Con la aprobación por parte de las juntas de accionistas se salva el último escollo para que el resultante International Airlines Group esté operativo a finales de enero
Los accionistas de Iberia y British Airways dieron el visto bueno a la fusión entre las dos compañías, dando lugar a uno de los grupos más potentes del sector aéreo.
Se trataba del último requisito necesario para llevar a cabo la fusión. A partir de ahora, y hasta que las acciones de International Airlines Group (IAG) comiencen a cotizar a finales de enero, quedan por completarse una serie de procesos administrativos de carácter puramente formal.
Las aerolíneas confían en obtener unas sinergias anuales de 400 millones de euros a partir del quinto año de la fusión. IAG será una compañía española con residencia fiscal en España y la mayoría de las reuniones de su consejo de administración, asi como todas sus juntas de accionistas, se celebrarán en Madrid. Su sede financiera y operativa estará en Londres.
Con esta fusión nace el tercer grupo aéreo europeo, por detrás de Air France-KLM y Lufthansa. Contará con una flota de 408 aviones y operará 200 destinos en todo el mundo.
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