A partir de hoy y durante 90 noches se podrá disfrutar en la azotea del museo, en El Mirador, de veladas con exclusivas propuestas gastronómicas regadas con los mejores vinos
El Museo Thyssen-Bornemisza inaugura hoy la temporada estival y durante 90 noches pone a disposición de los sibaritas un mirador en su azotea para cenas maridadas con vinos muy especiales. El Museo apuesta por los vinos de vigneron, un término con el significado doble en castellano de viticultor y vinicultor, y con el que desde el siglo XII los franceses hacen referencia a esos vinos de producciones pequeñas.
Estos vinos se distribuyen en España por Paco Berciano, propietario de Alma Vinos Únicos, quien se ha encargado de diseñar la carta de vinos de El Mirador. Los caldos acompañan a la propuesta gastronómica diseñada por Daniel Napal, chef del Antiguo Convento Catering, la empresa gestora de los espacios gastronómicos del museo.
Las propuestas que ofrece El Mirador pasan por el ceviche de marmitako, el lomo de bacalao con romescu y crema de hinojo o el suquet de rape y marisco al aceite de naranja y azafrán.
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