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BUDAPEST. Melodía encadenada

TEXTO Y FOTOS JAVIER CARRIÓN

Baños Széchenyi

Budapest es una de las ciudades más bellas del mundo, sobre todo en lo que se refiere a cultura, paisaje natural y arquitectura. Pero esta metrópolis histórica y a la vez moderna también se presenta como un destino esencial para el turismo de negocios y eventos, un sector en auge. Con un catálogo de venues realmente envidiables, la capital húngara ofrece además unas dimensiones y una accesibilidad aérea que la sitúan entre los primeros puestos del ranking europeo del MICE.

 

Una de las ventajas de la capital magiar en el continente es que se puede llegar hasta este destino en dos o tres horas desde casi cualquier destino de Europa. Las conexiones son muy rápidas a partir de su aeropuerto, el Liszt Ferenc International Airport, y se puede acceder al centro de la ciudad en menos de 40 minutos, ya sea a través de Fötaxi, la compañía de taxis más antigua de Budapest, fundada en 1913, o con Minibud, el shuttle más popular desde el aeródromo. Una vez en la capital, el servicio público de transporte es puntero, con 200 autobuses, 32 tranvías, 15 trolebuses y cuatro líneas de metro, más que suficiente en un destino en el que resulta muy sencillo moverse a pie.

Budapest fue fundada en 1873 a partir de la unión de otras tres ciudades milenarias, Buda y Óbuda, en la orilla derecha del Danubio, y Pest, en la orilla izquierda, cada una con su historia y personalidad particulares. Buda, la ciudad de los más pudientes ayer y hoy, sigue protegida por sus viejas murallas y por la antigua puerta de Viena, que la conectaba con la capital austriaca. Fue en este punto de la colina donde húngaros y austriacos, apoyados por soldados españoles, consiguieron expulsar definitivamente a los turcos a finales del siglo XVIII.

Ese fue uno de los momentos decisivos en la historia de Budapest, pero antes —mucho antes—, la huella de otros pueblos quedó patente en este territorio. Ruinas romanas, restos medievales, fachadas barrocas, edificios clasicistas, barrios de los Habsburgo, edificios con diseño de la escuela Bauhaus, construcciones  con restos de las grandes guerras del siglo XX… De ahí que su visita sea casi siempre asombrosa, tanto si es solo turística como si de trata de incentivos o de negocios.

En la actualidad, los eventos de Budapest se celebran en lugares tan diferentes como los barcos, que regalan hermosas vistas desde el Danubio, villas clásicas, hoteles, museos y elegantes restaurantes que pueden alquilarse y adaptarse para cada ocasión. De hecho, en 2019, antes de la pandemia de la covid-19, se estableció un nuevo récord, con 5.324 convocatorias, una de las mejores cifras en esta área de Europa.

INFRAESTRUCTURA MICE

Gran parte de esa actividad profesional se desarrolló en dos sedes, el Centro de Congresos de Budapest, emplazado en las colinas de Buda y rodeado por el parque Chesnut, y Hungexpo, a 15 minutos del centro urbano. Son los dos mayores complejos de estas características en Hungría, aunque la capital magiar ofrece muchas más sedes.

El primero está situado junto al Novotel City Budapest y fue renovado completamente en 2005 para incorporar, entre otras mejoras, las últimas tecnologías audiovisuales y de iluminación. Los salones con techo en arco de medio punto fueron pintados en colores brillantes, luces decorativas y pantallas de 96 m2. La principal sala, Patria Hall, puede albergar a 2.000 personas. Además, ofrece otros 20 salones que suman 4.000 m2 de superficie  y una gran sala plenaria que puede convertirse fácilmente en un escenario ideal para una cena de gala con capacidad para 900 invitados.

En cuanto a Hungexpo, se encuentra a 20 minutos del aeropuerto internacional y propone 65.000 m2 de superficie para eventos, así como 36 hectáreas de jardines, una gran sede que puede acoger hasta 15.000 personas. En el centro se desarrollan importantes ferias comerciales y todo tipo de encuentros en sus numerosas salas de reuniones. El área de exposición al aire libre ocupa 24.000 m2, y cuenta también con un centro de prensa, un aparcamiento para 3.000 vehículos, restaurantes y bancos.

De dimensiones más reducidas, cabe destacar Parque Millenáris, al lado del centro comercial Mammut, en Buda, un complejo de parques y edificios con espacios para exposiciones, representaciones teatrales, conciertos y actuaciones. También alberga el nuevo Teatro Nacional de Danza, inaugurado en febrero de 2019. Todo el complejo se levanta en los antiguos terrenos de la fábrica Ganz Works, y cuenta con espacios multifuncionales ideales para organizar eventos importantes. Aquí se celebran, por ejemplo, el Mercado de Arte de Budapest o el Festival Internacional del Libro.

INFRAESTRUCTURA HOTELERA

Una particularidad de la oferta MICE de Hungría radica en que el 80 % de los eventos empresariales se desarrollan en hoteles, muchos de ellos con instalaciones para convenciones de primer nivel. Budapest, como es lógico, figura a la cabeza de esa oferta, con sus 20.000 habitaciones, de ellas 2.900 en la categoría de cinco estrellas, y 4.700 en la de cuatro. La ciudad se enorgullece de contar con unos treinta hoteles de alto standing, muchos de ellos a orillas del Danubio y con balnearios para sus huéspedes.

Por supuesto, no faltan las grandes cadenas internacionales, como Four Seasons, Novotel, Marriot, Continental, Hilton, Anantara, Radisson, Sofitel, Kempinski y otros con una oferta muy indicada también para el sector MICE, como el Corinthia Hotel, el Acquaworld Resort o una de las últimas novedades, el Matild Palace, inaugurado en junio de 2021. Se trata de un establecimiento con  111 habitaciones, 19 suites de lujo y 4 espacios para reuniones en un edificio histórico construido en 1902, durante la belle époque, bajo el patrocinio de María Clotilde de Sajonia-Coburgo-Gotha, archiduquesa de Austria. En este hotel de Pest, que tiene unas excelentes vistas al Puente de Isabel, se abrieron cafés, tiendas y galerías que convivían con los apartamentos residenciales de los pisos superiores, a los que se accedía por los primeros ascensores que funcionaron en Budapest.

CONSTRUCCIONES HISTÓRICAS

Hay muchos más edificios históricos que completan la oferta MICE de Budapest. Entre ellos destacan el castillo y la Galería Nacional Húngara, en el recinto histórico de Buda; el Museo del Tren Húngaro, situado en una antigua estación y taller de los ferrocarriles estatales; el Pesti Vigadó Concert Hall, la gran sala de conciertos construida entre 1859 y 1865 junto al río Danubio; el Café Gerbeaud, famoso por sus exquisitos dulces, que cautivaron a la emperatriz Isabel, la popular Sissí; el Museo Kiscelli, ubicado en un antiguo monasterio e iglesia barrocos, con una curiosa colección de muebles y objetos antiguos; o incluso el balneario Gellért, el más conocido de Budapest, con su piscina principal mil veces retratada para revistas y anuncios publicitarios, que dispone de una sala de eventos para 250 invitados.

En este grupo de sedes únicas tiene un tratamiento especial el Palacio Gundel, un icono de la ciudad, símbolo de calidad, elegancia y cocina exclusiva durante los últimos 125 años. Sus dos lujosos salones de bailes y sus siete salas de banquetes más pequeñas están perfectamente equipados para albergar desayunos de negocios, cenas de gala y otros eventos especiales que trasladan al invitado a otra época. El palacio se sitúa a solo unos pasos de los baños Széchenyi, unos de los más famosos de la capital magiar, con las aguas más calientes de la ciudad, nada menos que 76 grados en superficie.

PASEO POR LA CIUDAD

Una buena opción de empezar la visita a Budapest es en Buda, el distrito del castillo, que concentra dos museos interesantes, la Galería Nacional Húngara y el Museo del Castillo. Una nube de turistas suben a pie o en su viejo funicular para entender por qué los húngaros llaman a su capital “la perla del Danubio” y por qué fue declarada Patrimonio Mundial de la Unesco en 1987.

En este barrio vivo y próspero sólo hay que acercarse a la Iglesia de Matías, en la plaza de la Santísima Trinidad, el templo donde fueron coronados Francisco Jose I y Sissí o Carlos IV, el último rey austro-húngaro, y al Bastión de los Pescadores para contemplar una vista excepcional del Danubio.

En este punto el río alcanza los 500 metros de anchura, como si se tratara de una cinta mágica que se despliega de manera señorial, no exenta de corrientes peligrosas, por la curva que se dibuja en la ciudad. En esa posición aparece uno de los más bellos skylines del continente: de izquierda a derecha, la isla Margarita, la iglesia barroca de Santa Ana, la Iglesia Reformista y el Puente de las Cadenas, el primero que enlazó Buda y Pest en 1849. Y en medio de esta postal, en la otra orilla, el deslumbrante Parlamento.

La sede de la Asamblea Nacional húngara asombra por sus dimensiones, pues es el edificio más grande del país, con sus 18.000 m2, como contrapeso al Palacio Real para resaltar que el futuro de la nación estaba en las manos del pueblo y no de la vieja monarquía de los Habsburgo. El parlamento, con su llamativa fachada neogótica orientada hacia el río, fue en su momento uno de los edificios más modernos de Europa, con un sistema de calefacción revolucionario servido por cuatro generadores de vapor. Una docena de elegantes ascensores todavía siguen en funcionamiento. El dorado es el color que reluce en la mayoría de las 700 estancias del edificio, aunque sólo hay cuarenta kilos de oro macizo. Si hay una que destaca sobre las demás es la Sala de la Cúpula, donde dos soldados custodian la corona de San Esteban, el primer rey húngaro de la historia, y su espada ceremonial.

Solo un pequeño paseo por los alrededores del parlamento en dirección a San Esteban basta para descubrir otros detalles ornamentales de Budapest. En la ruta sorprende el puente dedicado a Imre Nagy, cabecilla de la fallida revolución de 1956, o la estatua callejera del expresidente Ronald Reagan, situada junto a la embajada norteamericana, muy protegida en una calle cortada donde sobresale la Caja Postal de Ahorros y su bella cornisa art nouveau. A solo unos pasos, la basílica de San Esteban, el segundo edificio más alto de Hungría tras el parlamento, muestra en su interior la mano derecha momificada del primer rey húngaro, una reliquia sagrada encontrada hace más de 900 años.

CONTRASTES DE PEST

En Pest, cuyo origen se remonta a más de mil años atrás, cuando los romanos levantaron una fortaleza llamada Contra Aquincum, sorprende el bullicio de sus calles comerciales y plazas. Aquí se concentra el santuario de la vida musical magiar, con la Academia de Música Ferenc Liszt, junto a los populares cafés de entreguerras, cuando Budapest fue considerado “el París de la Europa Central”, o el hermoso edificio de la Opera, con sus conciertos asequibles, al que se puede llegar todavía en la línea 1 del primer metro construido en Europa, allá por 1896.

Es todo un mundo de contrastes donde también cautivan sus ‘ruin pubs, bares diferentes y atrevidos instalados en edificios completamente abandonados y en ruinas, enfrentados a otros más lujosos, como el café Nueva York, o monumentos como la Gran Sinagoga, de estilo morisco, la más grande de Europa, con capacidad para 3.000 fieles.

Muy cerca, a unos 15 minutos a pie, el Mercado Central muestra el modo de vida húngaro del siglo XXI, aunque cada vez son más los turistas que se acercan a este resplandeciente edificio repleto de puestos de comida y de restaurantes típicos, cerca del puente de la Libertad, uno de los ocho que cruzan la ciudad, como el de las Cadenas o el de Isabel. Ahora forman un magnífico escenario para las excursiones en barco que se organizan en el Danubio. En la noche, cuando Budapest se ilumina, la sensación es inolvidable.

Sin abandonar Pest y dirigiéndose al Parque Municipal, el bulevar Andrássy surge con sus árboles frondosos a imagen y semejanza de los parisinos. Este fue el hogar de la aristocracia húngara y ahora se presenta como una avenida copada por las tiendas de grandes firmas y algunos museos interesantes, como la Casa del Terror y la Casa Museo Franz Liszt, a los que ahora se añaden algunos bares con terraza panorámica que regalan vistas espectaculares. Es el caso del Bar 360, que cuenta en su jardín con varios iglús con calor en su interior para degustar plácidamente un cóctel en invierno. Cada iglú regala una vista diferente de la ciudad y puede albergar a grupos entre dos y cinco individuos.

La avenida Andrássy finaliza en la Plaza de los Héroes, el orgullo de los húngaros, al estar presidida por el Monumento al Milenario, de 1896, un pilar de 36 metros de altura dedicado a la llegada de los magiares y a los que dieron su vida por el país. Rodean a esta columna las figuras de Arpad y los seis caudillos que ocuparon los Cárpatos en el siglo IX. Detrás del monumento se erige una bella columnata con 14 soberanos y personajes ilustres húngaros.

Uno de los rasgos característicos de Budapest son las aguas medicinales de sus múltiples manantiales, muy ricas en minerales, que se cruzaron en el camino del buen hacer de los turcos, el pueblo inventor de los famosos baños. Fueron ellos quienes crearon muchas de las instalaciones. Széchenyi es famoso por las partidas de ajedrez que juegan los budapestinos al tiempo que toman las aguas, pero la mayor cantidad de manantiales termales, unos 125, se encuentra en Óbuda, cerca del monte Gellért y en el terraplén de Buda, muy próximo a la isla Margarita. Hay algunos muy auténticos y menos conocidos como Lukács, Veli Vej o Rudas.

Los interesados en las compras tampoco se sienten decepcionados en Budapest. La oferta es muy amplia. Un espacio original es el pasaje de Gozsdu Udvar, muy cerca del barrio Judío, un mercadillo de tiendas y puestos tradicionales donde comprar cuadros, fotos, libros y cámaras de segunda mano, además de gorros, bufandas y lámparas en un estrecho y alargado callejón adornado con graffitis.

En este pasaje se encuentra el bar de Puskas (Puskás Gozsdu), dedicado al legendario jugador del Real Madrid y de la selección húngara, fallecido en 2006. Sirven comidas y bebidas desde la 10 de la mañana hasta las 12 de la noche y muchos aficionados reúnen aquí para ver algunas retransmisiones deportivas. Ferenc Puskas sigue siendo uno de los iconos más famosos de Budapest: el estadio de la capital húngara, con capacidad para 40.000 espectadores, lleva su nombre y en el distrito de Óbuda se exhibe una estatua del futbolista rodeada por tres niños.

En Memories of Hungary, una tienda situada junto a la basílica de San Esteban, se siguen vendiendo como churros las camisetas del futbolista, así como posters, cromos, biografías, fotos firmadas o documentales de la vieja estrella de aquel fabuloso equipo que hizo soñar a esta nación.

RECOMENDADOS

VISITA AL PALACIO FAVORITO DE SISSI
Fuera de la ciudad, a 30 km al noroeste de Budapest, se levanta el Palacio Real de Gödöllö, regalo del Estado húngaro a Francisco José I e Isabel de Baviera por su coronación real en 1867. El edificio había sido diseñado en 1741 por Antal Grassalkovich y en él la emperatriz Isabel, conocida popularmente como Sissí, residió durante más de dos mil días de su agitada vida. Los historiadores aseguran que fue su residencia favorita en primavera y otoño, pues la prefería al frío Hofburg de Viena. Carlos IV, el último rey austro-húngaro, la utilizó hasta el desmoronamiento de la monarquía en 1918. Tras la II Guerra Mundial, época en la que el palacio fue ocupado por alemanes y soviéticos, todo el mobiliario fue saqueado y el palacio permaneció en el olvido hasta que sirvió de hogar para ancianos durante un corto tiempo. Finalmente en 1996, tras ser renovado, se inauguró la primera exposición permanente del Museo del Castillo en el ala de la fachada principal con el salón de actos y las suites imperiales.

EXPERIENCIA CON LOS VAQUEROS MAGIARES
Los húngaros y sus caballos mantienen una relación especial, ya que las tribus magiares conquistaron la cuenca de los Cárpatos a lomos de estos animales. Todavía hoy conservan sus tradiciones hípicas. Un magnífico lugar para comprobarlo es el parque de equitación de Lázár, a 35 km de la capital y a solo 5 del Palacio Gödöllö. En este punto se encuentra la hacienda soñada por los hermanos Lázár, campeones del mundo en la especialidad de coches tirados por caballos, que constituye todo un paraíso para los aficionados a esta actividad deportiva. En sus terrenos se recrea el ambiente de los poblados húngaros con una espectacular exhibición ecuestre que evoca las tradiciones hípicas magiares. Vaqueros a pie subidos en grupos de ocho caballos, jinetes especialistas en el tiro con arco y flecha, carruajes tirados por bueyes y una suculenta comida regional, amenizada con un grupo de zíngaros del país, son el plato fuerte de este espectáculo.

CRUCERO NOCTURNO CON CENA
Disfrutar de una cena crucero por el río Danubio en Budapest es una experiencia recomendable y un auténtico placer para la vista, la mente y el paladar. Mientras que los principales monumentos de la ciudad se iluminan, como el Parlamento, el castillo de Buda o el Bastión de los Pescadores, los turistas disfrutan de una cena a la carta y música en vivo, con copa de champán de bienvenida y cuatro platos principales a elegir. Las embarcaciones parten del muelle número 7, muy próximo al puente de las Cadenas y al hotel Marriott.

CORINTHIA BUDAPEST *****
Famoso por su Royal Spa, con varias zonas de relajación, saunas, baños de vapor, hidromasaje, y sala de fitness, ofrece también tres restaurantes y una elegante cafetería. En su lujoso interior hay más de 30 espacios para conferencias, una de las mejores ofertas MICE en hoteles de Hungría. Su joya es el Gran Salón, de tres pisos de altura, con su impresionante estilo barroco. El salón de baile puede albergar a 500 invitados y está conectado por un puente de vidrio con el centro de conferencias de La Valeta, una obra maestra de la arquitectura del siglo XXI que se puede dividir en doce salas colectivas o un amplio espacio para eventos.
Erzsébet Körút, 43-49
Tel. +36 1 479 4000
www.corinthia.com/budapest

BUDAPEST  MARRIOTT *****
Ubicado a orillas del Danubio, en el centro urbano de Budapest, este prestigioso hotel se encuentra muy próximo a la plaza Vorosmarty, el castillo de Buda y el puente de las Cadenas. Dispone de 364 habitaciones renovadas en 2018, todas ellas con vistas al río. Además, cuenta con 16 salones para eventos que ocupan una superficie de 1.544 m2. Su restaurante, el DNB Budapest Modern Hungarian Wine Bar Kitchen, es un espacio contemporáneo que permanece abierto durante todo el día y ofrece cocina en vivo y una barra con los mejores productos del país.
Apaczai Csere Janos u. 4.
Tel. +36 1 486 5000
www.marriott.com

ANANTARA NEW YORK PALACE *****
Con 185 habitaciones y 16 salas de reuniones, además del propio lobby, que pueden acoger hasta 500 invitados, esta maravilla de la belle époque es característica por sus esculturas de bronce, sus ornamentos en hierro forjado y piedra, sus columnas y sus bóvedas. Muy bien situado, junto a la ópera y al bulevar Andrássy, cuenta con spa de aguas termales, piscina cubierta, gimnasio, varias salas de reuniones y aparcamiento privado. Junto a él se encuentran los apartamentos NH Collection Budapest City Center, que se nutren de algunos de los servicios del hotel.
Erzsébet, krt. 9
Tel. +36 1 886 6111

www.nh-hoteles.es

CONTINENTAL HOTEL BUDAPEST ****
El hotel, de 272 habitaciones, abrió sus puertas en 2010 en el antiguo emplazamiento del legendario baño Hungária, un edificio art nouveau protegido. Cuenta con 5 salas de conferencias para 300 personas. Cada salón dispone de luz natural y tecnología audiovisual de última generación. El jardín de techo y los dos patios ofrecen también un ambiente único para cócteles y recepciones. Su ubicación es buena, a 7 minutos a pie de la Gran Sinagoga y el barrio judío.
Dohány utca, 42-44
Tel. +36 1 815 1000
continentalhotelbudapest.com

THE ROBINSON
El restaurante, construido en la isla del lago Varosliget, abrió sus puertas en julio de 1989 y es hoy un punto de reunión de los habitantes de Budapest, celebridades y turistas que se acercan a degustar su excelente cocina en los alrededores del balneario Széchenyi. El negocio pertenece a Árpád László, quien cuenta con un gran prestigio profesional por sus más de treinta años en el negocio de la restauración. Sus platos más populares son los asados, los chuletones y algunas especialidades tradicionales húngaras.
Városligeti tó. City Park
Tel. +36 30 6636871
www.robinsonrestaurant.hu/en

HALÁSZBÁSTYA ÉTTEREM
Una innovadora experiencia culinaria gourmet en un entorno único: el bastión de los Pescadores, uno de los monumentos más conocidos de Budapest. Con unas impresionantes vistas de Budapest y del Parlamento, el establecimiento, restaurado por el arquitecto Frigyes Schulek en 2010, cubre ahora más de 1.800 m2. Sus platos más alabados, dentro de la cocina tradicional magiar, son la pechuga de pato, la lubina y su atún.
Budai Vár, Halászbástya. Északi Híradástorony.
Tel. +36 1 2016935
halaszbastya.eu/en

MENZA
Un lugar ideal para saborear la cocina tradicional húngara en la calle dedicada a Ferenc Liszt, donde se ubica la Academia de Música que lleva su nombre. El estofado de ternera, el pato a la parrilla con risotto de setas o el clásico goulash son muy recomendables en la carta de este popular restaurante. Para terminar, nada como el pastel de manzana o alguno de los cócteles del local.
Liszt Ferenc tér, 2
Tel. +36 30 145 4242
www.menzaetterem.hu/en