueno: el personal de servicio está compuesto por señoras de cierta edad que hacen las veces de madres y que atienden a los comensales con tanto mimo como si de sus propios hijos se tratase.
La parafernalia se completa con los evocadores manteles de cuadros y enaguas de burdeos, la vajilla blanca de porcelana, los vasos de vino pequeños y los inmortales de Duralex, las sillas sin vestir, el mortero tradicional con las hojas de lechugas enjuagadas, las aceitunas en cazuelas de barro, las aceiteras antiguas, el jarra de agua fresca y la botella de vino sobre la mesa para servirse a discreción.
Para Cobos, el concepto de Doña Carmen refuerza lo que ya se denomina como economía de la experiencia. “Necesitamos un marketing diferente, menos racional y mucho más experiencial”, insiste el experto tras enumerar los cinco pilares básicos para el éxito de un evento: percibir, sentir, pensar, actuar y relacionar.
Catering ecológico
El retorno a los orígenes está también presente en la oferta de Marisa Fernández Catering Ecológico, dirigido, cómo no, por Marisa Fernández, consultora, asesora y especialista en cocina natural. Su empresa trabaja para empresas, eventos y particulares con una orientación muy clara: todos los productos que sirve son 100% biológicos con certificación y además personalizados ante posibles alergias alimentarias o dietas específicas de los comensales.
Su propuesta está avalada por un grupo humano con más de 20 años de experiencia y formado por especialistas en alimentación natural, diseñadores, ecologistas o bio-constructores. Ha eliminado los huevos, harinas y azúcares refinados de sus platos, utilizando edulcorantes naturales, leches vegetales y algas. No sólo la materia prima es de absoluta confianza. La elaboración de los platos y tapas también es del todo artesanal. “Para nosotros, la salud es lo primero. Por eso usamos productos ecológicos naturales, pero que tienen mucho sabor, buscando además un equilibrio de olores y colores”, señala Marisa, una enemiga declarada de pesticidas, conservantes, estabilizantes y excipientes en general.
Para que no haya dudas, los camareros muestran cartelitos con la composición de cada una de las bandejas. Marisa incluye información de los proveedores, habitualmente locales, de los productos, incluso con el contacto o su página web por si alguien quiere comprobar la procedencia ecológica. Esta idea evita además responder cien veces a la típica pregunta “¿y esto qué es?”…
En vivo y en directo
La autenticidad de la gastronomía está de moda. Y la transparencia también. Por eso, desde hace algunos años han proliferado restaurantes con la cocina a la vista de los clientes. Contemplar el trasiego por los fogones, además de generar confianza, abre el apetito. Esta tendencia también se ha llevado con éxito al catering con el Show Cooking.
En el caso de los eventos, la cocina en directo añade el ingrediente del espectáculo. Los asistentes se arremolinan en torno al cocinero para disfrutar de la inmediatez y del talento que luego sancionará el estómago. La comida está más buena porque (aquí sí que no hay duda) está recién hecha. Las sospechas del recalentamiento vía microondas se esfuman. Comer se convierte en un acontecimiento.
Otra tendencia innovadora, pero que de alguna forma también es ejemplo del retorno a la tradición, es el Fingers Food. Es el recurso a las raciones mini que se pueden degustar con las manos, sin necesidad de cubiertos. La presentación aquí se eleva casi a la categoría de arte, una demostración además del hecho de que comer mucho no es sinónimo de comer bien, como algunos creen. Para chuparse los dedos.
Más Info
www.coboscatering.com
www.marisafernandezcatering.com
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