
Desde el icónico y recóndito Machu Picchu, conexión espiritual entre la profundidad de la Amazonía y las alturas nevadas de los Andes, hasta las arenas de sus playas y de algunos de los más espectaculares desiertos del planeta ; desde Cuzco, incaica y colonial, a la moderna y ajetreada Lima, ambas sobradamente preparadas para recibir al viajero de reuniones y eventos… Perú tiene muchos encantos para crear adicción, sin olvidar el pisco sour, el ceviche y su merecida fama como destino gastronómico internacional.
Perú se ha ganado a pulso la posición privilegiada desde la que mira al futuro. Economía emergente y caso de éxito de referencia mundial, su prosperidad se basa en tres pilares fundamentales: la minería (plata, cobre y oro, principalmente), la pesca y, por supuesto, el turismo. La importante inversión, tanto desde el Estado como desde las principales cadenas internacionales, en infraestructura hotelera, poniendo el punto de mira en el desarrollo del turismo de reuniones y eventos, ha significado un importante apoyo y palanca para abrirse al mundo.
El mestizaje de cocinas tradicionales como la indígena, la española, la africana o la japonesa, junto a la utilización del producto fresco del país, ha supuesto que el efecto llamada se extienda al turismo gastronómico. Pero es sin duda su legado cultural y su conexión milenaria con la madre tierra, la Pachamama, lo que marca la diferencia, convirtiendo al Perú en la más pura esencia de Sudamérica.
LIMA
A pesar de ser conocida popularmente como «Lima la gris», por su fama de estar perpetuamente nublada, las brumas del pacífico no siempre ocultan a Inti, el dios Sol. Ciudad desarrollada, dinámica y amistosa situada a orillas del Pacífico, la capital de la República del Perú forma un área metropolitana que cuenta con más de 8,5 millones de habitantes, el 31,5 % de la población total del país.
Y es que Lima nació ya con vocación de capital. Fundada por Francisco Pizarro en 1535 sobre la región conocida como Limaq, fue durante este periodo la más importante plaza de la América imperial española. Como no podría ser de otra manera, su importante lugar en la historia se aprecia en su paisaje urbano: las flamantes torres del barrio financiero conviven con las extraordinarias construcciones prehispánicas y los hermosos edificios coloniales.
El Westin Lima Hotel & Convention Center es precisamente una buena muestra de esa armonía. Convenientemente ubicado, a 30 minutos del aeropuerto internacional Jorge Chávez, cuenta con 2.500 m 2 de espacio funcional, el lugar para reuniones y convenciones más grande de Lima y de todo el Perú. Sus 17 salas de reuniones se prestan para cualquier configuración y cuentan con la más alta tecnología y equipos audiovisuales, así como vestíbulos multifuncionales y luz natural para crear un buen ambiente de trabajo. Destacan la espectacular Limatambo Ballroom, de 1.660 m 2, con capacidad para 1.800 invitados, y los salones Arequipa, Amazonas y Cusco.
Enclavada en el desierto costero peruano, sin apenas precipitaciones, la capital peruana mantiene sin embargo un alto nivel de humedad y un clima fresco originado tanto por la corriente fría de Humboldt como por la cercanía de la cordillera de los Andes. Este clima subtropical, fresco con unas temperaturas que no superan los 26 ºC en verano ni bajan de los 17 ºC en invierno, junto a la cercanía al puerto natural del Callao, decidieron a Pizarro a instalarse en ella y construir su residencia oficial.
Lo primero que hizo el conquistador, escuadra y cartabón en mano, fue diseñar la ciudad empezando por la plaza Mayor, donde levantó su palacio (hoy en día el Palacio del Gobierno) y repartir las parcelas colindantes entre la Iglesia y los militares más leales. En esta concurrida plaza de estilo colonial se levantan también otros edificios emblemáticos, como el Palacio Municipal, la iglesia del Sagrario, el Palacio Arzobispal y la basílica catedral de Lima, terminada en 1622. Conocida también como Plaza de Armas, fue y sigue siendo el principal espacio público del centro histórico de la ciudad, punto de encuentro tanto de la población local como para los visitantes, y lugar de ocio y celebraciones.
A pocos metros de la concurrida explanada, una casona colonial que cualquier viandante despistado pasaría por alto guarda uno de los más encantadores y singulares espacios de la ciudad. Al traspasar el portalón de entrada, el viajero da un salto atrás en el tiempo hasta el siglo XVI para descubrir un excepcional venue: la Casa de Aliaga, en el número 224 de Jirón de la Unión.
VENUES
La historia de esta casona viene de los tiempos de Pizarro, cuando el capitán Jerónimo de Aliaga levantó la que a día de hoy sigue siendo la residencia familiar desde hace 17 generaciones, la más antigua de toda Sudamérica. La zona de la propiedad no habitada puede reservarse al completo para eventos de hasta 80 invitados, incluyendo un amplio comedor preparado para cócteles o banquetes. La Casa de Aliaga es un espacio poético detenido en el tiempo, evocador de un pasado colonial perdido.
La oferta de espacios singulares cargados de cultura se extiende al Museo de Arte de Lima y el Museo de Arte Contemporáneo. Tanto el MALI, ubicado en un palacio de finales del siglo XIX, como el MAC, inaugurado en 2013 y de corte modernista, abren sus puertas a reuniones privadas y corporativas en aproximadamente 600 m 2. Para convocatorias de mayor envergadura en entornos naturales, las haciendas Mamacona y Los Ficus, a pocos kilómetros de Lima, pueden acoger hasta 6.000 invitados en sus dependencias, que incluyen bellos jardines y cuadras, con exhibiciones de caballos peruanos.
De regreso a la capital, en el barrio de Miraflores, una de las mejores zonas residenciales y comerciales, y frente a los imponentes acantilados del litoral limeño, el mar busca su reflejo en las 25 plantas de cristal del JW Marriot Lima. Con una gran oferta de 1.400 m 2 para reuniones en sus salones modulables. El más grande, el ballroom San Martín, ofrece 560 m 2.
A poca distancia, el Hilton Lima Miraflores parece pensado para aquellos que quieran disfrutar de la gran oferta de ocio y restauración de la capital. Su posicionamiento en pleno bulevar de la gastronomía lo dice todo. En su interior, todas las habitaciones han sido diseñadas para crear la mayor sensación de confort, combinando el estilo del siglo XVIII con detalles rabiosamente actuales, como su piscina climatizada exterior con hidromasaje. El establecimiento cuenta además con 9 salas de reuniones, la mayor con 340 m 2, y una esplendida terraza en la última planta, disponible para cualquier evento.
A su oferta para convenciones y eventos en hoteles de primera categoría, que ha ido in crescendo en los últimos años, se ha añadido recientemente el Lima Convention Center, que fue inaugurado en 2015 en el distrito de San Borja. Sus cerca de 15.000 m 2, repartidos en 18 salas y un auditorio, dan para convocatorias de casi 10.000 invitados.
CUZCO
Actualmente considerado el núcleo histórico y cultural de Perú, Cuzco —o Cusco— fue hasta la entrada de Pizarro, en 1533, capital del imperio Inca o Tahuantinsuyo, su centro geográfico, espiritual y político, además de, posiblemente, la ciudad habitada más antigua de todo el continente americano. No es de extrañar que el origen de su nombre quechua se pueda traducir como «centro del mundo».
Situada en la vertiente oriental de los Andes, a 3.400 m sobre el nivel del mar, es el punto de partida perfecto para que los viajeros menos afortunados de los cinco continentes comiencen a sentir los efectos del mal de altura nada más descender del avión, molestias que poco a poco van desapareciendo con cada sorbo de mate de coca.
Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983, en pocos lugares se puede apreciar tan claramente la adaptación del mundo incaico tras la llegada de los españoles, en parte por el mestizaje entre los incas de clase alta con los conquistadores que la eligieron para establecerse. El cruce cultural se muestra en restos de edificios y murallas precolombinas que conviven con las construcciones coloniales.
Precisamente, en los restos del antiguo convento de San Agustín, a su vez levantado sobre construcciones incas, se yergue el JW Marriott El Convento, un establecimiento muy singular para la organización de eventos corporativos en alguno de sus dos salones, de 90 y 125 m 2, además del patio principal, que se puede cubrir para recepciones o banquetes, con capacidad para 350 participantes.
Con la llegada de Francisco Pizarro, la gran explanada central del Cuzco inca se transformaría en la Plaza de Armas, flanqueada por la catedral y por los soportales y miradores de los edificios principales. A pesar de encontrarse salpicada hoy en día por franquicias de café y comida para llevar, tiendas de souvenirs y cajeros automáticos, el peso de la historia se sigue sintiendo.
En una tranquila y encalada plazoleta que recuerda, no por casualidad, a cualquier población extremeña, el Belmond Palacio Nazarenas y el Belmond Hotel Monasterio son, sin lugar a dudas, dos de los referentes. Ubicados sobre la base de un convento y de un monasterio del siglo XVI, continúan inseparables desde hace cinco siglos.
El Palacio Nazarenas mantiene una capilla del mismo siglo aprovechable para cualquier evento, no necesariamente religioso, dándole un matiz atípico y singular. Otro de sus atractivos son los espacios interiores. Por sus dependencias y pasillos se puede admirar un gran número de obras pictóricas procedentes de la abundante producción de la Escuela Cusqueña y los patios están abiertos eventos al aire libre.
Durante los momentos de descanso entre reuniones, se pueden realizar excursiones por los alrededores. A poca distancia, desde Pukamoqo, o Cerro Rojo, a 3.600 m de altitud, la panorámica sobre la ciudad es magnífica. Allí se encuentra la fortaleza ceremonial de Sacsayhuamán, en la cima de la colina, que fue la admiración de Pizarro y sus hombres, tanto por su grandiosidad como por la dificultad que tuvo que suponer la construcción de sus muros megalíticos, con bloques de piedra de hasta 9 m de altura. Hay que recordar que los incas no conocían la rueda. Hoy en día, aquí se llevan a cabo actividades para grupos con representaciones de fiestas andinas tradicionales.
Otro gran ejemplo de la adaptación, a veces dolorosa, de las edificaciones coloniales sobre las incas, es la más importante construcción religiosa de Cuzco, el Qorikancha o Templo del Sol, dedicado a Inti, donde posteriormente los dominicos levantaron sobre sus cimientos el convento de Santo Domingo.
Según describía el cronista de la época Inca Garcilaso de la Vega, la decoración del majestuoso recinto, realizada con la más fina cantería ensamblada al milímetro sin ningún tipo de mortero, se basaba « sencillamente » en una lámina de oro puro de tres metros de alto sobre los muros, además de figuras humanas, de animales y plantas a tamaño real talladas igualmente en oro puro, que para ellos tenía un valor meramente ornamental.
Cuando los incas descubrieron la avidez con que los conquistadores lo anhelaban y observaron sus relucientes armaduras, pensaron que aquellos seres extraños se alimentaban del metal y no dudaron en darles todo lo que les exigieron. A la vista, y para no olvidar la historia, quedaron los muros incas, levantados con una precisión quirúrgica, que han sobrevivido a la acción humana, al tiempo y a tres terremotos, una de las más perfectas obras del Imperio inca.
EL VALLE SAGRADO
El sentido de la divinidad para los incas era muy amplio e inspirado en la naturaleza. Las montañas más altas, el sonido de los ríos, las rocas volcánicas… Cualquier fenómeno natural les hacía pensar que había algo más allá. Por eso los convertían en Apus, sus espíritus protectores. El mejor lugar para acercarse a ellos es el Valle Sagrado, a más de 3.000 m de altitud, surcado por el río sagrado Urubamba, un lugar de culto y de fertilidad.
El cultivo del choclo —el rico maíz andino—, las 3.000 variedades de papas o la quinoa, que fueron capaces, junto a la ganadería, de alimentar a todo un imperio, continúan siendo su principal riqueza junto al turismo. Pequeñas poblaciones, como Chinchero, conservan ese estilo de vida ancestral, adaptado a la llegada de viajeros. En su mercadillo se pueden encontrar desde las coloridas prendas locales hasta productos de la tierra, y de paso probar el rico tentempié andino, el choclo con queso, que a modo de fast food ofrecen los comerciantes locales. Chinchero figura ya en las guías como punto de referencia para las compras de artesanía, además de por sus magníficos restos incaicos y la hermosa iglesia colonial.
Por todo el Valle Sagrado de los Incas hay muestras de construcciones precolombinas. Entre los puntos destacados están las impresionantes terrazas de Moray, en forma de anillos concéntricos descendentes, donde parece ser que los incas aclimataban sus cultivos a la altura del valle, o las milenarias minas de sal de Maras, que siguen ofreciendo un producto muy puro y exquisito.
Alojarse en el valle es una experiencia que el viajero no debería perderse. La oferta hotelera, aunque más dirigida a los incentivos, no está exenta de posibilidades para reuniones y eventos. El hotel Belmond Río Sagrado, por ejemplo, brinda una excelente oportunidad para descansar en plena naturaleza. Situado a la orilla del propio Urubamba, se rodea de amplios jardines, disponibles para cócteles y banquetes, por los que pastan crías de llama. También organiza actividades como paseos a caballo y clases de cocina o de botánica. Su exclusiva estación de trenes es un punto muy cómodo para desplazarse hasta Machu Picchu.
Si bien la oferta de alojamiento en la zona es excelente, el hotel Inkaterra Hacienda Urubamba es un punto y aparte. Sus espectaculares 40 hectáreas situadas a los pies de la cordillera constituyen una increíble experiencia en el corazón del mismo Valle Sagrado. La tranquilidad se disfruta desde la salida de Inti y sus primeros rayos. Tras una larga jornada, es un verdadero placer descansar junto a la chimenea con la llegada de Mama Quilla, la luna. Desde el propio establecimiento se pueden organizar salidas en grupo a la montaña haciendo trekking o en bicicleta. Entre los venues singulares hay que mencionar la Hacienda Huayoccari, con su gran muestra de arte, principalmente colonial, donde los banquetes lucen más coloridos.
Opciones como la visita a Chio Lecca Fashion School, en Yucay, donde conocer en primera persona los procesos de fabricación de los tejidos artesanales —todos de la lana de llama, vicuña o alpaca—, se complementan con actividades para los más aventureros. Es el caso del Skylodge, un alojamiento para aquellos viajeros sin vértigo, capaces de pernoctar en cabinas de cristal colgadas de la pared de la montaña. Para hacer el check in no hay más opción que ascender por una vía ferrata, mientras que el check out se realiza dejándose caer por una tirolina desde 400 m de altura. Superada esta prueba, son cosas de niños el resto de actividades de team building, como remar en kayak o en tabla de Sup en el lago de Piuray a 3.500 m de altura. •
RECOMENDADOS
MACHU PICCHU
Un enclave de otro mundo
Cientos de viajeros parten diariamente desde la estación de Ollantaytambo hasta Aguas Calientes, más conocido como el pueblo de Machu Picchu, para ascender después en bus hasta el recóndito santuario y residencia. Otros —no tantos— se animan a hacer el trayecto a pie por el Camino del Inca. Durante varias jornadas, en función del punto de comienzo, transitan por centenarias sendas de montaña que imprimen un sentido más espiritual o personal a la travesía.
Sea cual sea la forma elegida para llegar a los pies del santuario, el camino es en sí un anticipo de la maravilla que se descubre más adelante. La antesala de la Amazonia se adivina a lo largo de todo el trayecto, cuando la espesura del bosque nuboso arropa las vías del tren y la posterior carretera de subida hasta el colosal Machu Picchu, principal icono de Perú. Si existen lugares en el mundo donde se justifican los selfies, este es uno de ellos.
Su nombre parece significar montaña o pico viejo y es sin duda uno de los lugares más misteriosos del planeta. La maleza y el follaje lo mantuvieron oculto para la historia y el mundo occidental hasta que el explorador norteamericano Hiram Bingham dio con el santuario en 1911. Los campesinos de la zona y los cuzqueños, que conocían su existencia mucho antes, supieron guardarla con celo. Se sabe que es anterior al siglo XV y que fue la residencia temporal de Pachacútec, el noveno Inca del Tahuantinsuyo, aunque parece que, además de palacio, funcionaba también como santuario religioso. Esta extraordinaria obra de ingeniería y arquitectura es Patrimonio de la Humanidad y está considerada como una de las 7 maravillas del mundo moderno.
El santuario y reserva natural dista 130 km de Cuzco, a medio camino entre los Andes centrales y la selva amazónica. Su asentamiento en la meseta rocosa que une las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu, a 2.400 m sobre el nivel del mar y rodeado del cañón del Urubamba que serpentea a 600 m de caída libre, es ya motivo de admiración.
Se cree que Machu Picchu tuvo una población establecida de entre 300 y 1.000 habitantes, procedentes de las élites y de la panaca, o círculo de confianza de Pachacútec, mientras que el trabajo agrícola lo llevaban a cabo los campesinos procedentes de cualquier punto del imperio. Al estilo de los romanos, los incas desarrollaron redes de caminos, la mayoría empedrados y bien conservados. Al menos ocho conectaban Tahuantinsuyo con Machu Picchu.
Desde cualquier perspectiva, el viajero necesita tomarse su tiempo y asiento —literalmente— para dejar a un lado la cámara durante un rato y asimilar tanta belleza. Los cambios de luz y el discurrir de las sombras proyectadas por las nubes sobre la frondosa naturaleza y los restos arqueológicos producen un efecto escenográfico cautivador. La perfección de los sillares, muros, puertas, ventanas y dinteles es milimétrica. Teniendo en cuenta lo abrupto del entorno natural y la fuerte energía que desprende, este enclave no parece de este mundo.
Quizás haya algo de cierto en la leyenda local que dice que después de la partida de los extranjeros, cuando Inti descansa tras las montañas, a la luz de la luna llena, el templo despierta y, como si de una proyección se tratara, las ruinas recobran por un momento todo su esplendor, sus habitantes salen de sus moradas despabilándose tras el letargo, los campesinos recogen las cosechas o alimentan al ganado y se puede ver a Pachacútec ensimismado, admirando la hermosura de su obra. •
THE WESTIN LIMA HOTEL & CONVENTION CENTER *****
Ubicado en el distrito financiero y comercial de San Isidro, cuenta con 301 elegantes y espaciosas habitaciones. Para mantenerse en forma durante las jornadas de reunión, los huéspedes pueden disfrutar del bien equipado centro de fitness o del relajante spa, y para reponer fuerzas, nada mejor que paladear cualquier especialidad peruana o internacional en sus restaurantes Maras o Market 770. En la capital del pisco sour no hay que saltarse un tiempo de afterwork en el Lobby Lounge o en el Insitu Bar, de acogedora inspiración británica.
Las Begonias, 405. San Isidro. Lima
www.westinlima.com
JW MARRIOTT LIMA *****
Una buena opción para alojarse en el residencial barrio de Miraflores, a pocos metros del popular centro comercial Larcomar, con sus exclusivas tiendas y locales de entretenimiento, donde tomar una Cusqueña bien fría. Sus 112 habitaciones Deluxe, 108 Prime Deluxe, 68 Ejecutivas, 11 Suites Ejecutivas y la Suite Presidencial no decepcionan, y la panorámica sobre el océano Pacífico es insuperable. En la planta 24, el Salón Ejecutivo ofrece total privacidad y un servicio de atención 24 horas.
Malecón de la Reserva, 615 Miraflores. Lima
www.marriot.com
BELMOND RÍO SAGRADO *****
En pleno contacto con la naturaleza y junto al cauce de Urubamba, el descanso está garantizado. Dispone de 10 habitaciones Deluxe con terraza, 11 Junior Suites con jardín y 2 villas, todas ellas inmersas en el entorno sin renunciar al mayor confort. Sus salas de masajes, tratamientos de belleza, jacuzzi, spa y piscinas climatizadas recompensan el esfuerzo de una jornada de trabajo con el complemento de una excelente oferta culinaria.
Ctra. Urubamba-Ollantaytambo,
Km. 75,8. Valle Sagrado
www.belmond.com
INKATERRA HACIENDA URUBAMBA *****
Las 40 hectáreas de terreno que acogen las 12 habitaciones de la hacienda y las 24 villas garantizan la tranquilidad y el reposo a más de 3.000 m de altitud. La imagen de postal se corresponde con la calidez y la comodidad del alojamiento. La oferta culinaria también está al gusto de los más exigentes : los principales platos de la cocina peruana, como el ceviche, la causa, el ají de gallina o el lomo salteado, son excelentes, sin olvidar el asado de cuí, roedor parecido a una cobaya que no entra por los ojos a todo el mundo.
Ctra. Cuzco-Urubamba, Km. 63.
Valle Sagrado
www.inkaterra.com
BELMOND PALACIO NAZARENAS *****
La paz de un convento del siglo XVII con las comodidades del siglo XXI. Sus magníficas 55 suites se encargan de aportar el 3 % del oxígeno que a cerca de 3.400 m de altitud falta en el flujo sanguíneo. Con los efectos del spa Hypnoze, los estragos de mal de altura apenas ni se recuerdan. Su envidiable situación, a poca distancia de la Plaza de Armas, en el casco histórico, invita a conocer la ciudad a pie. Una delicia.
Plazoleta Nazarenas, 223. Cuzco
www.belmond.com
BELMOND HOTEL MONASTERIO *****
Pareado al Palacio Nazarenas, este restaurado monasterio del siglo XVI ofrece 122 habitaciones y suites de estilo colonial tradicional, muchas de las cuales incluyen el sistema de enriquecimiento de oxígeno. La decoración de época colonial, acorde con el estilo del antiguo monasterio, incluye piezas de arte originales. Por supuesto, su situación es inmejorable.
Plazoleta Nazarenas, 337. Cuzco
www.belmond.com
JW MARRIOT EL CONVENTO *****
Principal inversión de la cadena Marriott en Cuzco, reconstruido respetando las ruinas del convento de San Agustín del siglo XVI y los anteriores restos incas y preíncas. Su bella arquitectura da cabida a 153 habitaciones: 7 suites, 31 estándar interiores con vistas a los antiguos muros, 95 estándar exteriores, 14 familiares y 6 con terraza.
Esquina de la calle Ruinas 432 y San Agustín. Cuzco
www.marriott.com
EL SEÑORÍO DE SULCO
Especializado en comida peruana tradicional, pastelería y heladería artesanal, este restaurante fundado en 1992 ha sabido innovar partiendo de la gastronomía local y los productos frescos del país. Dividido en tres salones y ambientes para atender a 200 comensales, ofrece además la posibilidad de realizar cursos de cocina peruana para grupos.
Malecón Cisneros, 1470
Miraflores. Lima
www.senoriodesulco.com
JW SHUSI & CEVICHE LOUNGE
Este original restaurante, bar y lounge del hotel JW Marriott atrae a un público tanto local como extranjero por su curioso mestizaje. Los platos se preparan a la vista del cliente, como en los tradicionales restaurantes japoneses, maridando los productos de ambas culturas gastronómicas. Ningún aficionado al sushi y al ceviche debería perderse esta experiencia.
Malecón de la Reserva, 615
Miraflores. Lima
www.marriot.com
WAYRA
Ubicada en los terrenos del hotel Sol y Luna, esta hacienda dedicada a la cría y doma de caballos de paso peruano permite pasear y conocerlos de cerca para, posteriormente, degustar la sabrosa comida tradicional amenizada por los espectáculos de monta y danzas tradicionales. Una experiencia para recordar.
Urubamba
www.hotelsolyluna.com
EL MUELLE DE TOÑO
Especializado en pescados y mariscos, su ceviche es fantástico. Excelente situación, frente el Templo del Sol, para hacer un break entre visitas culturales y disfrutar tanto de la buena cocina como de la amabilidad del propietario.
Plazoleta de Santo Domingo, 275
Cuzco
MAP CAFÉ
Ubicado en el Museo de Arte Precolombino de Cusco, es un espacio acristalado que destaca por contraste con el estilo colonial de la casona. Su oferta va más allá de la cocina tradicional peruana, apostando por una reinvención de sus platos. Con capacidad de dar servicio para 50 comensales dentro del cubo de cristal, hay que sumar el patio central como un espacio más para cualquier tipo de evento.
Plazoleta Nazarenas. Cuzco
FALLEN ANGEL
Desenfadado restaurante y bar donde se puede optar por una cena ligera, pero bien elaborada, y tomar una copa después en medio de una decoración kitch y transgresora, con obras de artistas locales expuestas en sus muros. Un lugar perfecto para practicar el quechua y pedirle al camarero «una chela, waiki» ( una cerveza, hermano ).
Plazoleta Nazarenas, 221. Cuzco
www.fallenangelincusco.com
CICCIOLINA
Excelente y desenfadado restaurante con una excelente carta de platos elaborados en el que también se pueden degustar tapas acompañadas por un buen vino. Cicciolina es también uno de los principales servidores de catering y pícnics para eventos de la zona.
Calle Triunfo, 393. Cuzco
www.cicciolinacuzco.com
ACCESOS
Al aeropuerto Jorge Chávez de Lima llegan los vuelos internacionales desde todo el continente americano, así como Europa (España, Francia, Holanda y Reino Unido) y, próximamente, Asia. Desde este se realizan las conexiones domésticas hacia los principales destinos turísticos del país, como es el aeropuerto Alejandro Velasco Astete de Cuzco. Estratégicamente situado en el centro de la costa occidental de América del Sur, es el centro de operaciones de Avianca Perú y LATAM Perú, y uno de los principales nudos de conexión del continente americano. Está a unos 12 km del centro de Lima, entre 30 y 45 min, dependiendo del denso tráfico. La conexión con la ciudad se hace principalmente en taxi. Los grupos pueden concertar traslados privados con operadores turísticos.
CLIMA
Elegir la ropa para viajar a Perú es una tarea complicada. Por su ubicación, ligeramente bajo el ecuador geográfico, es un país tropical, pero la climatología varía mucho según se viaje a la costa, a la cordillera andina o a la selva. Las corrientes marinas influyen en la costa : la fría de Humboldt contribuye al clima árido del centro y sur, mientras que la cálida de El Niño lo hace sobre el cálido y lluvioso norte. El clima de la Amazonía va desde el tropical húmedo del bosque nuboso al subtropical, mucho más húmedo, de la selva. En la zona andina todo depende de la altura.
GASTRONOMíA
Justamente reconocida, la gastronomía peruana se sitúa entre las top mundiales. El mestizaje de cocinas como la andina, la española, la africana, la japonesa o la china produce una explosión de estímulos difíciles de catalogar. Para los neófitos, la recomendación de platos, según gustos, pasa inevitablemente por el ceviche (pescado crudo aderezado con limón, cebolla, sal, ají y pimienta); la causa (una base de papa amarilla, ají y choclo o maíz andino rellena de pollo o pescado); el lomo salteado (de res y salteado con verduras, cocido en sartén al estilo chino); el ají de gallina (carne de pollo desmenuzada y aderezada con ají verde, pan, leche y queso); el asado de cuí (carne de este pequeño roedor a la brasa de leña); o el rocoto relleno (ají picante del tamaño de una manzana y relleno de carne picada, cebolla, queso y huevo duro). Recomendable incluir en el aperitivo la bebida fetiche, el pisco sour, hecho con pisco, limón, azúcar, clara de huevo y angostura.
MONEDA
La moneda oficial es el sol peruano, que equivale al cambio actual a unos 0,26 euros o 0,30 dólares americanos. Es bastante fácil obtenerlo en hoteles, bancos, cajeros automáticos y casas de cambio.
RELIGIÓN
Aunque la religión predominante es el cristianismo, principalmente católico, en los últimos años han aumentado las iglesias protestantes y, debido a la inmigración, el judaísmo, budismo, hinduismo e islamismo. En Perú, el mestizaje se lleva incluso a la religión, con un sincretismo que adapta las antiguas creencias incas al catolicismo llevado por la colonización. En la ceremonia de Pago a la Tierra, el Pako, o sacerdote andino, reza al mismo tiempo a santos y vírgenes cristianos como a sus Apus precolombinos y a la Pachamama.
ELECTRICIDAD
El voltaje común es de 220 v, con tomas de corriente como las españolas. No es necesario llevar adaptador.
SEGURIDAD
Si bien Perú es un país políticamente estable y, en líneas generales, seguro, el viajero habitual debe tener las mismas precauciones que en todas las grandes ciudades como Lima, sobre todo al caer la noche y fuera del casco antiguo, los distritos financieros o residenciales.
HORARIO
Entre Perú y España hay una diferencia horaria de 6 horas menos: GMT -6. •