Los numerosos cierres de agencias de viajes en los últimos años han empujado a las empresas a vigilar la solvencia económica de sus proveedores a la hora de contratar los desplazamientos de negocios. Factores como este llegan a tener tanto peso como su oferta de servicios, según las conclusiones de las sesiones formativas de febrero celebradas por Forum Business Travel en Madrid y Barcelona.
Los gestores de viajes de negocios reunidos por FBT certifican la creciente importancia que sus empresas están otorgando a la solidez financiera de sus proveedores de viajes de negocios, especialmente de las agencias de viajes, inmersas en un duro proceso de reconversión que se ha llevado a muchas de ellas por delante.
“Cuando desaparece una compañía aérea, un hotel o cualquier otro proveedor de viajes se pueden encontrar alternativas, a pesar de los trastornos, pero el daño que hace la quiebra de una agencia a sus empresas clientes es mucho mayor, porque es la que centraliza su política de viajes”, explica Agustín Casado, travel manager de Eptisa y ponente principal de las jornadas.
Los seminarios de FBT analizaron los factores que deben tener en cuenta las compañías cuando elaboran los pliegos de condiciones que entregan a sus posibles proveedores de viajes, un proceso en el que también resulta crucial la evaluación continua una vez decidida la adjudicación, “dadas las circunstancias de un mercado especialmente cambiante”, según Casado.
En los grupos de trabajo formados por los gestores de viajes presentes salió una larga lista de necesidades que va más allá del precio de las transacciones. Por lo que respecta a las agencias de viajes, destacan entre otras la rapidez en la respuesta, su presencia internacional, su capacidad para implantar herramientas de autorreserva o las facilidades burocráticas, así como su labor de consultoría.
Según Óscar García, socio fundador de Forum Business Travel, “hoy en día es muy difícil que una agencia se diferencie por sus precios, porque la competencia ha hecho que estén todas muy a la par. Además, el coste real de la intermediación casi nunca supera el 5% del gasto total de los viajes”.
Por lo que respecta a los hoteles, además de la ubicación y las tarifas, las empresas valoran cada vez más otros puntos, como el mantenimiento del precio negociado en fechas de alta ocupación, la flexibilidad de su política de cancelaciones y modificaciones de reserva, los servicios añadidos (wi-fi, parking, minibar, salas de reunión, etc.), los transfers gratuitos o la posibilidad de ocupar y abandonar más pronto y más tarde la habitación, según las conclusiones de los grupos de trabajo.
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