La crisis del coronavirus ha puesto a la industria MICE literalmente patas arriba. Ahora que los hoteles y las compañías aéreas reanudan tímidamente su actividad —aunque con innumerables prevenciones—, que los destinos lanzan sus anzuelos para atraer a los primeros visitantes, que las fronteras casi impenetrables empiezan a mostrar algunos resquicios, el viajero se siente como un niño pequeño. Casi todo es nuevo para él. Quedan muchas normas, requisitos y protocolos antes, durante y después del desplazamiento que aprender. También para las empresas y gestores turísticos, que jamás se han enfrentado a un desafío tan gigantesco. Ilusión y confianza no les faltan.
El profesional vivía un principio de año inmerso en el día a día de una realidad salpicada por cuestiones como las guerras comerciales, el Brexit, la preparación de la temporada estival, una ligera ralentización de la economía… Noticias inquietantes del Lejano Oriente tomaron forma real con la impactante suspensión del coloso Mobile World Congress de Barcelona. En solo unas semanas frenaban en seco, con actividad cero, sectores tan importantes como el MICE, el transporte aéreo, la hotelería, el transporte de pasajeros por tren y carretera, la restauración… Inaudito.
Cientos de miles de fallecimientos después y con varios millones de infectados en todo el mundo —y creciendo—, existen casi tantos interrogantes como al principio. La economía mundial tampoco muestra un horizonte despejado, todo lo contrario. La incertidumbre es enorme en lo que respecta al transporte de viajeros, a la movilidad, a la apertura de los países, a las condiciones en la que celebrar reuniones y eventos… Sin embargo, el que más y el que menos ha pulsado el botón de reinicio y el sector MICE también.
Con un camino trufado de obstáculos, la industria es consciente de que ha de mantener un equilibrio entre seguridad y actividad: la falta de uno de estos elementos es igual de nefasto, a tenor de los datos de mortalidad y de caída de la actividad económica. En el caso español, salvo que se produzcan recaídas, julio será el mes en el que acabarán todas las restricciones al transporte aéreo internacional, el bálsamo que esperan miles y miles de empresas.
Todo ha cambiado, proliferan los sellos de calidad y las distancias mínimas, la tecnología que evita contacto se impone, las reuniones a distancia están viviendo un momento sin precedentes, incluso los seguros de viaje ya incorporan cláusulas relacionadas con la Covid-19 en sus pólizas. Posiblemente, muchas de las medidas adoptadas para atajar la cruel pandemia se quedarán se quedarán mucho después de que se alejen todas las amenazas. Es hora de hacer un diagnóstico del sector para conocer cómo afrontan el futuro.
ALOJAMIENTO
El pasado mes de mayo veían la luz los ansiados doce protocolos para la era post-Covid19 elaborados por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) en colaboración con la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) y con el visto bueno del Ministerio de Sanidad. Son los correspondientes a alojamientos rurales, restaurantes, campings, ciudades de vacaciones, albergues, campos de golf, museos, guías de turismo, oficinas de información turística, balnearios, turismo activo, agencias de viajes… y hoteles, claro. El sector hotelero ya tenía sobre la mesa las reglas de juego, pero con una característica importante: el protocolo se ha creado con idea de que cada establecimiento desarrolle su plan de contingencia, aunque con unos mínimos, especialmente en lo que se refiere a limpieza y medidas de protección.
Gestión del riesgo, organización de la plantilla, áreas de pisos, limpieza, instalaciones para uso del personal, medidas informativas, servicios de recepción y recogida, zona de cafeterías y restaurantes, habitaciones, espacios de uso común, gimnasios, ascensores, piscinas, áreas de recreo infantiles, animación, plan de limpieza, eventos… En todos estos ámbitos la prioridad es garantizar la seguridad de clientes y empleados.
En lo que se refiere a las reuniones y eventos, en las zonas de uso común hay que delimitar bien el aforo, con una reducción sobre las capacidades de antes, y desinfectar de forma continua. También hay directrices sobre las distancias entre los participantes, la provisión de gel hidroalcohólico, la ventilación, el uso de mascarillas, el material de un solo uso, etc.
Pero este protocolo no es el único disponible. CEHAT ha creado una check list de medidas para la reducción de riesgos higiénico-sanitarios en los establecimientos, un completo documento que abarca todas las áreas. Para reforzar la seguridad y trasmitirla a los clientes de una forma clara y efectiva, varias cadenas han creado y bautizado sus propios protocolos.
SELLOS PROPIOS
‘Stay Safe with Meliá’ es la carta de presentación de Meliá Hotels International de cara al desconfinamiento generalizado. El programa, desarrollo con Bureau Veritas, especifica todas las medidas de higiene y desinfección adoptadas, así como los principales procesos operativos. Además, pone el acento de en la formación de los empleados que, a fin de cuentas, son los que están en contacto directo con el cliente y los que mejor pueden transmitir los valores de la cadena.
El programa prevé el desarrollo de numerosas acciones, especialmente con un plan de limpieza y desinfección, que llevará a cabo con Diversey; una guía global de operaciones en la que se especifican los nuevos estándares de la marca en aspectos como gastronomía, entretenimiento, wellness o servicios de habitaciones, entre otro; recomendaciones de salud laboral para sus miles de empleados; y procedimientos tecnológicos para reducir los contactos y garantizar tanto la seguridad de sus instalaciones como la sostenibilidad de los establecimientos. La compañía ha ido probando este programa en diversos hoteles para monitorizar y mejorar el proceso.
No es un caso aislado. Los programas específicos van a ser una realidad en todas las marcas de peso. «Estamos convencidos de que el plan de medidas ‘We Care About You’ que hemos creado para garantizar la seguridad de nuestros clientes permitirá a los que nos elijan disfrutar de sus vacaciones con la máxima tranquilidad», afirma Raúl González, CEO para EMEA de Barceló Hotel Group.
El programa que incluye un ambicioso paquete de medidas que tienen que ver con la desinfección y limpieza, para la que se han creado la figura del higienista; seguridad general, con redistribución de los elementos de todas las zonas; experiencia digital, con implantación de herramientas tecnológicas para potenciar el contactless; nuevos protocolos de comidas y bebidas, con novedades como Grap & Go; formación y sensibilización para todo su personal; adaptación del resto de servicios, como las áreas wellness y fitness; adaptación de las instalaciones para reuniones y eventos a los nuevos protocolos de seguridad e higiene; y, finalmente, refuerzo de la comunicación en todas direcciones.
Por su parte, el mes de junio ha supuesto la apertura de más de la mitad de los establecimientos de NH Hotel Group. Para hacerlo con todas garantías posibles, la compañía ha puesto en marcha una estrategia en la que ha unido esfuerzos, conocimiento y experiencia con la certificadora SGS y ha creado un sello específico que estrenaron el NH Collection Barbizon Amsterdam y el NH Nacional de Madrid.
El resultado de esta colaboración es un completo protocolo de medidas que incluyen, por supuesto, la revisión y adaptación de todos los protocolos de higiene y desinfección de las instalaciones, la formación específica a empleados y el seguimiento de las medidas. Como reflejo del carácter global de la compañía, los protocolos incluyen las recomendaciones de las autoridades sanitarias tanto locales como internacionales, con una actualización permanente de las normativas sanitarias vigentes en cada país.
Además, la cadena trabaja en estos tiempos también en el rediseño de su experiencia de cliente para asegurar que se cumplen los requerimientos de seguridad y distanciamiento social en sus instalaciones. Fruto de este proyecto, se están revisando todos los procesos operativos tradicionales, como el check in, la atención al cliente o el servicio de bufé, entre otros. Y un aspecto fundamental: la digitalización entrará con más fuerza aún.
Otra de las cadenas que ha instituido un distintivo propio es Abba Hotels con un estándar desarrollado por Bureau Veritas para la reapertura de sus establecimientos en destinos urbanos y de montaña. El resultado es ‘Global Safe Site’, una garantía que se centra en tres grandes áreas: personas, procesos e instalaciones. El grupo hotelero Accor también ha lanzado el sello de limpieza y protección ‘Allsafe’, que contempla, un exhaustivo programa de limpieza, nuevas normas de distanciamiento social e incluso asistencia médica si el cliente lo solicita. Esto es posible gracias al acuerdo firmado por la compañía hotelera y la aseguradora Axa.
Vincci exhibe el sello ‘Vincci Care’, que engloba todas las medidas que se venían a aplicando desde siempre en higiene, sostenibilidad, compromiso social, tecnología y bienestar del huésped, a las que se unen las específicas para dar respuesta a la complicada situación actual. Por su parte, el proyecto ‘Volver es la propuesta adoptada por Sercotel Hotel Group para la vuelta a la actividad y apertura de su más de setenta hoteles.
UN ASPECTO POSITIVO
Aquellos que consideran la guerra como una gran impulsora de la tecnología verán refrendada su teoría con la covid-19. La adopción de medidas de protección está sirviendo de catalizador para un gran número de avances que, aunque ya existiesen, no se habían generalizado en los alojamientos. Por ejemplo, en los hoteles de Meliá se ha digitalizado completamente la información mediante el uso de pantallas y códigos QR. Desde el móvil el cliente puede consultar la carta de los restaurantes y los demás servicios. Vincci Hotels, por su parte, ha presentado nuevas utilidades en su app, que mejora la experiencia, reduce los contactos y automatiza acciones y dinamiza tareas administrativas para reducir tiempos de espera presencial.
La tecnología es también la protagonista en ‘We Care About You’, el nuevo programa de Barceló Hotel Group. Supone la digitalización de numerosos procesos minimizando los contactos del huésped mediante su estancia. Así, este puede usar la aplicación de la marca para completar el check in y el check out, abrir la puerta de la habitación, solicitar servicios, buscar información e, incluso, hacer uso de la domótica para acciones como manejar luces y cortinas, todo sin contacto.
TRANSPORTE
Por su propia naturaleza, el transporte aéreo está siendo, sin duda, uno de los mayores castigados por la crisis sanitaria. El cierre de fronteras y el cese de actividad han dejado en tierra a cientos de miles de empleados en todo el mundo, con la consiguientes pérdidas millonarias que se han llevado por delante a compañías como cuatro filiales de Norwegian, Virgin Australia, South African Airways o LGW… Lufthansa ha tenido que recibir miles de millones del gobierno, mientras que la portuguesa TAP y Alitalia huelen a nacionalización. Son solo algunos ejemplos. Lo mismo sucede con el fabricante Boeing, que ya venía debilitado por los problemas con sus modelos MAX, y Airbus, que ha anunciado miles de despidos, algunos en España. Y no es extraño: muchas compañías están cancelando pedidos de nuevos aparatos.
Tres son los grandes retos a los que se enfrentan las aerolíneas en todo el mundo. El primero y más urgente, la reapertura de las rutas. Un avión parado hace perder dinero, y las flotas llevan prácticamente tres meses en las pistas. En España, tras varios bandazos, la apertura se adelantó a junio, pensando en salvar la temporada turística, pero realmente hasta julio no se empezará a ver algo de movimiento.
En segundo lugar, y no menos asfixiante, es el escollo de la devolución de los cientos de miles de billetes de vuelos cancelados durante estos tres meses. Las compañías, incapaces de hacer frente al desembolso de la devolución directa, ofrecen plazos y canje por bonos, pero la legislación no está de su parte. En algunos países el problema se está agravando. Por ejemplo, en España, el Ministerio de Consumo ha llevado a los tribunales a un total de 17 aerolíneas, incluidas IAG y Air Europa, por este asunto, algo que, si bien es positivo para el consumidor, puede hacer mucho daño a unas cuentas ya de por sí al límite.
Y, en tercer lugar, hay que hacer frente a la adecuación de procedimientos y sistemas a la nueva realidad. IATA ha elaborado un completo protocolo llamado ‘Bioseguridad para el transporte aéreo’ para facilitar la reanudación de los vuelos. En el aeropuerto propone acceso a la terminal solo a los viajeros, además de abogar por la reducción del contacto con sistemas electrónicos, lo que supone la eliminación de las tarjetas de embarque o las etiquetas de equipaje. Estas medidas son fundamentales, como pusieron de manifiesto representantes de Air Europa, Grupo Lufthansa, Atlantic Joint Venture, Air France-KLM y Delta en el encuentro virtual ‘¿Cómo vamos a volar a partir de ahora?’, organizado por Forum Business Travel el pasado mes de mayo. Todas estas compañías abogan por eliminar el contacto en la medida de lo posible.
IATA no tiene impedimento en el uso de mascarillas, pero indica que mantener la distancia de seguridad sería inviable, sobre todo en las colas. En el avión, el protocolo insiste en el uso de mascarillas para pasajeros y tripulación, así como simplificar los servicios y servir comidas ya preparadas para reducir los contactos. También insta a eliminar las posibles colas en los baños, por ejemplo. Finalmente, las autoridades de aviación no han impuesto la norma de dejar libre el asiento central. Las aerolíneas insisten en que los filtros HEPA que renuevan el aire en cabina cada 2 o 3 minutos son tan efectivos contras virus y bacterias que se pueden equiparar a los de los quirófanos.
MAR Y TIERRA
Por lo que respecta a las navieras, su situación tampoco es nada fácil. Algunas de ellas han recurrido, como en el caso de los hoteles, a las certificaciones. Es el caso de Baleària con su etiqueta ‘Global Safe Site Covid-19’, la primera de este tipo a nivel internacional, que valida los procedimientos específicos, los planes de limpieza y desinfección, medidas organizativas y personales de protección. Se aplica tanto a su flota de 16 buques como a sus las estaciones marítimas de Denia y Valencia. «Cada barco se certifica de forma individual como espacio fiable y seguro para viajar», afirma Adolfo Utor, presidente de la naviera que une Ceuta, Melilla, Canarias y Marruecos con la península ibérica.
Hurtigruten, la naviera noruega especializada en viajes de exploración, también ha vuelto a operar. «Las normas internacionales son un punto de partida; continuaremos monitoreando la situación actual, tomaremos las medidas necesarias y nuestras operaciones serán adaptadas siguiendo los consejos de las autoridades pertinentes», explica Daniel Skjeldam, CEO de la compañía. Hasta ahora les ha dado resultado, porque no han registrado ni un solo caso a bordo de sus barcos, cosa que sí ha sucedido en otras compañías de cruceros, que han visto cómo algunas de sus naves, repletas de viajeros, eran puestas en cuarentena o no eran admitidas en algunos puertos.
El transporte por carretera, duramente golpeado por la crisis, es objeto de atención por unas de las mencionadas guías del ICTE. El protocolo contiene especificaciones de servicio, limpieza y desinfección, mantenimiento y gestión del riesgo para la actividad del transporte en autobús relacionada con el sector turístico, desde transfers y city tours, hasta excursiones, grandes rutas, largos recorridos o circuitos. Además, existe la posibilidad de acceder al sello ‘Safe Tourism Certified’ para generar confianza en los clientes y operadores turísticos nacionales e internacionales. El transporte de viajeros por carretera dedicado a la actividad turística movió solo en España más de 220 millones de personas en 2019.
Confebus, la patronal en nuestro país, ha elaborado una serie de recomendaciones para llevar a cabo a bordo y garantizar así la seguridad del transporte de viajeros por carretera. Entre ellas destacan limpiar la cabina y el puesto del conductor varias veces al día; ventilar el habitáculo de los pasajeros regularmente en los puntos de parada; desinfectarse las manos regularmente; usar guantes cuando se utilicen herramientas electrónicas para billetes o se maneje dinero efectivo; informar a los pasajeros sobre la importancia de mantener un metro de distancia con respecto a los demás; o avisar si se sospecha de que alguien tiene síntomas de la enfermedad.
Finalmente, en el sector ferroviario la noticia, además de las cancelaciones y de los protocolos de higienización, seguridad y distancia mínima, es el retraso en el lanzamiento del servicio Avlo, el llamado AVE low cost que quiere impulsar Renfe. La compañía ha hecho un enorme esfuerzo económico para devolver los trayectos cancelados, cerca de un millón. Los billetes baratos en la alta velocidad tendrán que esperar.
MOVILIDAD
El sector del rent-a-car también está haciendo los deberes. Por ejemplo, todas las marcas de alquiler de Enterprise Holdings (Enterprise, National y Álamo) han puesto en marcha el denominado ‘Compromiso de Limpieza Completa’. «Queremos que los clientes tengan la confianza de que su vehículo está limpio y desinfectado todas y cada una de las veces que alquilen con nosotros», afirma Chrissy Taylor, presidenta y CEO de Enterprise Holdings. Esta directiva se refiere a un complejo protocolo que incluye, por ejemplo, el uso de desinfectante en una veintena de puntos clave de cada vehículo, así como medidas específicas en las estaciones para recogida y entrega de vehículos. La adaptación es necesaria pese a la dureza de la situación. No en vano, la todopoderosa Hertz se ha declarado en bancarrota en Estados Unidos y Canadá, aunque no en Europa, donde opera con normalidad.
El movimiento en las grandes ciudades ha traído de vuelta patinetes, motos eléctricas y compañías de carsharing. Ubeeqo, perteneciente a Europcar, circula desde hace tiempo por ciudades como Madrid y Barcelona. En este caso, debido a la naturaleza del servicio, los protocolos de limpieza y desinfección son mayores, lo que alarga los tiempos entre un alquiler y otro. Obviamente, se acabó de momento que un cliente suelte un coche y, con el motor caliente, lo coja otro. Es la nueva realidad del sector.
Lo mismo sucede con el taxi y las plataformas para su gestión. Este sector tiene una regulación muy estricta y se ha batido el cobre cuando nadie podía circular y había que efectuar traslados urbanos, por ejemplo, de enfermos y sanitarios. El hecho de que el conductor y cliente compartan habitáculo, al igual que en los VTC, obliga a que cada uno de estos tenga sus propias recomendaciones. Plataformas como Free Now inciden en las recomendaciones para toda su flota. Por ejemplo, al usuario le recomiendan que toquen el vehículo lo menos posible y que se desinfecten las manos si tienen contacto con dinero en efectivo. Por su parte, a los conductores les recomiendan la máxima higiene y desinfección, además de evitar el contacto, como el habitual apretón de manos. La empresa ha ayudado a los propietarios a instalar mamparas en sus vehículos.
DESTINOS
Con la población confinada en sus casas, los medios de transporte público bajo mínimos, los aviones parados y los hoteles y restaurantes cerrados y la oferta complementaria sin actividad, hablar de destinos turísticos hace un par de meses era un sinsentido. Eso no quiere decir que sus gestores hayan estado parados. Un ejemplo ha sido Malta, que durante los meses más duros de la pandemia, a través de Heritage Malta, la principal institución cultural del país, ha ofrecido visitas virtuales a sus museos. Muchos otros destinos han realizado acciones similares para mantener el interés.
Para apuntalar esta movimiento, el World Travel and Tourism Council (WTTC) lanzó en mayo el Sello de Seguridad Global (Global Safety Stamp), dirigido a los destinos y a las empresas turísticas que adopten sus estándares establecidos para garantizar la higiene y proteger a los viajeros. Las primeras ciudades españolas en recibirlo fueron Barcelona y Sevilla. También lo han recibido sitios tan alejados entre sí como Cancún, Portugal, Turquía, Bulgaria, Jamaica, Mauricio o Canadá, y están a punto de hacerlo Reino Unido, Egipto o Chile, entre otros muchos. Y no solo destinos, también hoteles, restaurantes, comercios, aerolíneas, aeropuertos…. Esta colaboración público-privada es una manera eficaz de operar con seguridad y que el viajero tenga claro qué elegir.
Porque de eso se trata, de posicionarse, de colocarse en primer lugar para que el viajero, con una mezcla entre precaución y avidez por empezar a moverse escoja una u otra opción. De ahí las incesantes polémicas por las fechas de aperturas del espacio aéreo o la imposición de cuarentenas obligadas a los viajeros que aterricen en un determinado país, como ha decretado Reino Unido y que le ha valido la demanda de compañías aéreas como IAG, Ryanair o Easyjet. Salud y negocio, un difícil equilibrio como se está demostrando en el tramo de salida de la pandemia.
CAPTAR AL VISITANTE
Maneras de captar al visitante hay muchas. Por un lado están las económicas. A modo de ejemplo, el Gobierno de Costa Rica ha aprobado una significativa rebaja del precio del combustible aéreo mediante la eliminación de tasas para reactivar el turismo, un sector absolutamente estratégico para el país.
Otros ponen el acento en la seguridad, como es el caso de Tailandia, que ha lanzado el Amazing Thailand Safety and Health Administration (SHA), un plan de certificación único con el objetivo preparar a su industria para la recuperación. Sus autoridades son conscientes de que puede haber rebrotes, por lo que quieren extremar las precauciones para ser un destino seguro y poder venderlo como tal al mundo.
Hay también quien apela al factor emocional. «Vuelve a Madrid» es el nombre de la campaña de la capital española para que los propios residentes de la región descubran la ciudad y, de paso ayuden a levantar hoteles, restaurante o museos. Lógicamente, también va dirigida a los visitantes de fuera, ya que, con la progresiva eliminación de las restricciones, sobre todo de transporte, se espera una recuperación progresiva.
EVENTOS Y FERIAS
Es evidente que el sector turístico ha sido uno de los más golpeados, pero también es cierto que el Business Travel y la industria MICE pueden ser claves para reactivarlo en países como España. Sus cifras de negocio, así como el gran número de sectores que abarca, hacen necesario su empuje para bombear actividad al turismo, que en nuestro país aporta alrededor del 12 % del PIB, como manifiestan desde las Agencias de Eventos Españolas Asociadas (AEVEA). Este colectivo incide en la desestacionalización como elemento esencial para apoyar al sector.
Las reuniones virtuales han florecido como nunca. Hay empresas, como Eventscase, que ha llegado a lanzar una guía para organizar eventos virtuales. Pero es hora de volver a juntarse… con garantías eso sí. Una encuesta de la agencia especializada en viajes de negocios BCD Travel, pone de manifiesto que la gran prioridad para los travel managers a partir de ahora va a ser el ‘duty of care’ u obligación de cuidar del viajero. Prácticamente todos los consultados lo pusieron en primer lugar, por delante del cumplimiento de la política de viajes… Siempre ha sido importante, pero ahora mucho más.
Fruto de esta inquietud, una veintena de agencias especializadas en viajes de incentivos y eventos se han unido para crear el sello ‘Covid Safe Incentive & Event’, con protocolos de seguridad sanitaria y jurídica para todo el itinerario hasta la total apertura del mercado. Entre sus iniciativas está el denominado Pasaporte Sanitario para grupos de incentivos, un registro digital de los aspectos relativos a la salud de relevancia del viajero. Supone además la digitalización de los accesos al transporte, alojamiento, espectáculo o actividades.
Los grandes centros de reuniones y ferias ya están en ello. La Fira de Barcelona está recibiendo asesoramiento del Hospital Clinic para diseñar los distintos protocolos de seguridad de cara a la vuelta. Mientras, la madrileña Ifema, a la que espera un «otoño caliente», con decenas y decenas de eventos, muchos de ellos por aplazamiento, ha puesto en marcha la estrategia integral «No Hands, Contactless», que involucra a los procesos de producción, celebración y desmontaje para todos los usuarios.
UNIFORMES FUTURISTAS
Genio y figura. Air Asia, una aerolínea low cost tan grande como excéntrica en sus campañas comerciales (recuérdense aquellos toreros de ojos rasgados para promocionar un vuelo a Madrid), lo ha vuelto a hacer. En concreto Air Asia Philippines, que ha lanzado un nuevo uniforme para su tripulación de cabina diseñado por Puey Quiñones. Los nuevos atuendos están confeccionados en rojo corporativo con un material tan resistente a los virus como transpirable, e incluyen mascarilla, capucha, pantalones y mangas largas para garantizar la máxima protección. Su primer uso tuvo lugar el pasado mes de abril en un vuelo entre Bangkok y Manila. Según su afamado creador, son la mejor fusión entre moda y seguridad.
REFLEXIONES DEL SECTOR HOTELERO
Un sondeo elaborado por el CETT, centro de estudios turísticos adscrito a la Universidad de Barcelona, arroja diez claves del sector en la actualidad después de entrevistar a casi 200 representantes de establecimientos hoteleros independientes y de cadenas, tanto urbanos como vacacionales:
- La contracción de la demanda, los problemas de liquidez y los nuevos protocolos son las principales preocupaciones.
- Dos de cada tres establecimientos se están planteando o han comenzado a redefinir su perfil de cliente objetivo.
- Hay una gran redistribución del presupuesto para acciones y campañas comerciales de cara a la captación de clientes.
- Siete de cada diez alojamientos están realizando o se plantean acciones de formación interna para sus empleados.
- Siete de cada diez alojamientos prevén o han comenzado a efectuar labores de mantenimiento.
- Más de la mitad está aprovechando para hacer reformas o mejoras.
- Un tercio ve esta situación como una oportunidad para replantearse su modelo de negocio. La nueva segmentación de clientes, la innovación en productos y la mayor digitalización y automatización son los aspectos en los que más inciden.
- Los hoteles de costa y rurales son los que más se plantean la redefinición de su negocio.
- Todos consideran que la colaboración público-privada será clave para el sector.
- No ha disminuido el dinamismo y la competitividad, que consideran que les ayudará a superar esta situación generada por la Covid-19.
CORREDORES SEGUROS
La compañía Agora Next Hub, a través de su filial IT Ecosystem, ha lanzado la plataforma Track Journey Assistant, que ofrece inteligencia artificial sin contacto y tecnología biométrica para garantizar destinos turísticos seguros. Su función principal es desarrollar corredores eficientes entre países y ya ha realizado una prueba piloto entre Alemania y Baleares. El proyecto integra las soluciones Ready to Use y Track Journey, que permiten la trazabilidad y parametrización de los viajeros. El asistente en destino ofrece amplia información en materia de seguridad, restauración, alojamiento, movilidad, ocio, emergencias y centros sanitarios. Un corredor turístico cuenta con un centro operativo que gestiona las incidencias con visitantes y coordina las actuaciones requeridas en tiempo real. Esto es posible gracias a los datos que se obtienen a través de aplicaciones, inteligencia artificial, blockchain, tecnología biométrica, IoT, códigos QR y el big data para aeropuertos, aerolíneas y hoteles, entre otros.
TRES ESCENARIOS PARA LAS REUNIONES
La Strategic Alliance of the National Convention Bureaux of Europe, de la que forma parte el Catalunya Convention Bureau, acaba de publicar un estudio titulado ‘El Impacto del coronavirus en el sector de las convenciones en Europa’, elaborado por Tourism Economics, cuyo objetivo es proporcionar una narrativa constructiva de las reuniones y trazar el camino hacia la recuperación. El trabajo contempla tres escenarios diferentes:
El intermedio supone que todas las reuniones y eventos programados entre marzo y agosto se cancelan en Europa, y prevé una cierta recuperación en septiembre y octubre, que puede llegar hasta el 75 % de los planificados en estos meses, así como una recuperación casi completa en noviembre. Se espera que el total de asistencia a reuniones en Europa disminuya un 58 % en 2020. Este escenario implica algunos efectos negativos persistentes para la participación en eventos nacionales e internacionales, lo que provocaría una reducción del 25% en la asistencia promedio en 2021 y del 5 % en 2022, con una recuperación completa en 2023.
Los escenarios al alza y a la baja proporcionan dos pronósticos alternativos, con un rango de disminución entre el 36 % y el 77 % en 2020. Este último supone, por ejemplo, que en septiembre y octubre solo tendrían lugar el 25 % de todos los eventos planificados. También prevé continuas restricciones gubernamentales sobre el tamaño de las reuniones en 2021 y un mayor impacto del sentimiento negativo entre los posibles asistentes, que finalmente no verán una recuperación total antes de 2024. Por el contrario, el escenario al alza parte de la base de que la crisis estará bajo control en los próximos meses, lo cual permitiría una recuperación desde el mismo mes de de junio, con la celebración del 25 % de los eventos planificados, un aumento hasta el 75 % en agosto y la recuperación completa a partir de septiembre.