Donostia-San Sebastián ha sabido mantener la esencia del comercio tradicional con una gran oferta de establecimientos que ofrecen los productos de toda la vida, caracterizados por su indudable calidad, al tiempo que proyecta ese toque distinguido y elegante que se manifiesta en tiendas sofisticadas, locales alternativos y numerosas líneas de creación propia. Todo ello conforma un sensacional escaparate de ideas para regalar y para regalarse.
Como Donosti tampoco es una ciudad muy grande, el comercio está más concentrado y resulta muy cómodo ir de compras. Constituye un circuito tan atractivo como emocionante para practicar el shopping.
Hay mucho donde elegir. De entrada, los productos típicos de la tierra, como las anchoas del Cantábrico, las alubias de Tolosa, el queso de Idiazabal o el txakoli de Getaria, acompañados por una caja de fina repostería donostiarra con pastas o la típica pantxineta…
A partir de ahí, cualquiera cosa, desde una ilustración exclusiva de un artista local, una tabla de surf de firma donostiarra y fama internacional o una prenda de alguna de las boutiques de la ciudad que lanzan creaciones exclusivas. ¿ Y por qué no una espléndida txapela para coronar la visita ?
Además de albergar en sus entrañas algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, la Parte Vieja y la llamada área romántica que la rodea son conocidas por ser el epicentro de las compras en San Sebastián. Las calles de Urbieta, Fuenterrabía o Getaria están repletas de tiendas para todos los gustos y fuerte sabor local, aunque también abundan los comercios con las marcas internacionales más conocidas.
También están aquí dos de los mercados tradicionales: el de San Martín y el de La Bretxa. Toda una tentación para los paladares más refinados. De hecho, no es extraño toparse a alguno de los afamados cocineros que atienden los fogones donostiarras, ya que los visitan casi a diario.
Made in SS
La ciudad presume de dar vida a líneas de artículos muy entroncados con la personalidad de Donosti y de sus creadores. Es el caso de las hermanas Helena y Ana, impulsoras de la firma An.he.lo, especializada en alta bisutería, tocados y complementos de tendencia chic que sorprende por sus colecciones exclusivas y sus piezas vintage ; de Box, con más de seis décadas de tradición en bolsos, con el 8010Y6 como buque insignia ; Casa Munoa, orfebres desde 1935 que exhiben una gran variedad de joyas de diseño propio, así como de objetos decorativos ; o la casa Torrubia and Torrubia, célebre por sus sofisticadas creaciones de joyería, con gran eco internacional.
Otros comercios con sello único son Goiuri, con sus colecciones de bañadores y la distribución exclusiva de marcas como Seafolly ; Minimil, creada por Contxu Uzkudun, que realiza prendas inspiradas en el paisaje, la cultura y las tradiciones donostiarras ; o Zergatik, que se ha convertido en una de las grandes marcas de moda internacionales, con 8 tiendas propias y 125 puntos de venta.
Siguiendo con la moda y los complementos, aparecen propuestas tan singulares como la de Ponsol, en plena parte vieja, la sombrerería más antigua de Euskadi ; Espartín, también en la misma zona, con sus alpargatas tradicionales cosidas a mano por artesanos de Zestoa ; y la mundialmente conocida marca de moda sostenible Skunkfunk, presente en 38 países, inspirada en el minimalismo y la geometría.
Regalos
En el apartado de regalos, el casco antiguo también ofrece atractivas posibilidades, empezando por El Turista, un comercio que data de 1946, con todo tipo de artículos para el viajero. Veinte años más tarde abría sus puertas Michael’s con piezas únicas de artesanía local. Otro clásico, aunque más reciente, es Maria Kala’s, elegante y exclusivo como pocos.
Para seguir saboreando el carácter donostiarra de vuelta a casa hay que darse una vuelta por Koloreka, donde para adquirir alguna de sus ilustraciones que retratan la ciudad con un estilo contemporáneo y muy elegante. Mención aparte merece Nómada, una rara avis especializada en arte textil tribal. Aunque no comercialice productos locales, sino todo lo contrario, es una buena oportunidad para hacerse con kilims, cojines o mantas de otras latitudes a las que no es fácil acceder.
Volviendo al fervor local, los aficionados al fútbol tienen en la calle Elkano un símbolo de la sociedad guipuzcoana: la tienda oficial de la Real Sociedad, decorada de arriba a abajo en azul y blanco, los colores del alma del equipo.
Gourmet
El País Vasco en general y San Sebastián en particular no se pueden entender sin su cultura gastronómica de altos vuelos. Las tiendas de alimentación no se quedan atrás. Al margen de los estupendos mercados en los que adquirir producto fresco, los comercios para proveerse con delicias de más recorrido proliferan por la Parte Vieja y por el centro.
Por citar solo algunos ejemplos, ahí están Aitor Lasa y su magnífica selección de quesos artesanos, hongos, setas silvestres y otros productos autóctonos ; la chocolatería Aramendia, con su taller de fabricación propia ; la bodega Goñi, que organiza catas temáticas en español, francés e inglés ; la Boutique Selecta, dotada con una infinita variedad de tés, cafés y tisanas ; Kañabikaña, y sus cervezas artesanas ; o La Sevillana, que, pese a su nombre, lleva más de 75 años vendiendo los mejores productos locales.
La cosa no queda aquí. Los amantes del arte se deleitarán con las galerías que promocionan a los creadores vascos y los deportistas pueden caer en la tentación de llevarse una buena tabla de surf, al que los donostiarras son tan aficionados. Pero mejor no dar más ideas. •