
El A380 opera desde hace meses rutas desde los aeropuertos europeos, pero el Boeing 787 Dreamliner no había salido del territorio americano hasta ayer, con motivo de su presentación en el salón Farnborough de Gran Bretaña.
Con mucha expectación miraban al cielo las personas asistentes al salón aeronáutico Farnborough, en Gran Bretaña: la razón era la llegada por primera vez a suelo europeo del Boeing 787 Dreamliner, llamado a revolucionar el sector tras el revuelo del A380.
En dimensiones no supera al gigante de Airbus, pero si lo hace en consumo energético: -20% gracias a los materiales compuestos utilizados en la fabricación del fuselaje. El uso de la aeronave por parte de los viajeros ha sido retrasado dos años por motivos de producción, y nuevos problemas pueden comprometer la primera entrega, prevista para finales de este año a la aerolínea japonesa ANA.
Mientras tanto Airbus anunció la adjudicación de su décimo A380 en 2010: tras la entrega del undécimo A380 a Singapore Airlines y un segundo A380 a Lufthansa el viernes 16, la flota en servicio del A380 asciende a 33 aviones. Estas entregas suponen un total de 10 aviones en lo que va de año, cifra que sitúa a Airbus más cerca de conseguir su objetivo anual: la entrega, como mínimo, de 20 gigantes A380. Hasta la fecha, Airbus ha recibido 234 pedidos para el A380 por parte de 17 compañías.