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NÓMADAS DIGITALES. A cualquier hora, en cualquier lugar

M. M. BELTRÁN

Nómadas Digitales_David L Espina Rincón

La década de 2020 ha traído lo que los expertos denominan tercera ola de la digitalización. Una de sus consecuencias ha sido la irrupción de la figura del nómada laboral, un concepto que no entiende de fronteras. Con la conexión permanente, para muchos es posible trabajar virtualmente desde cualquier parte del mundo. Las empresas están aprendiendo a encajar esta nueva modalidad que exige cambios en su organización y en sus políticas de viajes. Los destinos acogen también con gran interés a un nuevo tipo de visitante que genera ingresos complementarios al turismo.

 

El todopoderoso Google vaticinó hace tiempo que en la década actual casi toda la población mundial estará conectada a internet. Como afirma la periodista Raquel Roca, en Knowmads. Los trabajadores del futuro, si este hecho se cruza con la teoría de Dumbar, que indica que cada persona impacta en una media de 150 individuos, el número de personas con las que se puede tener relaciones estables, y se añade el poder de las redes sociales, con las que llegar a los amigos de los amigos, «se puede llegar a una cifra de tres millones de impactos potenciales por persona».

Metiendo esta hiperconectividad en la coctelera del mundo laboral, además de otros ingredientes muy en boga, como las nuevas tendencias personales que apuestan por la movilidad, y algo de legislación específica para favorecer y arropar esta figura, el resultado es el  nómada digital. El mundo anglosajón ha creado su propio juego de palabras para referirse a esta realidad: los knowmads, algo así como nómadas del conocimiento.

¿A qué se refiere? Según apunta John Moravee, fundador de Education Futures LLC, «son trabajadores del conocimiento que pueden ser productivos desde cualquier lugar, en cualquier momento y con casi todo el mundo». No son valorados por el conocimiento individual que poseen, «sino más bien por cómo contextualizan lo que saben para crear un nuevo valor», añade. Esta figura ha surgido en lo que teóricas como Tammy Johns y Lynda Gratton han denominado «tercera ola del trabajo virtual», tras la primera entre 1980 y 1995, en la que nacieron los primeros autónomos remotos; y la segunda, marcada por eBay y Google.

Según Raquel Roca, «la movilidad, la flexibilidad, la globalización y el trabajo por proyecto o colaboración son conceptos cien por cien nómadas, valores en alza, y más aún en el futuro». Si se hacen las cosas bien, no disminuye ni empobrece el compromiso por parte del empleador y del empleado durante un tiempo estipulado de mutuo acuerdo», añade la periodista. Evidentemente, el trabajo nómada no puede abarcar todas las actividades, «pero sí será una de las principales fuerzas laborales de los próximos años porque así lo querrán empresarios y trabajadores». En su opinión, lo bueno del perfil nómada es que aporta cosas positivas a la empresa tanto si trabaja por cuenta ajena como si está en plantilla.

UN CONCEPTO CON MATICES

El psicólogo y profesor estadounidense Daniel N. Robinson define esta figura como «un profesional que aprovecha las herramientas digitales con el propósito de fomentar su carrera mientras viaja por el mundo». El concepto parece claro, pero hay matices. «Un nómada digital no es un turista, busca un vínculo con la comunidad que le aloja, conocer gente, hacer negocios. La mayoría son freelance o han creado su propia empresa, «pero también hay empleados de grandes compañías que pueden trabajar desde su casa», explica Stefano Borghi, fundador de Copass, compañía especializada en facilitar espacios de trabajo a este tipo de profesionales.

«Es una persona que utiliza internet para desempeñar su ocupación y/o para vender sus conocimientos a otras personas o empresas. Trabaja de forma remota, cuestión que le permite vivir una ‘vida nómada’, es decir, poder vivir viajando». Eso es al menos lo que destaca la Escuela Nómada Digital, una ¡academia! para este tipo de profesionales. Desde luego es una profesión en alza y puede ser muy rentable, tanto para los protagonistas como para los destinos que quieren acogerlos y convertirse en sus lugares de trabajo.

De la anterior definición se desprenden varias ideas. En primer lugar, la libertad de movimientos. «Trabajas a través de internet, lo que te permite estar en cualquier parte del mundo mientras tanto. ‘Treviajar’, un concepto moderno. Otro aspecto interesante son los distintos modelos de negocio de esos profesionales, que suelen ser tres: freelance, emprendedor y trabajador por cuenta ajena. Este último es muy interesante, porque normalmente el nomadismo se asocia a los autónomos, pero también es posible tener un salario y recorrer el mundo.

«Muchas empresas ya no quieren trabajadores que cumplan un horario, sino empleados que se focalicen en cumplir objetivos. Si a eso le sumamos las posibilidades de trabajar con equipo en remoto, la necesidad de tener a la persona físicamente disminuye», explica Antonio G., nómada digital y colaborador de la escuela mencionada. «Puedes trabajar para una empresa sin tener que ir a la oficina y pudiendo organizar tu tiempo como quieras. Tienes la libertad del nómada digital, con la seguridad de cobrar un sueldo todos los meses». Por supuesto, como este profesional matiza, no todo es un camino de rosas, ni es tan fácil, ni el dinero fluye sin esfuerzo.

El perfil del nómada digital es realmente interesante. Según un estudio efectuado por la compañía alemana de coworking Welance, el 64 % son hombres y el 36 % mujeres. Con respecto a la edad, dos de cada tres no superan los 36 años. Por tanto, suelen ser millennials, una generación muy ligada a la tecnología. Otro dato interesante es que la mayoría de los encuestados regresan a su casa de manera regular, es decir, que no son nómadas ‘puros’. En cuanto a la estancia en cada lugar, depende mucho de su trabajo y de los visados conseguidos según el destino.

Nómadas Digitales_Shridhar GuptaCOWORKING VS. COLIVING

Los conceptos coworking y coliving son muy importantes en el universo nómada digital. En líneas generales, el primero es una forma de trabajo en la que diversos profesionales independientes o emprendedores comparten un espacio de trabajo,  donde pueden desarrollar sus proyectos de manera independiente y también generar sinergias entre ellos, incluso llegar a crear proyectos conjuntos. Este concepto surgió a principios del milenio en Estados Unidos, que junto con Alemania y España es de los países donde mejor funcionan.

Como apunta Raquel Roca, «lo positivo que tienen es que facilitan la conexión entre personas que prefieren no trabajar todo el rato desde su casa, promoviendo así networking, el trabajo en red y la creatividad». Para ella, este tipo de trabajador busca estar en contacto, generar riqueza en red y compartir el conocimiento. «Ya no se teme exponer ideas por miedo a que te la roben, sino que se comparten para que sean enriquecidas por las demás», explica la especialista en tendencias laborales.

Por su parte, el coliving es un paso más adelante, pues fusiona espacio de trabajo y vivienda. Forman parte de él un grupo de personas con afinidades personales y profesionales que deciden compartir el mismo lugar. Esta circunstancia favorece que haya una convivencia real con el círculo de personas con las que se trabaja. Aunque en el coworking haya zonas comunes, no hay convivencia, solo interacción y descanso. Pues bien, el coliving es uno de los hábitats preferidos del nómada digital.

LA INDUSTRIA TURÍSTICA

Lo que está claro es que estos profesionales resultan muy interesantes para la industria turística. En esta línea, la comunidad Tourism Leaders Lobby analizó recientemente el papel de los nómadas digitales en un estudio en el que participaron compañías como Meliá Hotels International, Disset Consultors, Torres Consulting, TSA Solutions y V!Ve 4 all. Según esta encuesta, realizada en Europa, Latinoamérica y África, un 40 % se ha planteado alguna la posibilidad de desplazarse de sitio para trabajar. Entre las ventajas citadas están la calidad de vida, conocer otras culturas y romper la monotonía. También está la otra cara: falta de espacios adecuados, problemas con internet, herramientas inadecuadas, cierta desafección que genera la distancia…

La industria se mueve, especialmente los destinos, ávidos de recibir a estos viajeros trabajadores. «I Congreso Internacional Alicante Destino de Teletrabajo y Nómadas Digitales». Tal cual. En este encuentro de profesionales del turismo se pusieron de manifiesto ideas muy interesantes. En primer lugar, se dejó claro el interés de todo destino por este tipo de viajero, por varias razones. Una de ellas es su juventud, ya que normalmente se trata de trabajadores con bastante recorrido para crecer profesionalmente, asentarse, formar una familia, etc.

También se valora la importación de moneda extranjera. Debido a la naturaleza del nómada digital y su deslocalización, estas personas introducen flujos de forma continuada. Una ventaja derivada de este hecho es una mayor recaudación de impuestos. Finalmente, se trata de unos perfiles muy atractivos, como se apuntó en el congreso, «personas altamente cualificadas, con gran desempeño en idiomas y con espíritu emprendedor».

Pero, claro, hay que ganarse al nómada, que tiene multitud de opciones para elegir. Según relocateantigua.com, para que un destino sea atractivo influyen muchos factores: fiscalidad, calidad de la conexión a internet, coste de la vida, seguridad sanitaria y personal, posibilidades de ocio, facilidades para gestionar visados, permisos de trabajo o residencia, conexiones con otras localidades o países por medios de transporte, gastronomía y clima, entre otros.

Y una de macrocifras. El portal especializado trabajarporelmundo.org prevé que el número de nómadas digitales en el año 2035 alcance los 1.000 millones para una previsión de población mundial de 8.890 millones. Por tanto, más del 10 % de las personas se habrán convertido en nómadas. Es todo un reto… y una oportunidad de negocio.

Nómadas Digitales_Marvin MeyerEL CAMINO DEL NÓMADA

«Si bien durante décadas los nómadas fueron perseguidos y maltratados —por su desprecio a las preocupaciones territoriales de los legisladores e ignorar sus fanáticos esfuerzos por establecer fronteras—, ahora es el turno de su vendetta: estamos asistiendo a la venganza del nomadismo contra el principio de territorialidad y sedentarismo». Estas palabras del sociólogo Zygmunt Bauman, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y creador del concepto modernidad líquida’ no pudieron ser más premonitorias.

En cualquier caso, es un error pensar que el nómada digital es un turista. De hecho, cada vez son más los países que han creado visados especiales para ellos, específico para personas que trabajan en remoto, ya sea por cuenta ajena o propia, y vive viajando por el mundo. Los incentivos se centran en ofrecer flexibilidad para quedarte más tiempo, ya que normalmente los turísticos tienen una duración entre uno y tres meses. Otra cuestión interesante es la tributaria. Muchos países están bonificando la estancia u optan por exenciones de impuestos para este colectivo. Y en lo que respecta a la identificación, con el pasaporte, un seguro médico y un comprobante de ingresos suele ser suficiente, dependiendo del destino y de la complejidad de su entramado burocrático.

Decenas de países ya ofrecen visados y ayudas específicos para atraer a los nómadas digitales, pero algunos destinos lo están haciendo realmente bien. En el mencionado congreso alicantino se pusieron sobre la mesa varios ejemplos de buenas prácticas, como el de Alemania, uno de los destinos más populares para los nómadas digitales. A su favor tiene su gran industria, su vida cultural y su apuesta por la sostenibilidad. Otro destino interesante es Grecia, con reducciones de impuestos y donde islas como Creta se posicionan directamente con campañas como «Work in Paradise». Países como Croacia, Estonia, Italia merecen la pena por sus ayudas y campañas propias.

Un caso paradigmático es Portugal, donde sus destinos favoritos son, además de Lisboa y Oporto, Madeira, un raro ejemplo que merece un análisis pormenorizado. Ha ganado durante muchos años consecutivos el premio Europes’s Leading Island Destination y ha creado una iniciativa público-privada que ofrece acceso gratuito a coworkings en Ponta do Sol, con wifi gratis, eventos especiales para nómadas digitales, acuerdos con compañías de alquiler de apartamentos como Flatio y hasta una plataforma inmobiliaria para que los propietarios locales ofrezcan sus alojamientos. Además, Portugal ha lanzado el visado de autónomos y emprendedores, que permite permanecer en el país un año, como primer paso para obtener la residencia permanente.

En España, los profesionales ponen el foco en cuatro grandes polos de atracción para nómadas digitales, muy ligados a las condiciones climáticas y las propuestas de ocio: Tenerife, Gran Canaria, Málaga y Benidorm. El primero de ellos lanzó en 2021 la plataforma Tenerife Work & Play para captar a estos profesionales. Sus objetivos es integrarlos, ofrecerles soporte y orientación para establecerse y darles a conocer los servicios de la isla.

Por su parte, Gran Canaria ha llegado a estar en el número 1 de la línea global NomadList de destinos preferidos por ellos. Y lo ha conseguido por su conectividad general, el ocio nocturno, el coste de la vida, la seguridad y la hospitalidad. Además, desde 2016 organiza Nomad City, un evento pionero para profesionales de este tipo.

Finalmente, Málaga creó en 2021 Málaga Work Bay, con una web propia para ayudar a estos trabajadores a asentarse en la ciudad mediante ayudas para conseguir suministros, alojamiento, transporte, etc. Por su parte, Benidorm, el gigante turístico, creo en 2021 la campaña «Vivir en Benidorm, trabajar en el paraíso» y «Benidorm, tu lugar de trabajo en el Mediterráneo», en la misma línea de captación y asesoramiento que las anteriores.

Nómadas Digitales_Marvin MeyerLEGISLACIÓN ESPAÑOLA

El pasado 2 de diciembre se aprobó la Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, o Ley de Startups, orientada al «desenvolvimiento de un ecosistema emprendedor con vocación innovadora que fomente la creación y relocalización de empresas emergentes y que atraiga el talento y el capital internacional». Esto incluía mayor flexibilidad en los requisitos para acceder a los beneficios de la ley, así como un visado especial de nómadas digitales para titulares que trabajen para sí mismos o para empleadores de cualquier parte del mundo. «Esto permitirá a los ciudadanos extracomunitarios vivir y trabajar en remoto desde España», explican desde Balcells Group, despacho de abogados especializados este tipo de relaciones laborales.

Según este bufete, estas son las obligaciones que hay que cumplir para disfrutarlo: la empresa para la que se trabaja ha de estar ubicada fuera de España; los ingresos recibidos en España o de empresas españolas no pueden representar más del 20 % del total; hay que demostrar la actividad laboral que se ha desarrollado durante al menos tres meses previos al inicio de actividad y es necesario un contrato con esa empresa de al menos un año. Además, se exige ausencia de antecedentes penales, contratar un seguro médico privado y contar con un certificado bancario que demuestre la posesión de al menos 25.000 euros.

Esta norma permite permanecer en nuestro país máximo un año, tras lo cual se habilita la petición de residencia, que puede facilitar estar otros tres años más. Desde ese momento, dicha autorización es renovable cada dos años. La residencia permanente se consigue a los cinco años. Entre las condiciones, hay que ser graduado universitario, con formación profesional o similar, o contar con tres años de experiencia profesional. También acreditar el uso de medios y sistemas informáticos, telemáticos o de telecomunicación para desarrollar sus funciones laborales.

Para solicitarlo, se puede pedir el visado desde el país de origen o directamente en España como turista. La respuesta, en teoría, se obtiene en 20 días. Una vez conseguido el permiso, las ventajas son muy interesantes. La primera de ellas es que tributan por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes, en vez del IRPF, más favorable que el de los asalariados de trabajos «sedentarios».

Esta nueva legislación ha levantado muchas expectativas. Incluso la prensa extranjera se hizo eco de ella, sobre todo por el carácter vacacional del destino España, como se puso de manifiesto en el foro Taleñt 2022, organizado por Trivu con la colaboración, entre otras, de la consultora KPMG. Precisamente su presidente en España, Juan José Cano, se mostró a favor de este mercado. «Debemos desarrollar esa capacidad para atraer talento, porque España es un país fantástico para trabajar. Si lo conseguimos, sin duda tendremos a los mejores profesionales, a las empresas más competitivas y, por tanto, una sociedad más próspera, justa y equitativa».

Pero todavía queda mucho por hacer. Sin ir más lejos, el Digital Nomad Index sitúa a España en el puesto 16 del mundo y 12 de Europa, unas notas no demasiado buenas comparadas con su potencia turística como destino. De ahí que las autoridades estudien nuevos incentivos para que los nómadas digitales que recorren el mundo se detengan, al menos una temporada, en nuestras tierras. Porque trabajo y ocio cada vez están menos reñidos.

 

Nómadas Digitales 2_Austin DistelPROFESIONALES ITINERANTES

 

La figura más común de trabajador viajero con ordenador en mano ha sido la del comercial, pero el perfil está cambiando con la digitalización. Según Escuela de Nómadas Digitales, estás son algunas de las profesiones susceptibles de ser ocupadas por esta novedosa figura de trabajador en movimiento.

Programador. Todo lo que tiene que ver con internet y las nuevas tecnologías está creciendo.

Consultor/asesor/coach. Los ha habido toda la vida, pero es cierto que en los últimos tiempos han vivido un auténtico boom, especialmente en el campo del asesoramiento personal. Herramientas como la videollamada hace todo mucho más fácil e inmediato.

Diseñador web. Otra de las actividades en alza en estos momentos.

Fotógrafo profesional. La necesidad de  ilustrar contenidos online hace que sean más necesarios que nunca. Y no solo para proyectos concretos, sino para suministrar material a los numerosos bancos de imágenes.

Copywriter y redactor web. Junto a las imágenes, las palabras: actualización de redes sociales, posts, emails, newsletters… Entre ellos destacan los redactores web, que se encargan de los contenidos convencionales, mientras que el copywriter se centra en textos más estratégicos en páginas de venta y correos comerciales.

Traductor web. Todas las webs necesitan ser traducidas en un mercado cada vez más global. Es cierto que hay que programas y aplicaciones que lo hacen, pero siempre la revisión ha de correr a cargo de un humano.

Otras opciones. El comercio electrónico se ha convertido en un enorme nicho de mercado y para dedicarse a él no hace falta tienda física, solo un ordenador. Relacionado con esta se halla el Marketplace, el modelo Amazon, que ha roto todas las barreras del comercio tradicional. Y, en definitiva, todo lo relacionado con el SaaS (software as a service). Un buen ejemplo es todo ese universo de herramientas que se utilizan por un pago mensual relacionadas con el día a día y las aplicaciones. Para gestionarlas, en muchas ocasiones se necesita un ordenador y buena conexión.

 

Nómadas Digitales 1_Austin DistelCONSEJOS LABORALES IMPORTANTES

El mundo de los nómadas digitales, internet y las redes sociales está sembrado de «falsos profetas» que prometen ganar mucho dinero tecleando en la playa un rato al día. Para Antonio G., hay que tener en cuenta cuatro cuestiones esenciales para llegar a buen puerto en esta modalidad:

  1. ¿Realmente quieres y te conviene ser nómada digital? Como cualquier emprendedor o trabajador, lo primero es plantearse qué se quiere hacer. Hay que preguntarse si se quiere un trabajo independiente o tradicional; si se será capaz de aguantar la incertidumbre de un trabajo freelance, sin remuneración fija; si se desea de verdad vivir viajando…
  2. Crear una fuente de ingresos pasivos. Esto se refiere a todo el dinero que genera el trabajador de forma automática sin tener que hacer una inversión continuada. Muchos nómadas digitales son proveedores de servicios, y, por tanto, parte de su tiempo lo han de dedicar a prestarlo. Esto puede llegar a saturar, así que hay opciones como infoproductos (productos digitales donde vendes tu conocimiento, como un ebook), publicidad (cobro por clic), afiliación (cobro por recomendación de empresas o servicios en tu web), etc.
  3. Generar una rutina de trabajo. Vivir viajando o tener un trabajo de nómada digital no significa escapar a la rutina. Al contrario, lo ideal es establecer hábitos para no volverse loco a la hora de sacar el trabajo adelante. Hay que establecer horarios para mejorar la productividad, como en un trabajo convencional.
  4. Aprender de los profesionales. Una formación adecuada y escuchar a los profesionales con experiencia sirven para centrar el objetivo, poner orden en la maraña de información y tener claro el modelo de negocio que se quiere seguir.